Seis de cada diez españoles considera que el Gobierno trata de influir en las decisiones de las grandes empresas, según el sondeo realizado por DYM a raíz del choque entre el Ejecutivo y Ferrovial a cuenta del traslado de la constructora a Países Bajos. Los encuestados, en cualquier caso, se encuentran divididos a la hora de valorar las presiones del Gobierno para evitar el cambio de sede de la constructora. El 39% aprueba las tentativas del Ejecutivo, un porcentaje similar al que las rechaza. Además, el 62,7% de los encuestados considera que la reputación del Gobierno se ha visto debilitada tras el respaldo de los accionistas de Ferrovial al cambio de sede, una opinión compartida de forma transversal y mayoritaria a lo largo de casi todo el espectro ideológico.

El traslado es también perjudicial para el país, según piensan la mayoría de entrevistados. El 66,1% cree que el prestigio de España ha quedado debilitado tras la salida de Ferrovial, frente a un 10,9% que opina que se ha visto reforzado. La mitad de los ciudadanos, además, desaprueba las críticas vertidas por el Gobierno al presidente de Ferrovial (49,3%) frente al 31,9% que las entienda.