Bienestar, experiencias "agro" y setas, tres reclamos para visitar la provincia de Huesca

HUESCA.- Incentivar el turismo micológico, de cursos y de bienestar en el Pirineo, potenciar el agroturismo y las experiencias hedonistas en la zona prepirenaica y favorecer las actividades deportivas y relacionadas con la salud en el Aragón medio son algunas de las recomendaciones que se plantean para luchar contra la estacionalidad del turismo en nuestra comunidad autónoma.

El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, presentó este miércoles en Zaragoza los resultados del "Estudio de Desestacionalización de la Demanda Turística en Aragón", que concluye que en la comunidad "no existen problemas de concentración masiva ni riesgos de saturación", aunque en agosto la ocupación está por encima de la media nacional.

Según la investigación, el Pirineo oscense concentra el grueso del turismo, seguido de la ciudad de Zaragoza. Dentro de la provincia altoaragonesa, las comarcas de Jacetania, Alto Gállego y Ribagorza son las más visitadas. Por su parte, el Sobrarbe, con el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido como referencia, fue una de las comarcas con mayor afluencia turística el año pasado debido a la celebración del Centenario de Ordesa.

El informe detalla las características de la estacionalidad en la comunidad, que son muy parecidas al modelo estatal, aunque los momentos de "pico" y "valle" no son tan acusados. El mes con más turistas es agosto y noviembre el de menor ocupación. En diciembre y enero, gracias al sector de la nieve, el descenso de visitantes no es tan acusado como en otras zonas.

En general, en Aragón el segundo pico de turistas se produce en Semana Santa, y es una comunidad que ocupa una alta posición como destino de "escapadas", indica el estudio, que también establece las propuestas estratégicas para continuar creciendo en el sector del turismo.

Entre las tareas más importantes para lograr la desestacionalización se encuentra la segmentación de la oferta, para que los turistas vean satisfechas sus expectativas; anticiparse a las tendencias; buscar turistas de mercados emergentes; identificar los puntos fuertes de cada zona de Aragón; y trabajar de manera coordinada con todos los sectores e instituciones.

Para Soro, el primer objetivo es "conseguir un reparto equilibrado de visitantes a lo largo de todo el año y, además, una mejor distribución geográfica para llegar al conjunto del territorio de Aragón". En el mercado tan competitivo como es el turismo, "los objetivos tienen que ser a medio y largo plazo porque nos enfrentamos a una situación que es estructural y para la que no hay varitas mágicas".

Uno de los principales retos es "buscar esta desestacionalización para que el turismo cumpla con su misión vertebradora, que cree oportunidades, a lo largo de todo Aragón", enfatizó, al tiempo que señaló que "hay que ser audaces y anticiparse y con este estudio se pueden establecer las pautas para las estrategias de trabajo de los próximos años".

INNOVACIÓN Y DIFERENCIACIÓN

El consejero consideró que una de las mejores labores de estos años ha sido la creación de productos innovadores y diferentes para atraer turistas. Se refirió a los productos de ornitología, turismo familiar, producto de BTT, visita a los ibones o el slowdriving que van dirigidos a públicos muy concretos que sirven para aumentar el número de turistas compitiendo con productos diferentes.

En este sentido destacó que en la promoción "no se puede ir a todos los sitios con todo" y puso como ejemplo que "el slowdriving funciona muy bien en el norte de Europa, el turismo familiar es muy demandado en Francia y al turista chino de interesa lo auténtico, la naturaleza, el patrimonio y las tradiciones".

ESTRATEGIAS ADAPTADAS A LA COMUNIDAD

Las tendencias que podría adaptarse a Aragón estarían enfocadas hacia "el turismo sostenible, el turismo experiencial, el turismo emocional, el turismo creativo y el turismo cultural", explicó.

Sobre este tipo de tendencias, el consejero resaltó la importancia del turismo sostenible "que va más allá del turismo de naturaleza e implica muchos otros productos como el trufiturismo, micoturismo, agroturismo... que cuida el desarrollo sostenible de las zonas y que, para que se desarrolle, debe contar con las principales marcas y sellos de calidad para ser competitivo y reconocido".

También se refirió al turismo emocional, "una evolución del turismo experiencial en el que se busca la salud, el turismo vinculado a la belleza y el bienestar pero, también, el turismo espiritual en su concepto más amplio".