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ENCUESTA DYM PARA HENNEO/ CASO PEGASUS

Un 58 % ve peligroso que ERC, Bildu y CUP estén en la comisión de secretos

La primera y única sesión de la Comisión de Secretos Oficiales de esta legislatura se celebró el pasado 10 de mayo.

La portavoz de EH Bildu Merche Aizpurúa en el Congreso.
La portavoz de EH Bildu Merche Aizpurúa en el Congreso.
E. PRESS

La mayoría de los españoles piensa que el hecho de introducir a diputados independentistas en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados supone un «peligro» para la seguridad del Estado. Así lo cree el 58,9% de los encuestados por el Instituto DYM en su barómetro de mayo, que desaprueban con esta opinión el cambio legal que llevó a cabo la Cámara Baja para meter a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu y la CUP en dicha comisión, en la que compareció la exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Paz Esteban para mostrar los documentos que probaron que las escuchas a independentistas tuvieron autorización judicial.

Esta opinión es mayoritaria entre los votantes del PP, Vox y Ciudadanos. En el caso de los populares, hasta un 86,6% considera que la presencia de Gabriel Rufián (ERC), Mertxe Aizpurua (Bildu) y Albert Botran (CUP) es peligrosa para la seguridad estatal, un porcentaje similar al registrado entre las personas que optan por la papeleta de Ciudadanos. En el caso de Vox, lo cree así hasta un 85,5% de sus electores.

En cuanto a los votantes socialistas, también se impone esta opinión, pues más de la mitad (un 53,6%) lo cree así frente a un 30,7% que asegura que no es un peligro. Así, los electores de Unidas Podemos son quienes opinan diferente al resto, pues una gran mayoría, cerca de un 70%, no ve que la presencia de los independentistas sea dañino para la seguridad del Estado.

La primera y única sesión de la Comisión de Secretos Oficiales de esta legislatura se celebró el pasado 10 de mayo. En ella compareció Esteban para mostrar la autorización judicial del seguimiento a 18 políticos independentistas, documentos que pudieron ser leídos por ERC, Bildu y la CUP gracias a un acuerdo de PSOE y UP que reformó el método de elección de sus miembros.