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Dos obreros desaparecidos y 18 heridos en una deflagración por un escape de gas en Madrid

 El rescate es "muy complicado", porque "sólo puede acceder una persona" a la zona de escombros

Un operario trabaja en el edificio siniestrado.
Un operario trabaja en el edificio siniestrado.
E. PRESS

Un escape de gas en un edificio de cuatro plantas de Madrid donde se realizaban obras en una de ellas, al parecer la tercera, ha provocado una explosión que ha causado heridas a 18 personas, la mayoría leves, mientras se busca a dos operarios sepultados entre los escombros.

Ha sido en pleno corazón del barrio de Salamanca de la capital, en un edificio ubicado en la confluencia entre las calles General Pardiñas y Ayala, cuando a las 13.30 horas se ha producido una explosión que ha causado importantes daños materiales no solo en el inmueble, sino también en el mobiliario urbano y vehículos estacionados en la zona.

Dos obreros han quedado sepultados en el patio interior, donde a las 16.30 horas todavía se afanaban los Bomberos del Ayuntamiento para localizarlos, en una meticulosa labor manual en un habitáculo muy pequeño.

Según el jefe del Cuerpo de Bomberos de Madrid, Rafael Fernández, se ha rescatado "a unas cinco personas a través de fachada y por el interior" del edifico, el número 35 de la calle General Pardiñas. El inmueble colindante, el número 33, ha sido desalojado para comprobar si ha sufrido algún daño en su estructura.

En el patio de un sótano, ha añadido Fernández en el lugar de los hechos, se han acumulado "unos dos metros de escombro macizo, de muro de ladrillo" y es ahí donde, tras haber metido perros, los Bomberos creen haber localizado a "dos operarios que estaban trabajando, supuestamente en la tercera planta".

El rescate, ha precisado Fernández, es "muy complicado", porque "sólo puede acceder una persona" a la zona de escombros.

Fernández ha advertido de que el edificio "está muy inestable" y "hay riesgo de derrumbe", por lo que se están apuntalando "de manera muy urgente" las partes más afectadas del inmueble.

Mientras, de las 18 personas que han sido atendidas por los sanitarios del Samur-Protección Civil, solo una ha resultado grave con traumatismos y está hospitalizada -un hombre de 84 años que ha ingresado en la UCI-, así como otras tres más.

Al hospital de La Princesa han trasladado a tres personas, entre ellas el anciano, así como una mujer de 44 años con heridas leves en la pierna y otra de 76 años con traumatismo craneoencefálico, pendiente de evolución.

Asimismo, una mujer embarazada está en observación en la Maternidad del Gregorio Marañón, pero su estado es bueno y favorable, según han indicado a Efe desde el hospital. También ha acudido al Marañón una niña de diez años por dolor de oídos pero ya ha sido dada de alta.

Muy cerca del lugar está el colegio Nuestra Señora de Loreto, que ha sido desalojado justo después de la explosión, pero al poco rato los niños han vuelto a sus clases de forma tranquila, según ha relatado a Efe una madre que lleva a su hijo a este centro.

Su hijo, de 6 años, ha explicado que todos oyeron "un ruido fuerte, una explosión" y algunos notaron "que se movía algo el suelo", pero la mayoría no se asustó.

Poco después, les dijeron que tenían que salir a la calle, donde han estado un rato hasta que han vuelto a entrar. Solo algunos pequeños se han puesto algo nerviosos y han llorado, ha dicho el alumno.

El colegio ha avisado a los padres a primera hora de la tarde a través de un escrito, tranquilizándoles porque ningún niño ni el centro habían sufrido daños, "excepto algún rasguño en algunos alumnos que estaban en el patio en esos momentos, porque algunos cristales llegaron al patio".

Sí se les recomendaba recoger a los niños antes de la hora habitual, aunque si los padres no podían, no había problema porque en el colegio estaban bien atendidos, decía el aviso.

Hasta el lugar se ha desplazado el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que ha señalado que se ha pedido la colaboración de drones de la Policía Municipal, así como de perros que puedan detectar personas que pudieran estar dentro del edificio.

Almeida ha señalado que no se han producido más daños personales que los de las personas que estaban en el interior del inmueble, a pesar de que hay escombros fuera del edificio y una ventana que se ha desplazado veinticinco metros desde el edificio.