Discrepancias por el precio en lonja en el inicio de la recogida de la almendra

HUESCA.- La recolección de la almendra en la provincia de Huesca acaba de arrancar con la previsión de obtener una producción de 2.700 toneladas de fruto en pepita, en las 10.072 hectáreas productivas de las 13.459 con que cuenta en total el Alto Aragón dedicadas a este cultivo.

Ramón Guillén, responsable de Frutos Secos de Uaga en la comarca de la Ribagorza, asegura que se prevé una cosecha "similar" a la del año pasado, aunque habrá zonas que experimentarán un descenso porque los hongos han afectado más por las abundantes lluvias de la primavera.

El inicio de la cosecha coincidió con el estreno de la cotización de la almendra de manera oficial en la Lonja del Ebro y, en su primera sesión, celebrada el pasado lunes 24 de agosto, el valor marcado no dejó contentos a los productores. La organización agraria Uaga denunció la baja cotización, al fijarse un precio de 2,85 euros, "muy por debajo de la cotización registrada el año pasado por estas mismas fechas, cuando el precio de referencia era de 5,50 euros, casi el doble", lamentó, y aseguró que "no hay argumentos para fijar un precio de compra/venta tan bajo" cuando la previsión para esta campaña es similar a la del año pasado.

Uaga apuntó que en la mesa sectorial que establece el precio de referencia participaron ese día ocho miembros, de los que cinco representaban los intereses de la industria y tres a los de los productores, y añadió que "es precisamente este desequilibrio en la representatividad el que hace que los industriales fijen un precio favorable para sus intereses". Por contra, desde la Lonja de Ebro, tras aclarar que las lonjas no pueden fijar precios sino proponer índices de precios orientativos no vinculantes, rebatió a Uaga asegurando que la Mesa de Frutos Secos está compuesta paritariamente entre productores, comercializadores/ transformadores, con cuatro miembros por cada parte.

También dejó claro que las cotizaciones del inicio de la campaña pasada no pueden compararse con la actual situación "excepcional" debido a la pandemia, y estimó que puede mejorar a medida de que se produzca la recogida de la nueva almendra y de que se incrementen las ventas en los mercados nacionales y la exportación, condicionadas por la evolución de la covid-19 y la entrada de almendra americana.

Ramón Guillén insiste en que "no hay motivos" para fijar precios "tan bajos" cuando la almendra aún no se ha empezado a comercializar.

A su juicio, puede influir el "boom" que está experimentado el cultivo de la almendra, con "la plantación de millones de árboles, no solo en España, sino en otros países", lo que ha derivado en una "producción muy alta, quizá excesiva" sin que hayan tomado medidas al respecto, como en otros sectores como el de la vid, donde hay límites en la plantación de cepas "para evitar estas situaciones, teniendo la producción controlada y acorde al consumo". "Ha habido un aumento de la producción en un cultivo que es pluarianual, porque se planta, por lo menos, para 20 años", y desde Uaga piden algún tipo de control.

En el caso de la provincia de Huesca, en zonas frutícolas, cansados de la crisis que arrastran, han optado por cultivar almendra, "porque es de mejor manejo, llevaba buenos precios, necesita menos mano de obra y es rentable", y también en áreas de La Hoya de Huesca se están haciendo plantaciones en regadío y "con las nuevas variedades aseguran producciones".

Además de este aumento de la oferta, Guillén alude a la crisis económica provocada por la covid-19 que, a su juicio, está provocando que los precios de muchos productos agrarios o se mantengan o vayan a la baja. "El nivel de consumo no tiene por qué resentirse, una cosa es que no haya turismo, pero la población consume", señala.

Entiende, asimismo, que "hay movimientos especulativos" y considera que las políticas "dan la espalda" al sector primario, que se convierte en "pagano" de la situación.