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SUCESO

Desalojadas 96 personas por la explosión de gas en Madrid

Los vecinos de los edificios colindantes tampoco podrán volver a sus casas

Imagen del edificio del barrio de Salamanca de Madrid en el que se produjo la explosión.
Imagen del edificio del barrio de Salamanca de Madrid en el que se produjo la explosión.
E.P.

Un total de 96 personas fueron desalojadas este sábado de sus viviendas con motivo de la explosión registrada este viernes en el edificio del número 35 de la calle del General Pardiñas, en el distrito de Salamanca, Madrid, que causó la muerte a dos trabajadores. El jefe de unidad de Samur-Social, Juan Carlos Arellano, indicó que, del total de vecinos que no habían podido regresar a sus domicilios, seis precisaron alternativa habitacional, por lo que fueron realojadas en hoteles.

Este viernes, el equipo de Samur-Social atendió “todo tipo de necesidades”, como la disposición de medicación, la entrega de las mascotas que se quedaron en las casas a sus dueños o la atención específica a las personas mayores, con el objetivo de reconstruir “de la mejor manera posible” una “cierta normalidad en sus vidas”.

Los trabajadores del cuerpo trataron, desde este sábado, algunos casos de ansiedad en personas cuyas viviendas se han visto damnificadas. Según el portavoz, las personas desalojadas de los edificios colindantes tampoco podrán volver a sus casas, en tanto que los técnicos siguen trabajando para garantizar la seguridad y evitar otros percances.

“Ahora mismo están en ese proceso de evaluar la seguridad para los vecinos”, precisó Arellano. Hacia las 13:30 del viernes, una explosión -provocada, según las primeras investigaciones, por un escape de gas- causó la muerte a dos trabajadores, cuyos cadáveres fueron retirados del lugar después de varias horas de búsqueda entre los escombros, y heridas a otras 17 personas, una de ellas grave. Los dos trabajadores fallecidos son un joven español de 21 años y otro hondureño de 27. Durante la noche, los bomberos consolidaron los huecos de la fachada y monitorizaron el “peligro de derrumbes secundarios”, apuntalando mediante las estructuras colocadas en los huecos y en el interior también.