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ALTO ARAGÓN - PATRIMONIO ECLESIÁSTICO

El Obispado de Barbastro-Monzón apunta al final del juicio: "¡Alea iacta est!" (la suerte está echada)

Durante dos jornadas los representantes de la diócesis se han reiterado en unos argumentos que llevan defendiendo 25 años

El Obispado de Barbastro-Monzón apunta al final del juicio: "¡Alea iacta est!" (la suerte está echada)
El Obispado de Barbastro-Monzón apunta al final del juicio: "¡Alea iacta est!" (la suerte está echada)
Á. H.

BARBASTRO.- "¡Alea iacta est!" (la suerte está echada) es la expresión que ha utilizado Joaquin Guerrero, abogado del Obispado de Barbastro-Monzón, al final del juicio "la postura nuestra es invariable y no se sabe tanto la del Consorcio y del Obispado porque tienen disparidad de criterios en algunas cosas. Según ellos las declaraciones realizadas por los obispos y las intenciones de la Iglesia no tienen valor en el derecho civil y nosotros mantenemos lo contrario. El juez decidirá".

Respecto a las operaciones de compraventa de piezas y de objetos de arte que defiende la parte catalana, "nadie ha visto los contratos ni documentos similares pero la postura de defensa la llevan por otra parte. La existencia de contratos no creo que sea importante por la sencilla razón de que no existen ni ha visto nadie las autorizaciones de la Santa Sede, necesarias para las ventas".

Alberto Gimeno, letrado del Gobierno de Aragón que participa como parte coadyuvante, "en las conclusiones dejamos claro que no hay documentos acreditativos de compra ventas, ni permutas entre obras de arte. Desde nuestra parte, hemos defendido la propiedad de las parroquias, a través del Obispado con argumentos jurídicos y motivos de justicia, en este sentido hemos pedido que se devuelvan las piezas. Al igual que ha pasado con Sijena porque es un caso muy equiparable y asumible en cuanto a las piezas que había en el Museo de Lérida, en situación de comodato".

En opinión de José Luis Gómez, letrado del Obispado de Lérida, "se han aclarado muchas cosas en el juicio por un litigio iniciado hace 25 años, las posiciones definidas han puesto a cada uno en su sitio. Ahora lo dejamos todo al arbitraje del juez quien debe interpretar nuestras alegaciones y las posturas con las pruebas aportadas más convenientes. Ahora, a esperar la sentencia".

Al mismo tiempo ha dicho que "la principal alegación nuestra se basa en que el Obispo de Lérida no retiene las obras, como es vox populi, y ha quedado claro que no depende de él. Además, reivindica la propiedad por vía civil donde rige el código civil porque no estamos en vía eclesiástica".

Jordi Vives, letrado del Consorcio del Museo, ha señalado que "estamos ante una causa muy compleja condensada en 25.000 folios, cuestión a tener en cuenta. A pesar de esa complejidad, estamos convencidos que se han aportado argumentos sólido y pruebas robustas con el esfuerzo de documentar cada pieza en origen y las razones de propiedad del Obispado de Lérida".

Ante esta situación ha argumentado que "el desarrollo del juicio ha ido muy bien, tenemos la tranquilidad que el juez apreciará nuestras razones y creo que podemos ser, francamente, optimistas por los resultados. En esencia, el Obispado de Barbastro-Monzón apela a resoluciones canónicas que en la justicia española no son eficaces como ya quedó claro en la sentencia de la Audiencia Provincial. Eso es definitivo".

En cambio. ha remachado, "se omite, por sistema, que hay otra sentencia del Tribunal de Justicia de Cataluña donde se declara y es firme que no pueden salir las piezas en las condiciones que propone el Obispado de Barbastro. No puede haber discusión sobre un tema zanjado y decidido en el año 2008. La resolución basada en la ley Mieras se confirmó en la de 2008. El tema de ubicación de las piezas, inamovible, está cerrado y nos tranquiliza mucho igual que la propiedad que defendemos".