Aragón

ALTO ARAGÓN - PANDEMIA DEL CORONAVIRUS

Calculan que cerrará el 50% de las empresas de turismo activo por la crisis generada por el coronavirus

El estado de alarma "pilla" al sector justo cuando iba a arrancar la campaña

Calculan que cerrará el 50% de las empresas de turismo activo por la crisis generada por el coronavirus
Calculan que cerrará el 50% de las empresas de turismo activo por la crisis generada por el coronavirus
T.D.A.

HUESCA.- El sector del turismo activo de la provincia de Huesca vive "el peor escenario de los posibles", al margen de la crisis sanitaria en sí, por el momento del año en el que se ha decretado el estado de alarma: justo cuando las empresas o llevaban días abiertas o contaban las horas para iniciar una nueva temporada. Ya no solo es que no se haya iniciado, sino que ha dejado a 1.500 trabajadores directos en "stand by", ha suspendido de golpe y "sine díe" la entrada de ingresos en las empresas y está haciendo que, en muchos casos, se esté devolviendo el dinero de las reservas que había para las primeras semanas de la temporada que se están anulando.

La estacionalidad del sector, que únicamente trabaja entre mitad de marzo y septiembre, agrava su situación, ya que tiene un tiempo limitado para obtener ingresos económicos frente a otros sectores que trabajan durante todo el año.

El panorama no es nada halagüeño para las 382 empresas de turismo activo registradas en Aragón, de las que 283, es decir la inmensa mayoría, tienen su sede en la provincia de Huesca. Desde la Asociación Turismo Deportivo de Aragón (TDA), su secretaria, Chus Montañés, no duda en asegurar que esta crisis hará que el 50% de las empresas tengan que echar el cierre.

"Comenzar la temporada sin poder ganar ni un euro pero teniendo gastos es un varapalo muy gordo", señala Chus Montañés, que incide en que, "aunque más tarde se abra la temporada, los días siguen teniendo 24 horas, no podemos multiplicar la producción". Por ello, apunta que "recuperar" al final de la temporada lo que no se va a ingresar ahora no será posible, "habrá más o menos pérdidas dependiendo de cuándo podamos empezar a trabajar, pero recuperación, no". Y es que, aunque hay clientes que han aplazado su reserva para más adelante, "ya son plazas que cuando llegue el momento no vas poder vender". A esto se une, las cancelaciones que suponen tener que devolver el dinero.

Ahora no se puede estimar las pérdidas económicas ni empleos perdidos, aunque hoy por hoy no hay nadie trabajando. "Estamos a la espera" de cómo evolucione todo, aunque desde la ATD "calculamos que el 50 por ciento de las empresas van a cerrar", sentencia su secretaria, que apunta que el sector del turismo activo emplea directamente a 1.500 personas en todo Aragón, que ahora "estamos paradas", apostilla.

Chus Montañés reconoce que hay "mucha incertidumbre" sobre lo que pueden o no pueden hacer en sus negocios o sobre, por ejemplo, si los trabajadores fijos discontinuos que no habían llegado a ser contratados tienen derecho a alguna retribución.

A pesar de este poco reconfortante panorama, Chus Montañés no quiere dejarse vencer por el desánimo e invita a todo el mundo a visitar Aragón para disfrutar de su naturaleza y de un "destino saludable".

Desde Murillo de Gállego, Héctor Pérez, presidente de Gállego Activo, recuerda que el estado de alarma se decretó el 15 de marzo, "que es el día que normalmente iniciamos la temporada en Murillo de Gállego, por lo que nos ha cogido con todas la inversiones hechas para arrancar". Por eso, dice que para las empresas del sector "es el peor escenario de los posibles", porque esa inversión no se va a ver compensada, por el momento y no se sabe hasta cuando, por los ingresos de los clientes que contratan las actividades.

Héctor Pérez explica que habitualmente, los guías de las actividades se van incorporando durante la segunda quincena de marzo y conforme va aumentando la carga de trabajo se incorporan el resto de trabajadores. Este año, los empleados del sector (unos 200 directos en torno al Gállego) siguen en su casa.

Ante la incertidumbre que hoy por hoy existe sobre cuándo se podrá poner en marcha el sector, no duda en calificar de "muy difícil" cuando no "desastrosa" la temporada.

Añade que otros años para estas fechas, Murillo era un hervidero de visitantes y el parquin que solía acoger a decenas de autobuses y turismos hoy está vacío. Y es que, Murillo se ha convertido en primavera en destino de viajes de estudiantes, que este año o bien se han cancelado o se han aplazado a junio "con la incertidumbre de si los colegios estarán abiertos", apunta Pérez, que señala que entre los particulares también hay quien ha cancelado y quien ha aplazado. Pero en cualquier caso, asegura que "se está perdiendo un porcentaje de facturación muy grande cada día que no trabajamos".

"NOS FALTA QUE SE RECONOZCA QUE EL SECTOR ES NECESARIO"

La zona de la Sierra y los Cañones de Guara es, sin duda, todo un referente en la práctica del descenso de barrancos, por eso, el estado de alarma ha dibujado un escenario inaudito los días previos a la Semana Santa en las localidades y parajes de mayor atracción turística: todas las empresas del sector cerradas y sin turistas.

Laura Ventura, presidenta de la Asociación de Empresarios de la Sierra de Guara y socia de Guías de Bierge, expresa algunas reivindicaciones. "Esperamos que el Gobierno de Aragón y Turismo defiendan un sector estratégico como es el turismo activo en nuestra provincia, que genera puestos de trabajo y fija población, así como sinergias con el resto del sector ofreciendo las experiencias".

A su juicio, la Administración autonómica "podría recoger esa intención" en las líneas de ayuda que suele sacar financiando un tanto por ciento o en ayudas a fondo perdido.

Laura Ventura recuerda que el sector viene arrastrando algunas reivindicaciones. Una de ellas es equiparar el IVA que paga el turismo activo, del 21% actualmente, al del resto de sector, del 10 %, "que ya perjudicó tras las crisis del 2008 y que ahora agrava la posibilidad de recuperación".

La presidenta de los empresarios de Guara también lamenta que en los Erte (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) no se tenga en cuenta que el turismo activo no puede alargar la temporada, ya que está sujeto a un calendario (entre marzo y septiembre, generalmente) y a las condiciones del medio natural.

Ventura reivindica que "se nos identifique como sector y como actividad económica", que "existimos" y "que se nos pregunte cómo regularlo" "Para ser visibles nos faltaría que se reconozca que el sector es necesario y que como tiene unas particularidades merece la pena estudiar una ley de temporeros ("saisonniers" en Francia) con derechos y deberes, pero que flexibilicen la contratación y su proceso, y se proteja al sector", concluye la presidenta de los empresarios de la Sierra de Guara.