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ENTREVISTA

Alberto Núñez Feijóo:“¿Cómo que ahora no se pueden bajar impuestos? Se puede y se debe”

El presidente del PP defiende que el Gobierno debería lanzar medidas para “bajar la inflación” y expone su visión sobre la situación política

Alberto Núñez Feijóo.
Alberto Núñez Feijóo.
Jorge París

¿Qué diferencia hay entre el PP de Feijóo y el PP de Casado?

—Esa pregunta la tiene que contestar la gente, no los interesados. Pablo y yo compartimos el mismo partido, coincidimos en sus principios, pero nuestras formas son distintas por nuestra edad, por nuestra experiencia de gestión previa, por nuestra procedencia...

En su incorporación al Senado defendió un parlamentarismo sereno, sin levantar la voz. ¿Eso va a ser con usted en la Cámara Alta? ¿Se mantendrá en el Congreso un tono más bronco?

Nuestra labor es hacer la oposición al Gobierno. Pero este Gobierno es el primero que hace más oposición a la oposición que ningún otro. Y esto se hace con más intensidad en el Congreso. Que un presidente del Gobierno se dirija al partido que lo interpela como ‘el partido de mangantes’ es impropio de su cargo y una anomalía. Yo intentaré en el Senado un parlamentarismo útil.

¿Usted hará entonces el papel de bueno y otros en el partido serán los duros?

—En el partido no hay una asignación de papeles, ni de roles, ni de guiones. En mi experiencia política he sido más tiempo presidente que líder de la oposición. Y creo que hoy España necesita visibilizar otra posibilidad de Presidencia del Gobierno. Oposición sobra: hay diez grupos en el Congreso y ocho en el Senado. Pero alternativa, no.

¿Digamos que no va a responder al Gobierno, sino a hacer propuestas?

—Es mi objetivo. Hemos llegado a acuerdos con el Gobierno: votamos que no a la comisión de investigación del caso Pegasus; hemos pactado la transparencia y el control de la Corona desde el punto de vista patrimonial; estamos dispuestos a acordar la modificación del artículo 41 de la Constitución... Pero le hemos hecho una propuesta económica y ha sido despreciada. Seguiremos proponiendo.

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista García-Page, dice que con usted hay más posibilidades de pactar.

—Nos conocemos desde hace años y hemos llegado a acuerdos sobre financiación o despoblación. El problema es que el PSOE ha mutado en el PS: Partido Sanchista. No es el PSOE de García-Page, de Javier Lambán, de Alfredo Pérez Rubalcaba, Felipe o Guerra. Ninguno de ellos sería presidente con estos socios.

¿Qué le dirá a Sánchez en su primera intervención en el Senado?

—Veremos de aquí al día 7 de junio cuál es la actualidad. Es evidente que tenemos un problema económico importante, nos llama la atención la UE, el Gobierno incumple todo: techo de gasto, déficit, deuda… Cuando acabe el año, habrá 300.000 millones de deuda. Este Gobierno nos cuesta diariamente 210 millones de deuda. Y han subido los impuestos. Tenemos la inflación más alta de los últimos 30 años. Y tenemos un paro, sobre todo juvenil, enorme. Y una precariedad indefinida.

Ha hecho una propuesta fiscal de bajada de impuestos, pero la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, le ha respondido que aquí no es viable.

Los países europeos están bajando impuestos. Nosotros hemos planteado actualizar la tarifa de la renta, que no se hace desde 2008, y la inflación ha crecido un 25% desde entonces. Y proponemos medidas para rebajar esa inflación. ¿Cómo que no se puede? Se puede y se debe. También pedimos que se gestionen bien los fondos europeos. La semana pasada un informe decía que el 91% de ellos están bloqueados, hay sectores como la automoción o el agroalimentario a los que no ha llegado un euro. Y, mientras, este es el Gobierno más caro de la democracia en el momento de mayor inflación de los últimos 30 años. Eso es incompatible desde el punto de vista del decoro.

Pero si desciende la recaudación, ¿se resentirían los servicios públicos?

—Es otra falsedad del Gobierno. En el primer trimestre de 2022, el Gobierno ya ha recaudado 9.000 millones más que el pasado año. Pero no porque la economía vaya bien, sino porque los precios han subido y se han mantenido los impuestos. Fíjese en la gasolina, que antes costaba un euro el litro y ahora está cerca de dos euros, con un 21% del IVA. La recaudación por el mismo producto es el doble. Por eso planteamos la deflactación de la tarifa, es algo razonable. Se puede hacer con efectos retroactivos y deberíamos devolverle a la gente una parte del dinero de lo que le cuesta la inflación. Mire lo que ha pasado con el gas: en marzo anuncian un gran acuerdo europeo y estamos en junio y aún no sabemos nada. ¿No sería más fácil haber bajado el IVA al 5%, como otros países de Europa?

¿Es partidario de que suban las pensiones con acuerdo al IPC o habrá que hacer una excepción por la altísima inflación actual?

—Usted, ¿qué prefiere? ¿Que la inflación esté en un 9% y se suba la pensión un 9% o que la inflación la tengamos en un 2% y subamos las pensiones un 2%? La cuestión es qué límite va a tener esa tendencia inflacionista. Todas las políticas económicas en España deben de ir orientadas a bajar la inflación.

Pero el Gobierno sostiene que en dos meses va a bajar.

—Es imposible que suba más. Claro, que si piensa que una inflación del 7% o el 8% es baja… ¿Por qué no podemos tener una inflación como Portugal o como Francia? El Gobierno nos convenció de que España sería de los países menos afectados por la guerra de Ucrania. Y tenemos una inflación superior a la alemana, que está cerca del país y tiene una gran dependencia del gas ruso. Hemos sido el último país en tomar decisiones sobre la inflación, y las que hemos tomado no funcionan. Pero yo percibo que el Gobierno vive al día y no le interesa la situación económica. Nunca va a romper con sus socios por la situación económica.

Si usted llega a gobernar, ¿mantendrá la postura actual de España sobre el Sáhara?

No sé cuál es la postura actual de España. ¿Una carta del presidente del Gobierno a Marruecos? Desconocemos su contenido. Teniendo en cuenta que Marruecos es un aliado prioritario para España, retomaré ese asunto donde siempre ha estado, en el Congreso. Aquí había un modelo (UCD, Felipe González, Aznar), y era pactar los asuntos que afectan al Sáhara.

¿Por qué cree que España ha dado este giro?

—También lo desconozco. Sánchez a mí no me ha dado ninguna explicación. En nuestro país hay tantos accidentes políticos a la semana que las 48 horas siguientes dejan sin efecto las barbaridades de las 48 horas anteriores.

Uno de los temas que provocaron que se dejara de hablar de Marruecos fue la crisis por las escuchas y el CNI. Sánchez les ha pedido que apoyen una reforma de su ley, ¿lo harán?

—¿Qué ha ocurrido con el CNI? Se publica que han sido interceptadas comunicaciones de independentistas en unos meses de algaradas y vandalismo en Cataluña. Y la ministra de Defensa nos dice que es legal. ¿Resultado? Una crisis con los partidos independentistas y un cese de la directora del CNI por haber cumplido con su deber. ¿Puede el CNI iniciar una investigación sin que se lo mande el Gobierno y sin autorización judicial? No. Y cuando comparece el presidente para explicarlo, nos encontramos con un ataque furibundo al Gobierno del PP de 2018 y un reestablecimiento de las relaciones con los independentistas.

Y usted, señor Feijóo, ¿ha cambiado mucho su vida viniendo a Madrid?

—(Risas) Había vivido en Madrid siete años, pero ahora lo he encontrado más crispado. He dejado Galicia en contra de mi criterio porque creo que era mi deber. Y voy a intentar ser útil al conjunto de España y que los españoles puedan ver que hay una alternativa al actual Gobierno.