Aragón

ALTO ARAGÓN - TURISMO

La provincia de Huesca cierra tres días de afluencia escasa de turistas

Establecimientos y empresas hosteleras coinciden en que las actividad en el puente ha sido muy baja

La provincia de Huesca cierra tres días de afluencia escasa de turistas
La provincia de Huesca cierra tres días de afluencia escasa de turistas
G.A.

HUESCA.- El puente festivo de Todos los Santos en la provincia se ha desarrollado con una actividad muy escasa en los establecimientos hosteleros y centros turísticos, a pesar del buen tiempo que se ha registrado, debido a las restricciones de movilidad en Aragón y sus capitales de provincia y en las comunidades limítrofes, además de Francia por los rebrotes de la covid. En consonancia, el tráfico tampoco experimentó este lunes complicaciones ni incidencias reseñables.

La comarca del Alto Gállego, al igual que todos los territorios en las actuales circunstancias, ha vivido un puente de Todos los Santos muy atípico e inimaginable el año pasado por estas fechas.

El nivel 3 de alarma en Aragón y el confinamiento de Zaragoza y Huesca han reducido considerablemente la movilidad por el territorio.

Desde hace unos días los restaurantes que no tienen terraza están cerrados y los hoteles también han llevado el mismo camino. Algunos comentaban a este Diario que están empezando a recibir cancelaciones para los días de Navidad, Nochevieja o Reyes que habían reservado.

Los cementerios de la comarca este fin de semana han recibido las visitas de manera escalonada. En el municipal de Sabiñánigo se controlaba el aforo con una persona en la puerta.

El parque de Lacuniacha ha recibido las visitas de los vecinos de la comarca, principalmente, según comentaba a este Diario la directora del enclave, Raquel Betanzos.

Ahora hoteles y restaurantes tienen puestas las esperanzas en la campaña invernal, si deja la covid.

En la Jacetania, el puente registró una ocupación bajísima a causa del cierre del País Vasco, Navarra, Zaragoza y Francia, por lo que el sector turístico se centra en preparar la campaña de invierno.

Según Pedro Marco, responsable del grupo Inturmark, que en la ciudad de Jaca engloba el Hotel Oroel, el Gran Hotel y el Restaurante Cobarcho, "hay una incertidumbre enorme sobre lo que va a pasar", pero el sector mantiene "la ilusión de que con nieve en las estaciones de esquí y un protocolo covid, podamos trabajar con seguridad, como en el mes de agosto".

Para José Ricardo Abad, presidente de la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno (Fadi) y comerciante jaqués, es clave "transmitir las ganas de que este invierno sea lo más natural posible", aunque reconoce que "en este momento las cosas están muy complicadas, ya que al ser un territorio turístico y estar prácticamente confinados, no viene casi nadie del exterior".

Ante este panorama, entiende que "alguna ayuda para la hostelería y el comercio vendría muy bien". Igualmente, agradece "el esfuerzo de las estaciones de esquí" de Candanchú y Astún, pues "con todo lo compleja que está la situación y la desconfianza que tienen los clientes, están haciendo todo lo posible para arrancar la temporada en cuanto haya nieve". "Y esto -concluye- es lo que nos va a dar mucha vida a todo el territorio".

El puente de Todos los Santos casi ha sido un "no puente" a nivel turístico en Ribagorza. Las restricciones sanitarias, que solo permiten la movilidad dentro de Aragón y exceptuando las tres capitales aragonesas, han hecho que la afluencia haya sido casi simbólica, pese a que el animado aspecto de las terrazas pueda haber dado otra impresión.

En el valle de Benasque calificaban el puente de "muy tranquilo", ya que se ha seguido la tónica del pasado sábado con gente de excursión de un día y alguna segunda residencia. Las terrazas, eso sí, han presentado un aspecto de mayor movimiento del que en realidad ha habido. El buen tiempo ha invitado a salir a los propios vecinos y, al haber muchos establecimientos cerrados, los que permanecen abiertos han llenado sus zonas exteriores.

Esta misma situación se repetía en Graus, donde las terrazas abiertas, muchas menos de las habituales, tenían completo su aforo, pero la afluencia ha sido casi nula. Desde la Oficina de Turismo confirmaban que la afluencia ha sido bajísima, irrisoria, con 9 personas el sábado y ninguna el pasado domingo.

La oferta turística, que ya ha estado bajo mínimos estos días, se reducirá aún más, ya que algunos de los pocos establecimientos abiertos también tienen previsto echar el cierre de forma temporal a partir de este martes.

En la comarca del Sobrarbe, las sensaciones del puente festivo han seguido la tónica inicial de la baja actividad por las restricciones de movilidad.

La presidenta de la Asociación Empresarial Turística de Sobrarbe, Paz Agraz, subraya que el "poco movimiento de turistas, con un actividad mayoritaria de turismo de naturaleza, ha estado acompañada del buen tiempo y un otoño espectacular".

Y se refirió a que "las empresas de Sobrarbe están mentalizadas para cumplir todas las normas para poder retomar la actividad en invierno", ya con la vista puesta en que "el puente festivo de diciembre sea relativamente bueno". Los accesos al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido registraron el mayor número de vehículos en la jornada del domingo 1 de noviembre, con 347 en la pradera de Ordesa en Torla a diferencia de los 237 del sábado y los 126 del viernes. Según la directora de este espacio protegido, Elena Villagrasa, con esta situación "se está poniendo en valor el medio ambiente, la naturaleza y la salud". Durante estos días, matiza, "esperábamos una bajada radical de visitas y no ha sido así".

Recuerda que es obligatorio respetar las distancias, llevar mascarilla, recoger la basura propia, etcétera, para disfrutar de la estancia. Además el Centro de Visitantes ha reducido su aforo a 15 visitantes en lugar de los 30 iniciales.

En el castillo de Loarre, el número de visitas ha superado las 200 personas, "en un fin de semana en el que tendrían que haberse registrado 3.000 visitas", explica Roberto Orós, gerente de Loarre Turismo Activo S.L., quien ha tildado de "penoso" la afluencia estos tres días frente a las 3.500 del puente del Pilar.

A partir de ahora, explica Orós, "esperamos mantener el servicio de visitas al mínimo" para grupos de hasta seis personas". Por el momento, el castillo está abierto todos los días, excepto los lunes, en horario de 11 a 17:30 horas.