Las osas soltadas en otoño en el Pirineo central aún "no tienen asentamiento fijo"

HUESCA.- Claverina y Sorita, las dos osas eslovenas reintroducidas por Francia en el Pirineo central el pasado otoño, todavía no responden a "un comportamiento normal" de una población de plantígrados, afirma el experto Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo.

Apenas han pasado ocho meses desde que las dos hembras fueron soltadas en el Béarn francés, y "aún deben asentarse y estabilizarse", apunta el especialista.

Por ello, los últimos movimientos de Claverina, que fue detectada en la cabecera del valle de Hecho la madrugada del pasado martes por el sistema de geolocalización del Gobierno francés, no sorprende a Palomero.

"Tras la hibernación han recorrido mucho territorio, visitando la zona del Béarn francés, la comarca de la Jacetania y los valles navarros de Salazar y el Roncal, con el objetivo de tener áreas cada vez más reducidas donde moverse, como corresponde a las hembras", explica.

Así, no es de extrañar que Claverina acabe por asentarse en los territorios que ha frecuentado, pero "aún no se puede decir que vaya a ser una osa aragonesa, navarra o francesa", asegura.

Lo que sí parece claro es que no viaja acompañada de cachorros, ni siquiera se ha podido confirmar que estuviera preñada como se dijo en un primer momento. "Desde que la soltaron ha hecho desplazamientos muy largos, algo poco habitual en una osa preñada o con crías", indica el experto. En cambio, Sorita sí llegó a dar a luz a dos cachorros de los que este miércoles se supo que podrían haber sido asesinados a principios de mayo por el machocon el que se ha visto acompañada a la madre.