Aragón

ALTO ARAGÓN - COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Bolea, punto de partida de proyectos de vida y empresas innovadoras

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Bolea, punto de partida de proyectos de vida y empresas innovadoras
Bolea, punto de partida de proyectos de vida y empresas innovadoras
P.S.

HUESCA.- Antonio José Ponce ha cambiado Sevilla por Bolea para iniciar un proyecto de vida y empresarial en torno a los aceites esenciales, con Marta Luz Pinto, de Paraguay. Arturo Ferrer ha encontrado la manera de entrar en el sector primario sin arruinarse en el intento y cumplirá su sueño de tener ovejas en Bolea, donde se ha instalado con su mujer y su hijo de 9 años. Alba Castro va a volver a la singular Casa Castro del siglo XVI, de gran valor patrimonial, donde sus abuelos tuvieron una tienda, para producir ajo negro. Y Susana Orós apuesta por la transformación de la cereza para volver a su pueblo tres décadas después.

No es casualidad que todas estas historias se desarrollen al mismo tiempo. La clave está en "Holapueblo", el programa que promueve el Grupo Red Eléctrica y la empresa social Alma Natura, con la colaboración de la Diputación Provincial de Huesca para luchar contra la despoblación en el medio rural. El Ayuntamiento de La Sotonera es uno de los que se animó a participar con el reto por delante de volver a superar los 1.000 habitantes. Aunque aún les queda por hacer porque rondan los 900, es el lugar donde más éxito ha tenido esta iniciativa que se lleva a cabo también en Castilla-La Mancha y Castilla y León. Su alcaldesa, María Isabel Bailo, satisfecha por la respuesta, resalta las ventajas de una localidad que tiene todos los servicios, está muy bien comunicada y ofrece una red de internet de calidad, potencialidades que ofrece La Sotonera, especialmente su situación estratégica.

Hasta el momento, este proyecto ha ayudado a 30 personas en España a iniciar un cambio de vida, informan desde el Grupo Red Eléctrica. Ahora, ha sellado un acuerdo de nuevo con la citada empresa Alma Natura y Correos para poner en marcha la segunda edición del programa Holapueblo, que busca apoyar a emprendedores para asentarse en el medio rural y revertir el proceso de despoblación. El programa cuenta con una plataforma digital que pone en contacto a personas interesadas con los municipios que necesitan nuevos poblaciones.

ANTONIO JOSÉ Y MARTA CON SUS PLANTAS AROMÁTICAS

Antonio José, de 31 años, siempre tuvo curiosidad por vivir en un pueblo, por lo que se había inscrito en varias plataformas. "Me llegó la alerta de Holapueblo y me encajó muy bien con lo que quería: vivir en un pueblo y poder tener mi propio emprendimiento", indica. Entonces este sevillano estaba haciendo un voluntariado en el sur de Paraguay para ayudar a jóvenes emprendedores. Pero, ¿cómo un sevillano llega a Huesca? "Me hubiera gustado Andalucía por estar más cerca de la familia, pero siempre me atraía vivir cerca del Pirineo, porque hago escalada y senderismo", comenta.

Y allí se instaló en julio para llevar las piscinas del pueblo, y ahora perfila su proyecto de extraer aceites esenciales de plantas aromáticas de cultivo ecológico. "Por la covid se nos ha retrasado, porque nuestra primera idea era plantar en octubre", comenta, ya que su pareja llegó de Paraguay en septiembre y están con la documentación para que pueda trabajar.

"Me ofrecieron llevar las piscinas y me sirvió para conocer a los vecinos y tener una primera toma de contacto. Porque la gente, como yo desde Sevilla, lo puede ver como un sueño y cuando llegas darte una torta bien grande", comentó. "Pero estamos muy contentos. A veces llegas a casa y te encuentras en la puerta una canasta con tomates, con pimiento... Nos gusta la zona, tiene mucho por descubrir", indica. "La suerte que hemos tenido en Bolea es que el Ayuntamiento tenía una casa municipal", resalta.

Antonio José está acabando la carrera de Farmacia y su pareja Marta Luz Pinto, de 24 años, es ingeniera agrónoma, por lo que hacen el tándem perfecto. Apuestan por tres líneas de cultivo con plantas autóctonas: romero, salvia de Aragón y, la tercera, podría ser melisa, albahaca... Una de las razones por las que eligieron Bolea fue por la proximidad de la sierra Caballera o Gratal, ya que se plantean aprovechar el cultivo silvestre. Y todo se comercializará bajo el nombre "Esencias yvy", tierra en guaraní, en un guiño a la cultura de Marta Luz.

CEREZAS TODO EL AÑO CON SUSANA ORÓS

A Susana Orós se le ha ocurrido la manera de disfrutar de la cereza todo el año con mermeladas, compotas y puré concentrado... y dar una solución a la dificultad de vender toda la producción en poco tiempo. Es el proyecto con el que quiere volver a su pueblo, del que se fue hace más de treinta años. "Mi madre vive allí y cada vez me apetece más volver. Tengo un centro de educación infantil en Zaragoza y llevarlo todo a la vez es complicado, por lo que lo iré enfocando a esto", indica.

Su proyecto ya tiene nombre "Sweet Celi", a partir de la marca "Cerezas Celi" con la que su tío comercializaba el producto. Con su hermano, han comenzado a producir en ecológico, y ya han elaborado los primeros productos. "Este año hemos hecho en Zaragoza, porque aquí todavía no tengo instalaciones y ha tenido mucha aceptación", indica. "La verdad es que estoy emocionada porque me llena mucho estar aquí en la tranquilidad. Se ve más gente joven en Bolea, más niños... hubo años de más bajón, pero creo que se está dinamizando", dice.

OVEJAS CON ARTURO FERRER

Las ganas de trabajar en el campo, el deseo de que su hijo se críe en el pueblo, su compromiso con la ecología y el momento que vivimos con la pandemia de la covid son algunos de los "hilos", dice Arturo Ferrer, que se entrecruzan para que hayan tomado la decisión con su mujer Ana Pérez y su hijo Samuel Antón de ponerse ovejas y trasladarse a vivir a Bolea. "Llevamos muchos años queriendo ir a vivir a un pueblo pero es imposible trabajar en el sector primario si no te abren la puerta desde dentro, porque las inversiones son gigantescas", indica Arturo, que en Bolea ha encontrado una finca para gestionarla y trabaja sobre la idea para sembrar debajo de los almendros para generar el alimento.

"Nunca he tenido ovejas pero hace muchos años que me atrae e hice una formación en la Escuela de Pastores de Cataluña. Pretendemos entrar y no morir en el intento", apunta. Nacido en Tamarite de Litera, ha estado los últimos años en Zaragoza y trabajaba como autónomo en el sector de la climatización. Esa forma de trabajar no cuadraba con su objetivo "y decidí hacer un cambio de vida", indica.

"El proyecto Holapueblo una de las cosas más importantes que hace es ponerte en contacto con el Ayuntamiento y te recibe con cierto respaldo. Otras veces que nos hemos movido con propuesta de proyectos, si no tienes un padrino... adónde vas. Pero así todo ha sido mucho más fácil y el Ayuntamiento nos buscó un alquiler", reflexiona.

ALBA CASTRO Y EL AJO NEGRO

Alba Castro y Bran Figueroa van a convertir los ajos de los hortelanos de La Sotonera en ajo negro, tras el proceso de transformación sobre el que este último investiga, dentro de un proyecto de innovación tecnológica en Perú. Alba Castro nació en Barcelona, adonde emigró su padre desde Bolea, y va a hacer el camino inverso. Ahora, Bran investiga en Perú sobre las cámaras de maduración controlada, donde los ajos están tres meses, para conseguir el producto que multiplica por diez las propiedades nutricionales del ajo. Inicialmente, se plantean crear una planta de procesado y comprar ajos orgánicos y, en una segunda fase, cultivarlos.

El confinamiento les truncó los planes de retorno a España. Ella pudo volver este verano con un vuelo de repatriación y espera que él pueda llegar en Navidad. "Tenemos la idea de tener la base aquí, pero también estar en otros sitios", indica Alba, con ilusión por volver al pueblo donde pasaba las vacaciones en su infancia. "El programa Hola Pueblo nos ha ido muy bien para poner más sobre el papel la idea porque te ayudan a organizarla", destaca. "Si pudiera vivir de esto, no me importaría dedicarme, pero mientras tanto tengo un sueldo fijo -trabaja de maestra en Barcelona-", indica.

"Con esto de la pandemia, la gente quiere volver a una vida más sencilla. Creo que se puede volver a superar los 1.000 habitantes", confía Susana Orós.