Aragón

CASO TIRANTES

Los peritos de la defensa dicen que los golpes de Lanza no matarían a un hombre sano

Han recordado los antecedentes de hipertensión, obesidad y eventos cardíacos pasados graves

Los peritos de la defensa dicen que los golpes de Lanza no matarían a un hombre sano
Los peritos de la defensa dicen que los golpes de Lanza no matarían a un hombre sano
J.C./ EFE

ZARAGOZA.- Los peritos presentados por la defensa de Rodrigo Lanza en el juicio que se sigue contra él por el asesinato de Víctor Laínez han expuesto este jueves en el juicio que los golpes que recibió la noche del 7 de diciembre le provocaron la muerte porque tenía antecedentes médicos relacionados con el corazón y la respiración, y que es probable que no hubieran matado a una persona sana.

En la cuarta sesión del juicio que se lleva a cabo en la Audiencia Provincial de Zaragoza han declarado las médicas de Urgencias que atendieron a Laínez en el hospital después de la agresión y distintos médicos forenses, entre ellos los que realizaron la autopsia, un neurocirujano y un radiólogo. Uno de los médicos forenses aportados por el abogado de Lanza ha indicado que la causa "fundamental" de la muerte de Laínez fue un traumatismo craneoencefálico en el hueso temporal derecho con extensión al parietal, pero por si solo eso "no causa la muerte".

Ha recordado que la víctima tenía el "corazón enfermo", 734 gramos frente a los 455 que sería el paso esperado, que era "obeso, hipertenso y alcohólico, y tenía apnea del sueño y eventos cardíacos pasados graves", y estas características, a su juicio, fueron determinantes para que Laínez, después de la agresión, entrara en parada cardiorespiratoria, y que fue el tiempo que estuvo en esta situación, en dos ocasiones el bar Tocadiscos y en la ambulancia que lo trasladaba, lo que pudo provocarle después la muerte al no llegarle sangre al cerebro desde un corazón parado.

"Sin traumatismos el corazón no se hubiera parado, pero si no tuviera enfermedades previas, tampoco", ha expuesto, para insistir en que las lesiones craneoencefálicas "en la mayoría de los casos" no producen un paro. Estas consideraciones han sido rebatidas por los forenses que hicieron la autopsia a Víctor Laínez y por los peritos forenses aportados por las acusaciones. José Manuel Arredondo, director del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) y quien realizó la autopsia, ha precisado por su parte que la muerte se produjo "por un conjunto de lesiones" en la cabeza y la cara y considerar que el corazón es el culpable de la muerte "no tiene explicación lógica".

"Si con esos golpes no me asisten, me muero", ha enfatizado, al tiempo que ha recordado que una vez reanimado, el corazón de Laínez siguió funcionando, pero su cerebro, no. Respecto a las médicas que atendieron a Laínez en el hospital, la doctora Beatriz Virgos ha rechazado que el corazón se parara por una patología cardíaca. También se ha tratado en el juicio por el origen del golpe más importante que presentaba Laínez. Según la autopsia, presentada por Arredondo, la causa de la muerte fue un "severo traumatismo cráneoencefálico" compatible con haber recibido contusiones "de fuerte intensidad" y descarta que fuera por una caída, como sostiene la defensa.

El conjunto de todos los golpes, ha añadido el forente, es lo que lleva a una muerte "violenta y homicida" por lesiones "incompatibles con la vida". En ningún caso, han considerado los forenses de las acusaciones y la doctora que atendió a Laínez en la UCI, el hueso temporal se puede romper con una mano, pero sí con una patada, que debería propinarse con unas botas, o con un objeto romo y alargado. Esa es la tesis que defiende Arredondo, que ha dicho el golpe más fuerte tuvo que producirse con la cabeza inmóvil, porque, según un neurocirujano que ha declarado en el juicio, en el caso contrario se habrían percibido lesiones de rebote dentro del cráneo.

Pero probablemente, si solo hubiera recibido el golpe que le fracturó el temporal derecho y se hubiera desplomado, "seguramente no habría fallecido". Para el forense de la defensa, el golpe sí que es compatible con una caída, y si se hubiera utilizado un objeto, este tendría que haber sido plano, como una pala o la plataforma de un monopatín. Los forenses, dado el tiempo que pasó entre la agresión y el fallecimiento y que se le habían administrado líquidos y fármacos en el hospital, no realizaron análisis toxicológico de la sangre de Laínez.