Candanchú estrena la temporada con la ilusión de "ganar kilómetros"

CANDANCHÚ.- "Para la poca nieve que ha caído y el invierno que llevamos, la verdad es que Candanchú está muy bien. Son pocos kilómetros, pero por lo menos se puede bajar desde el Tobazo. Se lo han trabajado en la estación", ha dicho el zaragozano Íñigo Ayllón, residente en Villanúa, en nombre de un grupo de tres amigos que ha acudido este viernes a practicar esquí de montaña, coincidiendo con la esperada apertura del centro pionero del deporte blanco en España.

Candanchú ha ofrecido un precio especial de 32 euros y un dominio de 5 kilómetros a sus primeros usuarios, que han disfrutado de otros 18 kilómetros en la vecina Astún, con la que pudieron enlazar en autobús de forma gratuita. Para este sábado, el forfait se eleva a 43 euros y se prevé abrir medio kilómetro más, llegando a un dominio conjunto de 23,5.

Los esquiadores más madrugadores han coincidido en que "no solo el Tobazo está bien, sino que las zonas centrales abiertas en Pista Grande presentan un buen estado para las condiciones en las que estamos", por lo que han mostrado su agradecimiento al personal de Candanchú por abrir la estación, pese a la escasez de nevadas. "Lo estábamos esperando con ganas", han asegurado.

Joaquín Mendiluce, que empezó a esquiar en Candanchú hace 57 años, ha agradecido "el gran esfuerzo para que sin nieve natural, se hayan podido hacer unas bajadas estupendas". Para el veterano usuario, es de justicia que se reconozca la labor de "todo el equipo, desde los trabajadores y maquinistas hasta el director".

Para la dirección de Candanchú, la apertura es un primer paso fundamental. "Lo más importante es que estamos abiertos", ha dicho su director, Carlos Morales, para el que "ahora la lucha es ganar kilómetros y darle al esquiador las mejores condiciones para la práctica". Su intención es "abrir nuevas pistas", lo que espera reflejar en los próximos partes conjuntos. Tanto Candanchú, como Astún apuestan por emplear sus cañones al máximo ritmo posible para asentar el manto, que oscila entre 10 y 30 centímetros.

Hasta el momento, Candanchú y Astún ofrecen un 22% del dominio esquiable conjunto, que suma 101 kilómetros. "Se ha hecho un trabajo muy importante, muy duro, echándole muchas horas", según su director, que recuerda que "hay 8 kilómetros innivados, pero el problema es que no nieva". Desde el centro invernal, han subrayado que es esencial que "la meteorología acompañe" y han lamentado que las previsiones anuncian muy escasas precipitaciones de aquí al domingo 20, como atestiguan en el centro A Lurte, de Canfranc.

El valle del Aragón sobrelleva "una situación atípica, muy parecida a la temporada 1989-1990", según la directora del Hotel Edelweiss de Candanchú, Amparo Lecumberri, que ha recordado que "entonces no había cañones y al año siguiente, el Gobierno de Aragón tuvo que aprobar el plan para innivar" las cinco estaciones del Pirineo aragonés.

La apertura de Candanchú supone un rayo de esperanza dentro de "la preocupación" generada por la falta de nevadas, que mermó la afluencia de esquiadores durante las Navidades. En su hotel, "se salvaron las fiestas con una ocupación del 80% del 29 de diciembre al 2 de enero". El resto de días, la ocupación cayó por debajo del 20%.

El estado de las pistas condiciona la llegada de turistas a todo el valle del Aragón. Belén Luque, directora del Museo Diocesano de Jaca, ha confirmado que varios grupos escolares que iban a acudir en el mes de diciembre decidieron posponer su viaje hasta finales de enero, siempre de forma condicionada a las esperadas nevadas.