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ALTO ARAGÓN - FAUNA SALVAJE

Dos franceses abandonan su acampada al escuchar "gruñidos de oso" en plena noche

Los excursionistas se refugiaron en una ermita cerca de Germ, en Francia

Dos franceses abandonan su acampada al escuchar "gruñidos de oso" en plena noche
Dos franceses abandonan su acampada al escuchar "gruñidos de oso" en plena noche
S. E.

HUESCA.- Dos excursionistas franceses se llevaron un buen susto la pasada noche del domingo al lunes cuando escucharon los “gruñidos de un oso” mientras acampaban en el valle del Louron, en una zona que queda frente al valle de Chistau, en los Pirineos franceses.

Los montañeros aseguran que oyeron a un oso y tuvieron que salir huyendo hacia la localidad más cercana, Germ, donde pasaron la noche refugiados en una ermita que encontraron de camino.

El diario francés La Depeche recoge la noticia en un artículo en el que los excursionistas cuentan su azarosa historia. Al parecer, los dos amigos estaban recorriendo los senderos del GR 10, entre Bagnères de Luchon y Luz Saint Sauveur, cuando llegaron a la cabaña de Ourtiga, a 1.600 metros, dispuestos a pasar la noche.

Tras montar el campamento, alrededor de las 21:30 horas escucharon un “ruido terrible” que parecía ser un gruñido, a continuación oyeron otro más cercano y a los treinta segundos un tercero que “congeló nuestra sangre”, dicen.

Sin pensar mucho más, los dos amigos se calzaron los zapatos sin tiempo de ponerse los calcetines, cogieron una linterna y emprendieron la huida hacia la localidad más cercana, Germ, pero de camino encontraron una ermita y optaron por pasar la noche en la capilla.

Al día siguiente regresaron al campamento para ver cómo estaban sus pertenencias y encontraron todo tal y como lo dejaron, al parecer el animal no llegó a acercarse al lugar.

Desde la Oficina Nacional de Caza y Fauna Silvestre francesa (ONCFS) piden a los excursionistas que contacten con ellos para poder llevar a cabo un control del terreno. Los técnicos de la ONCFS ponen en duda que se tratara de un plantígrado, consideran que pudo ser un ciervo que había sido molestado o llamaba a una hembra, porque en circunstancias normales los osos no gruñen ferozmente, indican. Oso o venado, lo cierto es que a estos excursionistas franceses tardarán en olvidar aquella noche de acampada.