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ALTO ARAGÓN - MEDIO AMBIENTE

Los tendidos eléctricos, principal causa de muerte para las aves rapaces

Ecologistas en Acción de Huesca recopila información sobre puntos negros de colisión y electrocución de aves

Los tendidos eléctricos, principal causa de muerte para las aves rapaces
Los tendidos eléctricos, principal causa de muerte para las aves rapaces
EFEVERDE

MADRID.- La electrocución es la principal causa de mortalidad no natural para muchas especies de aves protegidas, sobre todo de rapaces, según el "Libro Blanco de la electrocución en España", el primero que se publica sobre este tema.

Elaborado por la asociación conservacionista GREFA, por encargo del proyecto europeo AQUILA a-LIFE destinado a la recuperación del águila de Bonelli o perdicera, el estudio advierte de que los tendidos eléctricos con "diseños de riesgo" amenazan la consolidación poblacional de especies con tendencias positivas, como el águila imperial, y limitan la recuperación de otras con tendencias regresivas, como la propia águila de Bonelli.

El texto hace referencia a varios estudios científicos que vienen avisando de "la muerte masiva de aves por impactos contra tendidos eléctricos" desde los años ochenta del siglo XX y señala la necesidad de corregir "los apoyos eléctricos peligrosos" para evitarla.

Datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) indican que anualmente mueren electrocutados unos 39.000 pájaros, mientras que las CCAA contabilizaron 12.770 en el período entre 1990 y 2020 .

Una cifra notablemente superior es la aportada por la Fundación de Amigos del Águila Imperial, Lince Ibérico y Espacios Naturales Privados que en 2018 calculó, basándose en extrapolaciones, una mortalidad anual de entre 193.000 y 337.000 ejemplares.

Las aves rapaces son las más susceptibles a fallecer por electrocución -un 64 % del total-, aunque sólo un 7 % están catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción: águila de Bonelli, águila imperial y milano real son algunas de las más amenazadas, junto con ratonero común, búho real, cernícalo vulgar o buitre leonado.

El texto recuerda que ya en 2014 el MITECO estimó en más de 200.000 los apoyos eléctricos que debían ser corregidos en las 11 CC.AA. que entonces proporcionaron datos, pero una actualización incluida en este Libro Blanco eleva la cifra a más de 394.000.

Castilla y León -más de 162.000-, Aragón -más de 64.000- y Castilla-La Mancha -57.000- son las regiones con mayor número de apoyos peligrosos, según este documento, aunque no existen datos públicos de otras comunidades autónomas en las que se han registrado el mayor número de electrocuciones.

Así, desde 1990, los lugares donde se han producido más muertes por electrocución son Andalucía -4.391-, Castilla-La Mancha -1.539-, Aragón -1.484- y Cataluña -1.186-.

Un asunto "preocupante" y "claramente infravalorado" en este sentido son las correcciones defectuosas, consecuencia de "malas prácticas en el uso y en la instalación de materiales y elementos aislantes"

El informe indica que la financiación de las correcciones de estos tendidos "no puede basarse en fondos públicos" solamente -nacionales, autonómicos y europeos- porque en España, desde finales de los años setenta del siglo pasado hasta la fecha, el 42 % fue aportado por fondos privados de las grandes empresas de distribución de energía eléctrica.

Además, recomienda el uso de e-faunalert, una aplicación móvil gratuita creada por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN-MED) y la Fundación de Amigos del Águila Imperial, Lince Ibérico y Espacios Naturales Privados, que permite identificar y mapear puntos negros de colisión y electrocución.

El Libro Blanco recuerda que existen otras modalidades de contribución ciudadana como la red nacional de voluntariado de la Sociedad Ibérica para el Estudio y la Conservación de los Ecosistemas que desarrolla el programa 'Pon un tendido en tu punto de mira' o la iniciativa coordinada por Ecologistas en Acción de Huesca para recopilar información sobre puntos negros.