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DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN

Los socios piden cuentas a Sánchez y hacen valer sus votos

Feijóo le acusa de “copiar” las propuestas económicas de Unidas Podemos y de haber abandonado la moderación

Aplausos de la bancada socialista y los socios del Gobierno a Pedro Sánchez, en la segunda jornada de debate.
Aplausos de la bancada socialista y los socios del Gobierno a Pedro Sánchez, en la segunda jornada de debate.
Kiko Huesca/EFE

Una vez recabado el apoyo de Unidas Podemos por su giro a la izquierda en el debate del estado de la nación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vio el miércoles cómo sus socios parlamentarios le pedían cuentas haciendo valer sus votos de cara a la aprobación de las medidas económicas anunciadas.

“Usted no puede permitirse prescindir de nosotros”, le advirtió gráficamente el portavoz del PNV, Aitor Esteban, pensando no solo en el respaldo que el Ejecutivo de coalición necesitará para sacar adelante decisiones tan relevantes como el impuesto temporal a la banca y a las compañías energéticas, sino en el año y medio de legislatura que queda por delante, e incluso en lo que venga después.

De “parches” calificó la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, las medidas expuestas por el presidente en su discurso inaugural del debate, por lo que le emplazó a ir mucho más allá en ese “nuevo giro a la izquierda”, incluso nacionalizando las eléctricas, como ya han hecho otros países europeos “nada sospechosos de ser comunistas”.

Tanto Aizpurua, que no se olvidó de invitar a la izquierda a “romper amarras” con “el régimen del 78” y “las hipotecas heredadas” de la dictadura, como Esteban reprocharon a Sánchez el modo de actuar del Gobierno y le hicieron ver que los necesita para seguir. En la segunda sesión del debate de política general el miércoles correspondía intervenir a los grupos minoritarios.

Entre tanto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que el martes no pudo hablar en el hemiciclo porque no es diputado, expresó desde San Lorenzo de El Escorial (Madrid) sus absolutas reservas a la deriva de Sánchez, al que acusó de “copiar” las propuestas económicas de Podemos y de alejarse de la moderación que él mismo quiere abanderar. Sus medidas “populistas”, aseguró, no son más que una “huida hacia adelante” del jefe del Ejecutivo y una “triste secuela de 2008” con las “mismas equivocaciones de entonces”.

Del impuesto a bancos y eléctricas apuntó que “es imposible estar en contra de algo que no se conoce”, pero sí dejó claro que el PP no lo apoyará si acarrean más comisiones a los ciudadanos.

Ley de Secretos Oficiales

Por lo demás, la jornada no aportó muchas novedades legislativas que añadir, salvo el compromiso del presidente de aprobar antes de que acabe julio la nueva ley de secretos oficiales.

Se lo dijo a Aitor Esteban, quien se afanó en destacar los incumplimientos de Sánchez con el PNV, el primero no comunicarle previamente cambios significativos como habían pactado en el acuerdo de investidura.

Se quejó reiteradamente de la “sensación de incomodidad” que tiene semana tras semana en su relación con el Gobierno, al que tiene que “porfiar” para conseguir cosas, porque actúa “como si tuviera mayoría absoluta”, y le preguntó qué va a hacer para conservar su apoyo. Y no solo hasta que acabe la investidura, sino después de las próximas elecciones.

Le admitió el presidente que en el cumplimiento de transferencias al País Vasco hay “más luces que sombras”, pero también justificó “cierta parálisis” porque el Ejecutivo vasco reclama algunas “difíciles de asumir”.

Ambos coincidieron en hacer notar la ausencia en el hemiciclo de líderes del PP, Feijóo incluido, donde también faltaban muchos diputados populares.

Recibió también críticas el presidente de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, por sus “decisiones equivocadas” en asuntos como el espionaje a los independentistas, los sucesos de la valla de Melilla o la “exaltación belicosa” de la cumbre de la Otan. Su formación fue muy citada el martes por el PP y Vox -y ayer también por Ciudadanos- como “heredera” de ETA y por apoyarse Sánchez en ella para sacar adelante la ley de Memoria Democrática, y su portavoz quiso reafirmar el compromiso de la formación en el “reconocimiento y reparación” de “todas” las víctimas del terrorismo.

Aunque también pidió que la memoria de las víctimas de ETA no sea un “arma política contra el adversario” como en este debate. Algo sobre lo que Sánchez no se refirió en su contestación, si bien otros grupos, como Ciudadanos o Vox, sí lo hicieron al seguir vinculando a los “abertzales” con ETA. La banda terrorista estuvo presente también en su cara a cara con la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, a quien dijo: “ETA ya no existe. Tengo una mala noticia que decirle a usted y a la bancada de la derecha: ‘ETA ya no existe’”.

Arrimadas consideró “baldías” las medidas de Sánchez y dijo que solo son las que él necesita para “no morir políticamente”. Y en duros términos le acusó de carecer de “ideología” y de “escrúpulos”, algo a los que Sánchez respondió con ironía al agradecerle sus “siempre tan constructivas palabras”.

“Conflicto político”

Desde las formaciones catalanas, el PDeCAT reprochó al presidente que solo hubiera dedicado “diez segundos” al “conflicto político” en Cataluña, mientras la CUP le recomendó que se controlen los precios y se suban los salarios para combatir la inflación, y JxCAT le dijo que con él “Cataluña siempre pierde”. Pedro Sánchez pidió a Junts que “salga del congelador” y se siente a la mesa de diálogo con Cataluña, donde participa el “Govern”.

El diputado de Compromís, Joan Baldoví, le aconsejó a Sánchez que aproveche lo que queda de legislatura para seguir tomando medidas, mientras Íñigo Errejón, de Más País, le invitó a que su “golpe de timón” a la izquierda sea “firme y decidido”.