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NUEVA SERIE

El reto de hacer brillar una historia oscura y violenta

La novia gitana’ será una serie cruda y cargada de simbolismo

Rodaje de la serie.
Rodaje de la serie.
Efe

Cruda, cargada de simbolismo, oscura y violenta, como es la historia que rodea a la férrea inspectora Elena Blanco. Así será La novia gitana en televisión, según cuentan a Efe sus creadores en pleno rodaje de la serie, quienes defienden su propia versión de la historia que inaugura la saga de Carmen Mola y que está protagonizada por Nerea Barros.

Una enorme casa en las afueras de Madrid es el escenario del rodaje de varias escenas. Allí han recreado la casa del policía Salvador Santos y algunas zonas de la casa de los Macaya, la familia gitana en torno a la cual gira la trama, después de que una de las hijas aparezca muerta de una manera atroz, años después de la similar muerte de su hermana.

La novia gitana fue la primera novela publicada por Carmen Mola, cuya identidad se conoció tras ganar el último Premio Planeta en octubre pasado. La escritora superventas eran en realidad tres hombres: los escritores y guionistas Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, quien ha participado en la escritura de guiones de la serie producida por Viacom CBS International Studios (VIS), Atresmedia Televisión y Diagonal TV (Banijay Iberia).

De hecho, el proyecto audiovisual se cocinó antes de que se descubriera públicamente la identidad de los autores, según cuenta a Efe Mercero en una entrevista en el set de rodaje. Él fue el encargado de escribir “la biblia” de la serie. Luego entraron José Rodríguez y Paco Cabezas (director de la ficción) y juntos comenzaron a pulir el nuevo proyecto.

“Ese fue el proceso clave, donde sacamos las escaletas de los ocho capítulos. Es donde te alejas de la novela (...) hay que entender que es necesario porque es otro lenguaje y otro formato”, explica Mercero, quien tras el proceso de escritura se ha mantenido totalmente al margen del proyecto.

Paco Cabezas así lo confirma. Está teniendo total libertad para realizar su propia versión de un universo que gira en torno a una “mujer pantera”, Elena Blanco, como la ha bautizado la propia actriz Nerea Barros.

“Estoy muy contento con la adaptación porque creo que mejora el material original. Nunca vas a darle a la gente lo que espera, lo que cree que quiere. Yo creo que tienes que darle algo diferente (…) Cuando alguien toma las riendas hay que seguir una dirección y lo bueno es que me están dejando llevar el barco y tengo una libertad creativa total”, explica a Efe Paco Cabezas.

Su versión de La novia gitana, cuenta, tendrá referencias a El silencio de los corderos o a Seven, cintas que lo marcaron, y en ellas está volcando todo lo aprendido en grandes producciones estadounidenses en las que ha participado como Fear the Walking Dead o Penny Dreadful.

“Llegué a una madurez creativa con Adiós (cinta de 2019 protagonizada por Mario Casas) y esta serie va por el mismo camino. He encontrado quién soy creativamente y lo que quiero contar”, apunta el cineasta, quien se sintió atraído por poder “ explorar el submundo del a delincuencia en Madrid”, la “policía medio underground” que parece ser la BAC (la Brigada Anticriminal) y el mundo gitano.

Cabezas promete ante todo “imágenes muy potentes visualmente” gracias a los “lugares pictóricos” que el equipo ha encontrado en Madrid, ciudad protagonista de una trama “marcada por el mitraísmo, el catolicismo y por un montón de referencias simbólicas”.