Miguel Gracia critica el no de los regantes a dialogar

HUESCA.- "Los regantes tienen que ser los primeros y los más interesados en hacer las cosas con el acuerdo" respecto al Pacto del Agua, dijo este lunes el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, quien criticó la negativa de la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón a acudir a la Mesa de Diálogo del Agua anunciada este sábado por el presidente de Aragón, Javier Lambán.

Ante la tormenta desatada por la intención de Lambán de revisar el proyecto del embalse de Biscarrués, Gracia consideró que "es fundamental hablar y buscar soluciones para todos los actores", desde los regantes a los empresarios que están fomentando el turismo de aventura en el tramo el río donde está previsto el embalse, lo que ha generado una recuperación demográfica de la zona.

"Es verdad que llevamos más de 30 años con el conflicto de Biscarrués", declaró, pero agregó que "esto ha cambiado mucho" desde entonces. "Ha cambiado con el cambio climático, con el tema de la propia regulación de los ríos, con la despoblación... que son cuestiones que hacen más difícil el tema de Biscarrués", apuntó Gracia, quien defendió que la búsqueda de alternativas "siempre tiene que ser dentro de esa mesa de diálogo". El presidente provincial puso como ejemplo el acuerdo al que se llegó en el caso del Canal de Aragón y Cataluña: "Se superó un conflicto tremendamente difícil, como era el tema de Santaliestra y hoy tienen todo el sistema en marcha y absolutamente cerrado".

Gracia indicó que las aspiraciones de los regantes son "legítimas" y estos son unos usuarios "muy importantes" del agua, pero "unos usuarios más". "El agua no es de su propiedad, hay otros usos y otros intereses en el río y en el sistema", sostuvo.

Desde el ámbito político, el Partido Popular de Aragón secundó la posición de Riegos de Aragón y rechazó la mesa de diálogo anunciada por Lambán. Su portavoz en las Cortes, Ramón Celma aseguró que no tiene "ningún interés" en "negociar nada más allá de lo que recoge el Pacto del Agua".

Celma aseguró que este "está modernizado y adaptado a la situación de cambio climático que tenemos en estos momentos" y acusó al presidente regional de poner en cuestión "el futuro y la prosperidad que han traído las más de 300.000 hectáreas de regadío que se han desarrollado en Aragón gracias a las obras del Pacto del Agua".

El diputado popular tachó de "incoherente" el planteamiento de revisar el Pacto porque mientras ""no paramos de oír hablar de despoblación", se pretende abrir un debate que solo "aumenta la desesperanza entre las personas del medio rural".

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos en las Cortes, Daniel Pérez, dijo que su partido estaba abierto al diálogo y aceptó que "el Pacto del necesita un actualización a la nueva coyuntura", pero exigió a Lambán aclarar " hasta dónde se quiere llegar, en qué términos, de qué manera, hasta qué punto se preserva, se salvaguarda el espíritu inicial de ese pacto". Se negó, sin embargo, a "entrar al juego de cualquier subterfugio, apaño, intento de echar pelota para adelante con tal de no generar fisuras o fricciones entre los cuatro partidos que apoyan al actual Gobierno de Aragón.

Uno de los representantes de esos partidos, Arturo Aliaga, vicepresidente autonómico y presidente del Partido Aragonés (PAR), defendió que "se pueden hablar las cosas, pero no paralizar obras que están en marcha, que vienen del consenso, de pactos y que están presupuestadas".

"Si estamos predicando" contra la despoblación "y no conseguimos los regadíos que están expectantes y que se desarrollen las obras que están acordadas y que llevan su cauce, estamos defraudando a mucha gente", añadió Aliaga, quien respecto a los proyectos que están en la vía judicial, como el de Biscarrués, abogó por esperar a que "resuelvan los tribunales".