Aragón

TRIBUNALES

Las acusaciones piden que se aprecie la violencia de género en el asesinato de su mujer por su pareja en Zaragoza

Los hechos ocurrieron el 25 de junio de 2018 en el zaragozano barrio de Delicias

Las acusaciones piden que se aprecie la violencia de género en el asesinato de su mujer por su pareja en Zaragoza
Las acusaciones piden que se aprecie la violencia de género en el asesinato de su mujer por su pareja en Zaragoza
EFE

ZARAGOZA.- La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha celebrado este miércoles la vista para examinar los recursos presentados por las acusaciones y la defensa a la sentencia del denominado 'crimen de Delicias'.

Los hechos ocurrieron el 25 de junio de 2018, cuando David Pellicer estranguló a su pareja, Raquel, en el domicilio que ambos compartían en el zaragozano barrio de Delicias. Las acusaciones han apreciado la agravante de violencia de género y no la atenuante de confesión voluntaria como solicita el abogado del procesado.

El tribunal presidido por Fernando Zubiri ha celebrado la vista en la sede del TSJA. El condenado, que se encuentra en el Centro Penitenciario de Zuera (Zaragoza), ha asistido a la vista por videoconferencia sin llegar a intervenir.

El magistrado Francisco Javier Cantero, de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, condenó -el 29 de noviembre de 2019- a 23 años de cárcel a Pellicer, como autor del asesinato de su pareja, con la agravante de parentesco, y la privación de la patria potestad de su hija, menor de edad. El caso fue juzgado por un tribunal del jurado.

En la sentencia, Pellicer también fue condenado a indemnizar a su hija con 250.000 euros, a la abuela -madre de la víctima-, con 100.000 euros, y a los hermanos de la fallecida con otros 100.000 euros a cada uno. Además, a indemnizar al Ministerio de Hacienda con 58.872 euros, cantidad correspondiente a lo abonado por el Estado a la hija, menor de edad, como ayuda y asistencia como víctima de un delito violento.

Igualmente, se le impuso la prohibición de comunicarse por cualquier medio y aproximarse a menos de 500 metros de los lugares en que se encuentren la hija y la abuela, sus domicilios y lugares de trabajos, prohibiciones que tendrá una extensión de 24 años. Asimismo, el reo tendrá libertad vigilada durante cinco años.

"MACHISMO PURO Y DURO"

El fiscal, Carlos Sancho, ha negado que el autor, David Pellicer, tuviera intención de reconocer los hechos porque la esencia de esta figura jurídica es "el reconocimiento veraz, real y sincero de los hechos", lo que a su entender no ocurrió, preguntándose "si hay que premiar por el simple hecho de haber ido a las escalerillas" de la Jefatura. "Solamente se ha adelantado", ha zanjado.

Como el resto de las acusaciones, ha pedido la aplicación de la agravante de violencia de género, exponiendo que para incluirla "siempre que se demuestre la voluntad de agredir a la mujer ya es suficiente", remitiéndose a la doctrina del Tribunal Supremo. Ha subrayado que la actuación de Pellicer "es machismo puro y duro".

En representación de la acusación particular, el abogado Noé Gabás ha pedido que se aplique la agravante de violencia de género. "Entre el condenado y la víctima había una relación de 18 años" y Pellicer "no aceptaba la decisión de Raquel" de romper la relación y trató de reconducir la situación "recibiendo una negativa". Ha solicitado ampliar la pena hasta 25 años de prisión.

Ha subrayado que Pellicer "tenía pleno conocimiento de lo que estaba haciendo", por lo que ha considerado probado "el desprecio a la voluntad libérrima" de la víctima de romper. Ha agregado que "no tenía intención de confesar", sino que lo hizo "por el buen trabajo de los policías" y, de hecho, "le tienen que insistir".

El letrado de la Diputación General de Aragón ha expuesto que, como señala el Tribunal Supremo, la agravante de violencia de género guarda relación con "una situación de poder ejercido contra otra persona".

Ha requerido que el autor pague las costas judiciales de la representación de la Comunidad Autónoma, rechazando el criterio del magistrado que redactó la sentencia, según el cual se excluye "por ser notoria su retribución". Ha apelado al principio de legalidad porque "cuando hay una condena se imponen las costas al condenado" y que el Supremo ha establecido que deben pagarse las de la acusación popular cuando esta ha sido "determinante" en el proceso.

FACILITAR LA INVESTIGACIÓN

El letrado de la defensa, Leandro Ubieto, ha solicitado que se aplique la atenuante de confesión al alegar que esta consiste en "facilitar la investigación y ayudar reparar el daño causado", haciendo notar que el ahora condenado "sí hizo manifestaciones" a la Policía Nacional antes de que esta conociera los hechos, por lo que ha circunscrito su decisión de no declarar en sede policial al ejercicio de su derecho constitucional a no hacerlo.

Ha añadido que "un particular, después de ese acto -el asesinato- no va a tener la templanza necesaria como para ser cabal en sus declaraciones", recalcando que, en la escalinata de la Jefatura de Policía, entregó las llaves de la vivienda a los policías y reconoció que la había matado. Estaba insomne y había ingerido alcohol y estupefacientes, circunstancias en las que "no va a tener la presencia de ánimo necesaria para una confesión en todos los extremos tan exquisitos que piden las acusaciones".

"Poco menos que se exige de Pellicer una calificación jurídica de los hechos", ha lamentado su abogado defensor, quien ha insistido en que la confesión fue "veraz en lo sustancial", lo que "hace que se pueda reparar el daño causado". Además, el autor facilitó datos para que se pusiera en marcha la Ley de Protección a Víctimas de Delitos Violentos.

En opinión de Ubieto, la agravante de violencia de género no es aplicable a la conducta del autor ya que esta exige "dejar patente el sentimiento de superioridad sobre la víctima". Ha observado que, cuando ella le requirió que abandonara la vivienda, "él mismo se prepara las maletas para marcharse de casa". Además, "no se ha negado la autodeterminación" de la víctima, su "libérrima voluntad", ha agregado.

El letrado del reo ha pedido que no se le imponga el pago de las costas de la representación de la Comunidad Autónoma, afirmando que no debe ser así "cuando la función representativa sea superflua" y que "no se tienen que soportar las costas de todas las Administraciones que decidan litigar".

HECHOS PROBADOS

La sentencia señala como hechos probados que el autor mantenía una relación sentimental con una mujer, Raquel, con quien convivía desde 2001 y hasta el 25 de junio de 2018 en Zaragoza, teniendo una hija menor de edad con ella.

Raquel, con anterioridad al 24 de junio de 2018, simultaneaba dicha relación con otra, de duración no determinada, que mantenía con otro hombre, lo que no aceptaba Pellicer. A mediados de junio de 2018, la mujer le trasladó su intención de poner fin a la relación sentimental, fijando como fecha tope el día 25 del mismo mes.

CONSULTÓ VARIAS PÁGINAS WEB

Disconforme con llevar a cabo el abandono del domicilio, Pellicer preparó aun así su equipaje para irse. Además, desde el 18 de junio, consultó en Internet varias páginas sobre muerte por estrangulamiento y ahorcamiento y diversas técnicas de matar a una persona simulando un accidente y otras maneras de salir impune. También consultó varias páginas sobre depresión e ideas suicidas.

En la noche del 24 al 25 de junio de 2018, encontrándose la hija con su abuela en el pueblo de ésta, el autor intentó reconducir la situación entre él y su esposa, tratando de no abandonar el domicilio familiar, recibiendo por parte de Raquel una total negativa.

Acto seguido, encontrándose Raquel de espaldas, le rodeó el cuello con el brazo derecho, presionando fuertemente el mismo, y tapándole la boca y la nariz con la mano izquierda, todo lo cual produjo la fractura de las vértebras del cuello, lesiones que motivaron su muerte.

Tras matar a su compañera, permaneció en su domicilio, acudiendo posteriormente a la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza, manifestando a un policía de guardia que "creía que había matado a Raquel", facilitando las llaves del piso.