Aragón

ALTO ARAGÓN - COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN DE HUESCA

El confinamiento a consecuencia de la pandemia del coronavirus "pilla" al 87 % de los pueblos con banda ancha

La crisis del coronavirus ha frenado el plan de extensión de internet de calidad por el medio rural pero, aun con todo, se cree que se cumplirá el plazo y se completará en julio

La banda ancha llega a 300 pueblos y alcanza ya el 94 % del plan
La banda ancha llega a 300 pueblos y alcanza ya el 94 % del plan
E. P.

Sos y Beranuy, en La Ribagorza, o Morillo de Monclús y Charo, en Sobrarbe, son algunos de los últimos pueblos a los que ha llegado, justo antes del confinamiento, la banda ancha para mejorar el acceso a internet. La declaración del estado de alarma por la crisis de la pandemia del coronavirus (covid-19) ha frenado el avance del Plan de Extensión de la Banda Ancha en el medio rural de la Diputación Provincial de Huesca para llegar a 321 núcleos de menos de 20 habitantes. Con todo, ya está ejecutado al 87 % y quedan 42 localidades por concluir.

No obstante, la empresa adjudicataria Embou, del grupo Más Móvil, confía en poder completar el 100 % en julio, en el plazo previsto, según informa Etién Aldea, director de Marketing de la empresa aragonesa. Si bien los primeros meses, desde que comenzó a finales de 2018, el ritmo de implantación era más lento, después se aceleró de tal forma que iba por delante de las previsiones. Por lo tanto, considera que están en disposición de cumplir plazos. La inversión total es de 4.476.584 euros con un plazo de ejecución de 20 meses.

Al ser considerado un sector "esencial", han seguido trabajando, aunque en algunas poblaciones, en función de en qué punto estuviera la instalación, han decidido posponerlo a cuando acabe el estado de alarma. Queda, por ejemplo, la zona de Sallent de Gállego y Panticosa, adonde les gustaría haber llegado antes del inicio de la campaña de nieve, que finalizó antes por el estado de alarma. No pueden subir, entre otras razones, porque los alojamientos están cerrados.

Y, especialmente, se han empleado "a tope" en la atención al cliente porque ahora se usa la red muchísimo más. En general, según los datos que maneja Embou, el tráfico ha aumentado un 60 %; las descargas, un 120 %; la visión de plataformas como Netflix o HBO, un 80 %; y el uso de las redes sociales, un 100 %. Pero, además, otro de los datos significativos es que la utilización de las herramientas de teletrabajo ha aumentado un 500 %. "Se ha sobredimensionado todo y ha habido que adecuar las redes a los consumos, pero a nivel de telecomunicaciones, el confinamiento se está llevando bien", indica. Por ello, han aprovechado para hacer migraciones de tarifas a sus clientes para mejorarles las condiciones de acceso a la red desde los móviles y también con la fibra.

María Teresa Castillón, propietaria de la empresa de limpieza Sobrarlimp, ha sido una de las clientas de Embou que con la llegada de la banda ancha a la localidad donde vive, Charo, en el valle de La Fueva, ha podido mejorar su conexión. No obstante, en otras poblaciones, como en Morillo de Monclús, también en el mismo valle, como llegó justo antes del confinamiento no ha dado tiempo a que haya vecinos conectados.

Con el estado de alarma, "no hemos podido hacer las reuniones con vecinos que teníamos planeadas en los pueblos", lamenta Aldea. Normalmente, una vez que han instalado, convocan una reunión para exponer las condiciones del servicio a los potenciales clientes. "Nos gusta ir y hacerlo de forma presencial, porque se genera más confianza", indica Aldea. "Estamos muy contentos con la respuesta de la ciudadanía, por cómo se está desarrollando el programa y por la sintonía con la Diputación Provincial de Huesca. ¡Ojalá! se repitiera esto en otras diputaciones, pero no", resalta Aldea.

En muchas comarcas trabajan con empresas de la zona que son las que ejecutan la instalación y la comercialización. En el caso de Sobrarbe, se encarga Piritec, con sede en Aínsa. David Campillos, socio con Eduardo Beltrán, también está activo estos días para atender las necesidades de los clientes y mejorar el servicio.

El confinamiento ha llegado cuando se encontraban en pleno despliegue en localidades como Puyarruego. En el mismo municipio de Puértolas, los vecinos de Belsierre ya pueden disfrutar de la banda ancha que les llegó a finales de año. Próximamente, llegarán a Arcusa y Chisagüés. También tenían previsto iniciar una campaña para la comercialización, pero se ha quedado en suspenso.

En general, el compromiso del plan es ofrecer 100 megas en los núcleos urbanos, donde en la medida de lo posible se instala la fibra óptica, y 30 megas en los diseminados. Donde no se puede colocar fibra, se implanta con la tecnología Wimax, de radioenlaces. La Diputación Provincial de Huesca quiere continuar con una segunda fase del plan y, cuando este se complete en julio, sacar una segunda fase para núcleos de menos de 20 habitantes.

Mientras tanto, Embou, como iniciativa privada, quiere llegar a pueblos intermedios, de entre 500 y poco más de 1.000 habitantes, donde aún no se ha desplegado la fibra, como Boltaña, Grañén o Ayerbe, y así hasta un centenar en todo Aragón. En esa situación se encuentra Albalate de Cinca, donde iban a trabajar, pero en esta situación de emergencia sanitaria su alcalde indicó a la empresa que era más aconsejable que lo hicieran después para evitar generar inquietud entre los vecinos por la llegada de los trabajadores.

Pero, ¿por qué estos más grandes se quedaron fuera del plan de la DPH? Porque esta última institución, tras consultar con el Gobierno central y el Gobierno de Aragón, quiso llegar a todos aquellos núcleos que no estuvieran en ningún otro proyecto. Y la paradoja es que ahora hay pueblos pequeños con más calidad de internet que otros grandes a donde en ocasiones ha llegado la fibra hasta el pueblo, pero no se ha hecho el despliegue por las casas.