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CORONAVIRUS

Repollés admite que el virus les pilló desprevenidos pero que han sabido reaccionar con rapidez

La consejera ha cerrado con sus comparecencia la comisión de estudio sobre la red de centros asistenciales de mayores de la Comunidad

Aragón pendiente de las consecuencias del puente para flexibilizar medidas
Aragón pendiente de las consecuencias del puente para flexibilizar medidas
S. E.

ZARAGOZA.- La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, ha admitido este lunes que la covid-19 les pilló "a contra pié" y puso en evidencia deficiencias estructurales, pero también que han sabido reaccionar con rapidez para garantizar a los usuarios de las residencias la atención que necesitan.

Repollés ha sido la encargada este lunes de cerrar, junto a la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, las comparecencias en la comisión especial de estudio sobre la red de centros asistenciales de mayores de la Comunidad por la que durante cuatro meses han pasado más de treinta representantes de la administración público, agentes económicos y sociales o de entidades del tercer sector.

Una comisión puesta en marcha para abordar soluciones a raíz del impacto de la pandemia en las residencias, espacios en los que de marzo a junio se detectaron casi 3.000 casos de covid-19 y 760 muertes de usuarios y más de 675 casos en trabajadores, ha recordado la consejera.

Repollés ha incidido en la alta tasa de población institucionalizada que hay en Aragón, la comunidad con un de los índices más altos de población anciana atendida en residencias: casi la mitad de la población con reconocimiento de grado 3 de dependencia y casi un tercio de la de grado 2.

Es por tanto, ha dicho, un grupo se salud en el que se unen los problemas de salud y de vulnerabilidad social.

La consejera también ha incidido en que se trata de un sector "sin un modelo único de criterios de estructura, funcionamiento o prestación de cuidados" y regulado por un decreto que data de 1992, cuando con la realidad social y demográfica era "muy diferente".

Según Repollés, la atención en estos espacios transcurría "con cierta normalidad y sin mucho ruido" hasta la llegada del coronavirus, una pandemia para la que, ha advertido, "nadie estaba preparado", que puso en evidencia deficiencias estructurales, en la dotación de personal y medios, de profesionales formados y especializados y falta de formación del personal en la prevención de la transmisión de enfermedades infecto-contagiosas en el entorno residencial.

"Nos pilló desprovistos de protección, formación y las estructuras de colaboración necesarias para su abordaje, se produjo mucha ansiedad en los centros, aislamiento de los pacientes y mucho dolor en las familias", ha lamentado Repollés.

En este sentido se ha referido al análisis realizado a finales de agosto que revela que la atención sanitaria y la coordinación con las residencias ha sido dispar, con diferencias según el entorno rural o urbano y el tamaño de los establecimientos.

"Todo el mundo ha dado lo mejor de sí" ha destacado Repollés quien ha reconocido el trabajo de los profesionales y el gesto de solidaridad de quienes doblaron turnos y cerraron para que no entrara el virus, así como del resto de sanitarios de Atención Primaria y Salud Pública.

Pero también considera que desde el Gobierno de Aragón se ha sabido reaccionar "de forma rápida", creando redes y sistemas de información necesarios "para sostener la situación y mitigar el impacto de la salud en las personas" y estrechando lazos de colaboración con el departamento de Ciudadanía para garantizar la atención a esta población con el fin de mejorar la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y proporcionarles la asistencia sanitaria que necesitan.

Entre otras acciones, Repollés ha citado la puesta en marcha de los centros covid, dispositivos intermedios para aislar a positivos y contactos y que también han servicio de apoyo al Hospital Clínico en momentos de alta presión hospitalaria, los equipos Edore para atender las residencias en los momentos de mayor crisis y detener los contagios o el programa SIRCovid.

Una herramienta que, ha explicado, muestra la situación de las residencias, extraer datos de la situación de la pandemia en cada momento y compartir la información y un registro normalizado de cada uno de los pacientes.

La consejera ha asegurado que durante este tiempo se han desarrollado experiencias "que pueden ser útiles en escenarios de crisis" para resaltar el valor de los cuidados en circunstancias en que las personas mayores precisan protección o apoyo, cuando presentan enfermedades crónicas o degenerativas, han perdido o tienen riesgo de perder su autonomía o se producen altas hospitalarias y se requieren cuidados de larga duración.

Así como para que las personas puedan ser cuidadas allá donde viven con los soportes sanitarios adecuados.