Aragón

ALTO ARAGÓN - COMUNICACIONES FERROVIARIAS

¿Inversión o retroceso? La vía de doble sentido de Renfe para el Canfranero

Mientras se mejoran la vías y se apuesta por la reapertura de la conexión con Francia, la línea sigue viendo cómo se deteriora el servicio

¿Inversión o retroceso? La vía de doble sentido de Renfe para el Canfranero
¿Inversión o retroceso? La vía de doble sentido de Renfe para el Canfranero
J.L.F.

HUESCA.- Ángel García es un usuario habitual de la línea de ferrocarril del Canfranero, la que va de Canfranc a Zaragoza. Vive en Ayerbe desde hace 20 años, pero tiene casa en Zaragoza y, como no conduce, cuando tiene que bajar a la capital aragonesa coge el tren que sale a las 8 de la mañana de su pueblo. En todo este tiempo, ha visto cómo se ha ido deteriorando el servicio en esta línea de un valor simbólico y de gran potencial para Aragón si se consigue la reapertura de la ansiada conexión con Francia.

El último golpe a los pueblos por los que pasa el Canfranero ha sido la suspensión de la venta presencial de billetes, medida que ha sido suspendida esta semana temporalmente, pero que, si nadie lo remedia, llevará a la instalación de máquinas expendedoras de billetes.

"Tampoco ha estado nunca bien esa línea, pero por lo menos llegabas a la estación y había un poco más de alegría, había más gente, había el señor del cambio de vías que se ponía la gorra para despedir el tren, cambiaba las líneas, te daba billete, comentabas... Yo qué sé, había una cierta atención", recuerda Ángel con cierta nostalgia. "Ahora es que es absurdo: hay un señor ahí que ya no da billetes y yo creo que ni los buenos días. La siguiente es ponernos una máquina, con lo cual supongo que llegaremos ahí y hablaremos con la máquina".

La responsabilidad de la venta de billetes es de Renfe, puesto que es la empresa ferroviaria pública la que presta el servicio, pero quien tiene el personal sobre el terreno para poder hacerlo es Adif, la propietaria de las estaciones. Hasta ahora era ésta la que hacia la venta directa de billetes, merced a un acuerdo con Renfe que venció el pasado 31 de diciembre.

Desde el 1 de enero, Adif dejó de dar el servicio a todas aquellas con menos de 100 pasajeros de media al día, lo que afectó a unas 140 pequeñas y medianas estaciones en toda España, cinco de ellas en Huesca, todas en la línea del Canfranero: Canfranc, Jaca Sabiñánigo, Ayerbe y Tardienta.

Tras dos semanas de tira y afloja entre las dos compañías estatales, y merced al acuerdo entre el PSOE y el único diputado nacional de Teruel Existe, Tomás Guitarte, esta semana Adif volvió a vender billetes en la mayoría de estas estaciones, pero solo es una medida temporal hasta que Renfe finalmente instale las máquinas.

Sin embargo, para usuarios, ciudadanos en general y autoridades locales, esto no es más que otro paso atrás en un servicio de transporte de pasajeros por ferrocarril cada vez más deficiente. Un tema delicado particularmente en momentos en que se habla tanto de la España vaciada y de luchar contra la despoblación en el medio rural.

"Desde luego no es una apuesta por un mayor uso de este transporte", advierte la alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández. "Y tampoco creo que sea una apuesta por el empleo en el mundo rural. Creo que todos estamos haciendo esfuerzos para mantener los servicios y mantener población en todo el territorio y creo que en este sentido Renfe no está apostando por ese mantenimiento de empleo en la España de interior".

ESTACIÓN CERRADA

Lo saben bien en Tardienta, donde además de quedarse sin venta directa de billetes, algo que ya llevaba un año sucediendo, han visto cómo se jubilaba el jefe de estación y hasta ahora no ha sido reemplazado, con lo que su vestíbulo lleva cerrado casi tres semanas. "Aquí el problema es que desde el día 1 de enero de 2019 ya no se vendían billetes. Estaba el jefe de estación, pero ya no le dejaban vender. Después pusieron aquí tres chicas en noviembre en la taquilla y ahora, el día 31, de golpe y porrazo se ha cerrado todo", se lamenta Consuelo Asín, la propietaria del bar de la estación. "En el pueblo la gente está molesta, porque, encima de que no hay billetes, la estación está cerrada", indica la mujer, que es quien a menudo tiene que indicar a los pasajeros no habituales dónde tienen que coger su tren. "Ya no es el problema de que tengan que comprar el billete al revisor. Lo peor es que muchas veces la gente está ahí que no sabe dónde tiene que ir. Los del pueblo sí saben en qué andén para su tren, pero hay gente que viene de fuera que está ahí que no sabe dónde tiene que ir", explica

Consuelo, que lleva 22 años con el bar, recuerda los tiempos de los Talgos y cuando por Tardienta pasaba la vía principal Madrid-Barcelona: "La gente de Huesca que se tenía que ir a Madrid y Barcelona todo el mundo venía aquí a coger el tren. De Huesca y de toda la redolada: toda La Hoya y todo Monegros". Pero "aquí fuimos para atrás desde que pusieron el dichoso AVE", sentencia. "Ahora de golpe y porrazo han cerrado la puerta sin ninguna explicación y esto está muy desangelado", comenta. "No sé si va a poner un nuevo jefe de estación. A mí me da que no".

En los otros pueblos afectados, tampoco se muestran muy esperanzados. "Si el poco personal que ya tenemos en las estaciones lo quitan, las indicaciones no son muy halagüeñas", asegura el alcalde de Ayerbe, Antonio Biescas. "Para nosotros es un servicio mínimo importante, porque nos comunica con las dos principales capitales de Aragón: Huesca y Zaragoza".

"Yo entiendo que con ocho billetes de media es difícil mantener a una persona, pero si no apostamos por dar esa calidad el servicio se va a ver perjudicado y tenderemos a que cada vez menos gente lo use", lamenta el primer edil. "A veces no hay que mirar solo lo económico. En el mundo rural, si fuéramos a mirar solo eso, los servicios en muchos sitios son deficitarios".

El tema de los usuarios parece una pescadilla que se muerde la cola. Según Renfe, Canfranc tiene una media de 18 pasajeros al día, Tardienta 27, Jaca 14, Ayerbe ocho y Sabiñánigo cinco. Sin embargo, para los defensores del ferrocarril, esas bajas cifras son más atribuibles a la mala calidad del servicio que a la escasa población. "No es que no haya población que use el tren, lo que pasa es que el tren está dando un servicio malo, con mucho más tiempo de viaje y con incidencias prácticamente todos los días. Eso disuade al potencial viajero de acudir al tren", asegura Benjamín Casanova, miembro de la Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco). Pone como ejemplo el caso de Jaca, que "tiene como nueve o diez autobuses diarios con Zaragoza". "Por lo tanto no es que no haya potenciales viajeros, es que el servicio que se está dando en la línea de Canfranc por ferrocarril hasta Jaca son casi tres horas y media, y en autobús, dos horas y pico".

POTENCIAL TURÍSTICO

Para Casanova, la prueba de que el Canfranero está infrautilizado es que "este verano ha subido el número de viajeros en la línea, aun con las condiciones que hay". "La línea de Canfranc por sí sola atrae al viajero. El turismo en la línea de Canfranc es evidente que funciona y funcionaría mucho más si en vez de ir un tren destartalado de hace 40 años fuéramos en un material moderno, con enchufe para cargar móviles, que es lo que llevan los trenes normales. Si el viaje fuera de menos tiempo y en mejores condiciones de material, evidentemente habría más gente", argumenta.

"Si hubiera mejor servicio probablemente habría también más gente", coincide Ángel García. "Los horarios no ayudan en ningún caso". "De Zaragoza a Canfranc son casi cuatro horas. Eso es una aventura. Si quieres vivir una, no te hace falta el Transiberiano, te subes al Canfranero y ya. Pero como tengas prisa para hacer alguna gestión, olvídate. Como servicio público deja todo que desear", se queja.

"Un servicio mejor tendría más usuarios y sería más sostenible", defiende también Antonio Biescas, para quien se trata de "una vía que tiene muchas posibilidades de crecimiento". Por ejemplo, señala, "los fines de semana y en verano lo usa bastante gente para subir a la montaña, pero eso hay que potenciarlo, hay que darle más visibilidad y proyectarlo más".

En ese sentido va una propuesta realizada por Crefco para hacer una ruta turística en tren que conecte Ayerbe, Sabiñánigo y Jaca siguiendo el ejemplo del Tren Geológico. Este proyecto de la comarca de La Hoya aprovecha el tren que pasa por Riglos y La Peña para ofrecer un tour que incluye una explicación histórica en el tren y un recorrido senderista con un guía entre ambas localidades desde un punto de vista geológico. La demanda suele cubrir las 55 plazas que se ofertan en cada viaje, un fin de semana cada mes de mayo a octubre, y atrae a visitantes incluso de otras comunidades que vienen de propio para esta ruta.

"Sería darle vida tanto al ferrocarril como a toda esa ruta turística que hay en la zona. Sería para visitar Ayerbe, con el centro de interpretación de Ramón y Cajal, Sabiñánigo con su museo etnográfico y Jaca, visitando la Catedral", explica Benjamín Casanova.

"Nosotros lo veríamos con buenos ojos, por supuesto", afirma el alcalde de Ayerbe. Supondría "darle al tren vida de alguna forma". "Tenemos muchos recursos para podérsela dar y generar oportunidades y economía con el corredor del Canfranc. Si hace 100 años fue una oportunidad, ¿por qué ahora no lo puede ser?", se pregunta.

Recuperar la línea del Canfranero mediante la comunicación ferroviaria entre Aragón y el sur de Francia por Canfranc, interrumpida desde 1970, es también un objetivo largamente añorado por los pueblos de la ruta y una apuesta de los gobiernos de Aragón y de la región francesa de Aquitania. "Sería interesante para todo el corredor del Canfranc. Si conseguimos abrir a Francia nos estamos metiendo ya en continente europeo y eso te abre posibilidades", sostiene Biescas, que reconoce que se está invirtiendo dinero en la vía. Por ello, no entiende que se siga deteriorando el servicio: "Si mejoramos las vías y quitamos los trenes, no ganamos nada".

"A mí me resulta curioso que se esté abogando por la rehabilitación de la línea Canfranc-Zaragoza y que paralelamente se estén recortando desde Renfe unos servicios que precisamente lo que harían sería reforzar la necesidad de invertir dinero en esa línea", indica en el mismo sentido Berta Fernández.

Para Casanova, cuya asociación lucha precisamente por la reapertura de esa comunicación con Francia "en Aragón no somos conscientes de tener una línea ferroviaria que nos posibilitaría la comunicación directa con Europa". "Deberíamos serlo porque eso beneficiaria no solo a las empresas aragonesas que importan y exportan sino para hacer el corredor Madrid-Zaragoza-Canfranc o uno desde el Levante por Teruel y Zaragoza hacia Europa", advierte.