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Cabrero e Hijos seguirá apostando por los ganaderos de la zona

La empresa cumple 7 años trabajando en el matadero de Sabiñánigo

Cabrero e Hijos seguirá apostando por los ganaderos de la zona
Cabrero e Hijos seguirá apostando por los ganaderos de la zona
M.P.

SABIÑÁNIGO.- La empresa Cabrero e Hijos cumple siete años desde que empezó a trabajar con el matadero de Sabiñánigo. La primera matacía se realizó el 4 de junio del 2012.

Luis Cabrero, director de frescos de esta empresa, explica que desde ese primer día "el número de animales sacrificados en el matadero de Sabiñánigo han sido 70.696. De estos, 69.488 han sido de ovino, 518 de caprino, 462 de vacuno y 228 de equino. El total de kilos casi llega al millón, concretamente han sido 981.577 kilos. A destacar del total, los casi 760.000 kilos de ovino".

Luis Cabrero argumenta que la filosofía de Cabrero e Hijos "es seguir apostando por ganaderos de la zona, por la calidad de sus animales y por el trato que les dan a la hora del sacrificio en el matadero".

En este sentido, explica que los animales son transportados por los propios ganaderos a las instalaciones del matadero de Sabiñánigo. "Viajan en unas condiciones muy óptimas, ya que no hay grandes camiones que aglutinan un gran número de cabezas y, por lo tanto, no sufren daños que luego se nota en la carne. También hay que destacar el buen trabajo de los empleados del matadero que, además de haber incorporado más personal, se han adaptado muy bien a nuestra forma de trabajo", comenta.

En cuanto a las propias instalaciones del matadero serrablés, el director de frescos de Cabrero e Hijos explica que hace unos años se llevaron a cabo unas mejoras en el interior. "No son suficientes para tener un matadero en condiciones y acorde a los tiempos que corren. Creemos, tanto empresa como ganaderos, que se necesita urgentemente el replantear la construcción de un matadero nuevo en otra ubicación", destaca.

A este respecto, incide en que en pleno siglo XXI "no puede haber un matadero en el centro de un municipio al que para llegar haya que atravesar un paso subterráneo, con los inconvenientes para los vehículos pesados. Además, los corrales, parte importantísima del bienestar animal, hay que mejorarlos, al igual que una zona de descarga acorde al número de animales que ahora entran allí. Todos estos problemas repercuten en la calidad de la carne", concluye.