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DOMINGO - COSAS DE CASA

El histórico Molino de Aceite de Benabarre

Construido a principios de los años 30, estuvo en funcionamiento hasta la campaña de 1975

El histórico Molino de Aceite de Benabarre
El histórico Molino de Aceite de Benabarre
E.F.

El Molinode Aceite de Benabarre es uno de los dos con los que contaba la localidad. Construido entre 1932 y 1933 y probablemente reformado en 1949, estuvo en funcionamiento hasta la campaña de 1975.

Tras ser cedido al Ayuntamiento, el molino se rehabilitó conservando su maquinaria y herramientas originales y permite ahora conocer un aspecto más del pasado cultural y social de la capital cultural ribagorzana.

Al parecer, el régimen del molino de Benabarre, visitable contactando con la Oficina de Turismo de la localidad, era una Sociedad de Bienes y su producción se destinaba al consumo propio.

Sin embargo, una vez obtenido el abastecimiento anual de aceite, los excedentes de aceituna se podían vender al propio molino y éste continuaba produciendo aceite que luego comercializaba entre otros usuarios que no poseían olivos.

Cedido al municipio por Ismael Barceló Viñuales e Hilario Lledós Palau, propietarios de este molino de aceite, su transformación en centro interpretativo se realizó en los años 2012-2013. Gracias a ello, hoy podemos visitar este molino y conocer su funcionamiento.

Una vez en el interior, encontraremos un área de bienvenida seguida de los dos espacios principales: la sala de molienda y la de decantación.

Ambas conservan la mayoría de sus máquinas y herramientas que, acompañadas de paneles interpretativos, nos ayudarán a conocer cómo se elaboraba el aceite hasta no hace tanto tiempo.

Todo el molino funcionaba mediante corriente eléctrica transmitida por un motor y distribuida a la maquinaria a través de un sistema de poleas y de ejes subterráneos.

En la sala principal, la de molienda se encuentra la batidora, que consta de dos piedras verticales talladas en granito que giraban sobre la piedra solera, triturando las aceitunas antes de prensarlas.

Para facilitar las labores de molturación, prensado y decantación, el molino contaba con una caldera alimentada por piñola (hueso de oliva con restos de aceite) y cáscaras de almendra, entre otros combustibles.

En las esportas o capachos (esteras circulares de esparto) se distribuía la pasta de aceitunas machacadas.

Las pilas de esportas se transportaban de la batidora a la prensa en vagonetas que se desplazaban por las guías marcadas en el suelo.

Una de las máquinas más interesantes es la bomba hidráulica de tres pistones, cuya función era transmitir presión al gran pistón de la prensa hidráulica, la encargada de prensar la pasta de aceitunas.

En el otro espacio, la sala de decantación, se conservan las ocho pilas en las que se separaban los componentes del líquido prensado: el aceite, el agua de vegetación (o alpechín) y los residuos sólidos, así como un sistema de calefacción a través de radiadores que facilitaba el proceso.

Allí estaba la tolva o guansa, embudo al que se vertían desde el piso superior las aceitunas.

Gracias a ella, el molinero podía controlar la cantidad de aceitunas que se introducía en la muela. Al parecer, la tolva se añadió al conjunto original como parte de la modernización del molino.

En Benabarre, el llamado "mestre" controlaba el proceso de filtrado y reparto del aceite. La separación de los líquidos se realizaba de forma natural, simplemente dejando que la mezcla reposase.

El aceite obtenido presenta una tonalidad amarilla verdosa que al cabo de unos meses se transformará en dorada brillante.

Mediante alcuzas o jarras, el aceite se envasaba en recipientes cilíndricos de boca estrecha con la ayuda de embudos.

Estos instrumentos (jarras, recipientes y embudos) solían ser de hojalata. Una vez en casa, el aceite se almacenaba en envases bien cerrados, en un lugar oscuro y fresco, debiendo consumirse en un año preferentemente.

Puesto que todo el proceso se realiza durante los meses más fríos del año, este molino contaba con un sistema de calefacción que facilitaba la separación del aceite y el alpechín, impidiendo su congelación.

Como vemos, consta de dos grandes radiadores alimentados por la caldera de la sala de molienda.

Durante la restauración que se realizó al molino se encontraron muchas cáscaras de almendra en los túneles que discurren bajo la sala, donde se encuentra todo el sistema de ejes, engranajes y poleas que transmitían el movimiento a la maquinaria.

Probablemente, las cáscaras de almendra se utilizaban como combustible complementario para la caldera, alimentada principalmente de piñola o cospillo (hueso de aceituna con restos de aceite).