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SOLIDARIDAD

Uno de cada cinco participantes en programas de empleo de Cáritas encontró empleo

La ONG advierte de que tener un empleo no es suficiente para salir de la pobreza y empieza a notar un aumento de la demanda de ayudas 

Carinsertas, empresa de inserción sociolaboral de Cáritas Huesca. Servicio de lavanderia.
Carinsertas, empresa de inserción sociolaboral de Cáritas Huesca. Servicio de lavanderia.
Pablo Segura

Una de cada cinco personas que participaron en las acciones de empleo de Cáritas consiguió trabajo en 2021, pero la ONG advierte de que tener un empleo no es suficiente para salir de la pobreza y empieza a notar un aumento de la demanda de ayudas para pagar suministros, alquiler y otras necesidades básicas.

Son datos reflejados en el informe "Economía Solidaria 2021" presentado por Cáritas Española este jueves para dar cuenta de la actividad desarrollada en el segundo año de pandemia, marcado por la creciente inestabilidad y precariedad del mercado laboral.

"Un trabajo no es suficiente para salir de la pobreza mientras el 20 % de contratos en nuestro país sigan siendo temporales", ha lamentado Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, quien ha explicado que la elevada inflación y la situación económica generada por la guerra en Ucrania estaría aumentando la demanda de ayudas, aunque aún no es posible cuantificarla.

"Los datos de la EPA conocidos este jueves son un poco peores que en 2021 y vemos que existe relación directa entre la situación económica y las necesidades de las familias; la situación probablemente esté empeorando en las parroquias", ha aseverado Peiro, quien ha detallado que el 80 por ciento de las demandas son para pagos de suministros como luz, de alquileres o de otras necesidades básicas como alimentación.

El perfil de los participantes en los programas de empleo se mantiene similar a años anteriores: la mayoría son mujeres (63 %), de más de 45 años (37 %), con estudios básicos (46 %). Las personas extranjeras son ligeramente superiores a las nacionales (53 %).

Como Carolina Santeliz, que llegó a España en 2018 desde Venezuela y tras realizar un curso de formación con Cáritas ha conseguido trabajo en un supermercado de Ávila. "La formación ha supuesto un cambio total en mi vida, me ha dado independencia y oportunidad de empleo con condiciones dignas".

"Dos años después del inicio de la crisis sanitaria, la tasa de precariedad laboral se ha duplicado. Esto quiere decir que en casi dos millones de hogares, el sustentador o la sustentadora principal de la familia ha estado tres o más meses en el paro o ha tenido tres o más contratos en varias empresas distintas en el último año", ha señalado la responsable de Cáritas.

La organización católica acompañó en toda España a más de 57.000 personas para mejorar su perfil laboral -de las que 12.677 lograron acceder a un puesto de trabajo- e invirtió 98,7 millones de euros, un 13 % más que el año anterior, en iniciativas de economía solidaria (casi 13 millones de euros más).

"Con 31,7 millones de euros logramos que casi 12.000 personas encontraran empleo, es decir, que nos ha costado de media unos 2.500 euros que una persona acceda al mercado laboral, gane en autonomía, cubra sus necesidades, deje de percibir prestaciones y pase a pagar impuestos", ha explicado Rubén Requena, técnico del equipo de Economía Solidaria.

Cáritas destaca que esas cantidades no son un gasto, sino una inversión. "Con estos fondos además, atendimos a otras 45.000 personas con las que trabajamos en distintos ámbitos de su vida para tratar de que, cuanto antes, accedan también a un empleo", ha añadido.

Además, Cáritas contó en 2021 con 67 iniciativas relacionadas con empresas de inserción, centros especiales de empleo y empresas sociales, que generaron 2.225 puestos de trabajo vinculados con la actividad textil (38,6 %), la gestión ambiental y de residuos (19,7 %), limpieza (7,5 %), transporte y mensajería (5,9 %) y restauración (4,3 %).

Respecto al comercio justo, la organización invirtió 584.625 euros, de los cuales se recuperaron 538.799 a través de la venta de productos (92 %).

La ONG apuesta por un modelo de finanzas que vaya más allá de la rentabilidad económica. "Las finanzas éticas garantizan a los ahorradores que su dinero se invierte en proyectos que buscan el desarrollo de las personas, favorecen la redistribución de la riqueza y protegen el medioambiente", ha aseverado Requena.

"Es posible una economía centrada en la persona. Desde Cáritas trabajamos para ser testimonio de un modelo económico que recupere el sentido original de la economía como herramienta de organización de los recursos, al servicio de todas las personas para satisfacer sus necesidades y lograr su bienestar, garantizando sus derechos y el cuidado del planeta", ha concluido la secretaria general de Cáritas Española.