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25 aniversario del asesinato de miguel ángel blanco

El Rey llama a la unidad del espíritu de Ermua con los partidos enfrentados

Sánchez evita mencionar a Bildu y Feijóo insta a la formación a condenar los asesinatos

El Rey durante su discurso este domingo en Ermua.
El Rey durante su discurso este domingo en Ermua.
E. PRESS

El Rey Felipe VI, que ayer presidió el homenaje de Estado a Miguel Ángel Blanco, hizo un llamamiento a la unidad y reivindicó el espíritu de Ermua, aunque los principales partidos se mostraron divididos por los acuerdos del Gobierno con EH Bildu, especialmente el último sobre la ley de Memoria Democrática. El homenaje de Estado por Blanco y el resto de víctimas de ETA, organizado por el Ayuntamiento de Ermua, reunió a todas las instituciones de País Vasco y España y a los principales partidos, aunque no asistieron varias asociaciones de víctimas del terrorismo, Vox, ni la izquierda abertzale.

El Rey, el presidente del Gobierno, el lehendakari, las presidentas de los parlamentos español, vasco y vizcaíno, los líderes del PSOE, PP, PNV y Ciudadanos, así como una representación de Unidas Podemos y de las instituciones vizcaínas y de Ermua participaron en este homenaje, cerrado con un ofrenda floral ante el monolito de Agustín Ibarrola que recuerda a las víctimas.

“El espíritu de Ermua es la victoria de la conciencia colectiva de todo nuestro pueblo; es la victoria de la dignidad y de la moral frente al miedo y al terror; es ejemplo, en fin, de nuestra fortaleza”, afirmó el monarca, quien remarcó: “Que la unidad nos convoque en torno a nuestra historia reciente”.

Inaró a todos a seguir “perseverando para que lo vivido no caiga en el olvido; para que la unidad nos convoque en torno a nuestra historia reciente, y para que el espíritu de Ermua nos recuerde, cada día, el valor de la paz, de la vida, de la libertad y de la democracia”. Felipe VI pidió defender, “como un deber permanente”, los derechos de los que fueron privados Miguel Ángel Blanco y todas las víctimas del terrorismo: “la vida, la libertad, la dignidad”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no hizo ninguna referencia a EH Bildu y defendió construir una memoria colectiva que preserve los valores democráticos que encarnan las víctimas del terrorismo. Anunció que los estudiantes de Secundaria y Bachillerato de toda España recibirán el “testimonio directo” de las víctimas del terrorismo, que ya se lleva a cabo en el País Vasco. Esta iniciativa y otras como el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria servirán, dijo, para que la generación que no conoció el terrorismo sepa lo que ocurrió. Recordó a su vez que lo sucedido en 1997 con el Espíritu de Ermua hizo que la sociedad vasca y la española ya “nunca más” tuviera “miedo” ni estuviera en “silencio” ante el terrorismo.

Condenar los asesinatos

En declaraciones a los periodistas el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, sostuvo que lo “mínimo” que se puede exigir a EH Bildu es que condene los asesinatos de ETA y aseveró que no se puede equiparar a los “asesinos y los asesinados” y que quienes aún no han condenado los atentados no se merecen “reconocimiento ni respeto”.

Sin mencionar sus acuerdos con EH Bildu, el presidente del PP sostuvo que “no se puede intentar olvidar lo que ha pasado” con ETA y que “lo mínimo” que se puede dar a las víctimas es “justicia y memoria”. La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, consideró “absolutamente repugnante” que, cuando se cumplen 25 años del asesinato de Blanco, “se pueda aprobar una Ley (de Memoria Democrática) en la que la historia la escriben los que brindaron con cava cuando mataron” al concejal de Ermua. El lehendakari, Iñigo Urkullu, reclamó una “reflexión valiente y una autocrítica sincera a quienes ejercieron y ampararon la violencia terrorista”.

La hermana del concejal del PP asesinado, Marimar Blanco, que intervino en el acto de homenaje tras el alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, señaló que “lo mínimo que debemos hacer es honrar su memoria cada día, no solo con palabras, sino también con grandes hechos”. Pidió que la memoria democrática reconozca la verdadera historia del terrorismo, con “buenos y malos, con vencedores y vencidos”. “No podemos permitir que tanto dolor se olvide, que se borre a los culpables o que el sacrificio de inocentes no sirva para nada; no queremos ser solo un estereotipo de sufrimiento, queremos justicia, que se respete la verdad de lo que ha ocurrido sin intoxicaciones”, añadió.