Aragón

ALTO ARAGÓN - CRISIS DEL CORONAVIRUS

Preocupación en Huesca por el perjuicio para el transporte que supondría el cierre de la frontera con Francia

El sector confía en que se mantenga abierta en vísperas de un paro patronal

HUESCA.- "Confiamos en que no se cierren la frontera con Francia y que las autoridades españolas hagan todo lo posible para evitarlo, porque si no el sector del transporte de mercancías y toda exportación se va a resentir de una manera importante", explicó Fernando Oliván, secretario general de la Federación Empresarial de Transportes de Huesca, ante el temor -"que siempre está", apuntó- de que el país vecino clausure sus fronteras para contener la propagación del virus.

Un nuevo cierre de los pasos fronterizos causaría "un importante perjuicio" a "todo el intercambio comercial con Francia que se genera en las zonas de Somontano, Sobrarbe y Ribagorza", especialmente "si cierran el paso de Bielsa", explicó Oliván, pues se incrementan los tiempos de desplazamiento y la distancia a recorrer.

Por ello insta a la administración a "evitar el cierre y garantizar la movilidad de las mercancías; es labor de las autoridades españolas con las autoridades francesas".

El sector "en principio" no se ha visto afectado por el retroceso a la fase 2 flexibilizada y que "es esencial".

Un temor, el del cierre de fronteras, que llega a escasos días de que se produzca el paro patronal del sector convocado por el Comité Nacional de Transporte para los próximos 27 y 28 de julio, y con un descenso en la actividad de un 30%.

Oliván confirmó que, "salvo que a lo largo de los días que quedan -las negociaciones con el Ministerio todavía están abiertas- la situación diera un giro importante, los días 27 y 28 se parará la actividad del sector del transporte de mercancías".

Un cese del servicio que está previsto secunden las cerca de 450 empresas de transportes -entre grandes empresas, pymes y transportistas autónomos- que hay en la provincia de Huesca- y que responde, según Oliván, "al hartazgo y el descontento con la administración y también con los clientes de los transportistas, los cargadores".

Cita falta de interlocución, por parte del Gobierno, con el sector o el abandono vivido "en conflictos ajenos como puede ser el bloqueo de las carreteras por los CDR catalanes en los meses de octubre y noviembre". También "el maltrato" que, según entiende el sector, han vivido los conductores durante el estado de alarma, a quienes "se les ha llegado a negar el acceso a servicios de higiene básicos", estando obligados también "a realizar labores de carga y descarga cuando no se disponían medios de protección adecuada obviando la normativa de prevención de riesgos laborales". Entre las reivindicaciones, están las del compromiso por parte de la administración a no establecer un sistema de tarificación por el uso de infraestructuras, prohibir por ley la carga y descarga con la participación del conductor de portavehículos o transporte de animales y el cobro obligatorio de los servicios de transporte en el plazo de 30 días.