Aragón

ALTO ARAGÓN - REBROTES DE CORONAVIRUS

"Los contagios dependen ahora de la responsabilidad individual"

Los rastreadores del sector de salud de Barbastro insisten en el uso correcto de la mascarilla, el lavado de manos constante y mantener el distanciamiento social para frenar nuevos brotes de coronavirus en la provincia

"Los contagios dependen ahora de la responsabilidad individual"
"Los contagios dependen ahora de la responsabilidad individual"
J.S.

HUESCA.- Los conocidos como rastreadores insisten en la importancia de hacer las cosas bien. "No basta con llevar las mascarilla, sino que es necesario usarla y quitarla correctamente, el lavado de manos debe de ser continuo y el distanciamiento social, real", son medidas clave que destacan los sanitarios altoaragoneses como única manera de frenar los contagios por coronavirus y en las que creen que se debe insistir ya que "si hay brotes es porque alguna de las medidas no se está cumpliendo", asegura Cristian Alquézar, responsable de la detección, vigilancia y control de la covid-19 en el centro de salud de Binéfar. Recuerda que "los contagios dependen ahora de la responsabilidad individual porque hemos pasado, tras el confinamiento, a combatirlo en la calle".

Es por ello que la figura del rastreador se ha convertido en esencial para el control de la epidemia de coronavirus, una función desempeñada en su gran mayoría por enfermeros profesionales que, a través de llamadas telefónicas y pruebas PCR, se encargan de diseñar el mapa de contagios para evitar nuevas transmisiones en el Alto Aragón.

En jornadas interminables, dependiendo del día y de la zona, estos sanitarios, que afirman estar felices por lo que hacen, tratan de localizar a todas aquellas personas que han podido entrar en contacto directo con un recién diagnosticado por covid. La búsqueda se centra en los contactos estrechos, es decir, según el protocolo del Gobierno de Aragón, en todas aquellas personas que han estado más de 15 minutos sin protección con la persona afectada en las 48 horas anteriores a ser detectado el positivo, en el caso de los asintomáticos, o a los dos días previos a notar los primeros síntomas, "lo que hace que sea más difícil de recordar la lista de las personas con las que se ha tenido relación directa", asegura Guillermo Acín, enfermero rastreador en el centro de salud de Barbastro.

Y es que en cuanto se obtiene un positivo, esa persona debe hacer una lista con el nombre de todas las personas con las que ha estado y podrían estar contagiadas. Médicos y enfermeros les ayudan en esa labor, pero son los sanitarios expertos en el control de la covid-19 los que saben reconocer, partir de lo que les dice el afectado, quiénes podrían ser susceptibles de contagio.

"La gente suele acordarse de con quién ha estado en las últimas 48 horas pero hay que desechar los que no son estrechos, solo interesan los casos en los que no se han mantenido las medidas de seguridad, a esos les citamos para hacer el PCR", manifiesta Guillermo, quien hasta hace unos meses se dedicaba a grabar vídeos publicitarios de hoteles en diferentes lugares del mundo con su propia empresa y a quien el confinamiento le pilló trabajando en Jamaica. "Enseguida volví a España, el 18 de marzo ya estaba en Barbastro, y dado que estudié Enfermería, me apunté a las listas del Salud para ayudar".

Según asegura Guillermo, "habitualmente, nos encontramos con grupos de amigos, familias y compañeros de trabajo, no hemos tenido que buscar anónimos". Su compañera en Barbastro, la enfermera Lucía Alamán, que hasta ahora trabajaba en el Hospital San Jorge de Huesca, puntualiza que ven muchos casos de entre 30 y 40 años, pero que el virus afecta por igual sin distinción de sexo, edad o raza.

Así que lo más complicado de su trabajo, al que dedican todo su tiempo, según Cristian, que ya pasó el confinamiento trabajando en el centro de salud de Binéfar, "es realizar la búsqueda de contactos de un positivo. No solo por el hecho de que es fácil que se olviden de algún nombre y hay que insistir y ayudarles a recordar, lo más complicado comienza cuando ya tienes la lista elaborada y hay que contactar con persona y explicarles que han estado en contacto con un positivo y que deben estar en casa en cuarentena. A veces no es fácil".

"Si no hay síntomas es más complicado que lo cumplan por eso se les explica que aunque el test salga negativo no quiere decir que no tengan el virus, pueden estar incubándolo por eso deben estar 14 días en casa o, si trabajan, esperar al día 10 para hacer otra prueba y confirmar el negativo para poder ir al trabajo", declara Guillermo.

Entre las "curiosas historias" que ven cada día, "afortunadamente aquí solo nos enteramos de los casos leves que no requieren hospitalización", apunta Lucía, destaca la búsqueda de un centro de salud en la provincia de Almería donde pudieran hacer un test a una persona que había estado en contacto con un positivo de Barbastro, y a otra que "cuando nos dimos cuenta ya estaba en Galicia, así que pasó las vacaciones encerrado" recalca Lucía, que lo sabe porque "en estos casos, al ser de aquí el positivo, el seguimiento es nuestro aunque esté en otra comunidad".

La mitad de la jornada la pasan haciendo pruebas PRC a posibles contagiados por un positivo confirmado y el resto haciendo llamadas.

Por un lado, telefonean a todas las personas de la lista de un caso afirmativo por la covid-19 para informarles y darles cita para que se hagan la prueba. En el caso de Barbastro "nos dieron a elegir y decidimos hacerlo al aire libre, en el antiguo colegio Pedro I, frente al centro de salud", expone Lucía.

Por otro lado, llaman a las personas que están en cuarentena en casa y se aseguran de que no salen. "Por suerte -asegura Cristian-, contamos con un gran equipo de trabajo, no es cosa de una o dos persona, en esto está implicado todo el centro y, además, contamos con la ayuda de los servicios sociales, Policía y Guardia Civil". Y hace hincapié en la labor de los Servicios Sociales, "hacen un gran trabajo para que la mayoría esté cumpliendo con las medidas indicadas". Los tres confirman que, en alguna ocasión, han tenido que recurrir a las autoridades por alguna persona que no se ha presentado a la prueba o que no estaba en casa en la cuarentena porque se trata de delitos contra la salud pública.

Sin duda, este trabajo es vocacional. Jornadas de diez o doce horas son habituales de lunes a viernes, además de las guardias el fin de semana porque estos tres profesionales, que pasarán sus vacaciones evitando rebrotes, son miembros del denominado "Comando Covid" del sector de Barbastro y se trasladan de urgencia al lugar donde se les necesita, ya sean empresas, ayuntamientos o residencias.

Por otro lado, destacan que ya no hay quejas por falta de EPI, "ahora cada vez que necesitamos algo, lo tenemos", dice Cristian, es más, desvela Guillermo, "tenemos más ayuda y han contratado más compañeros" tras los últimos casos registrados.

Ahora, insisten en la necesidad de ser cívicos y formar a la ciudadanía porque han detectado muchos casos en los que se actúa mal por desconocimiento.

Por eso, reiteran la necesidad de la puesta en marcha "de un programa para educar a la población en el uso correcto de la mascarilla, el lavado de manos y la distancia de seguridad, que explique que son las PRC o por qué es imprescindible la cuarentena aunque salga negativo el test y en ello estamos", asegura Cristian, quien además desvela que "sería necesario llegar con esta formación a todos los sectores de la ciudadanía visitando colegios e institutos, centros de mayores, ayuntamientos..." para esquivar el temido rebrote en otoño.