Aragón

ALTO ARAGÓN - COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

"Artieda guifi", la red social de jóvenes, mayores y teletrabajadores invitados

#CONTRALADESPOBLACIÓN

"Artieda guifi", la red social de jóvenes, mayores y teletrabajadores invitados
"Artieda guifi", la red social de jóvenes, mayores y teletrabajadores invitados
E.A./ ROORAL

HUESCA.- ¿De qué voy a vivir en un pueblo? Esa pregunta para muchos tiene respuesta: de lo mismo. Y entonces no hay excusa para no dar el paso. "Al final te das cuenta de que hay mucha gente por el mundo que puede trabajar desde cualquier sitio y eso es una oportunidad para el medio rural", apunta Luis Solana, alcalde de Artieda. Los vecinos de esta localidad jacetana crearon una asociación para sacar adelante el proyecto "Artieda guifi", una red de internet autogestionada que da servicio a más de 30 casas y cinco empresas locales. Sin esta red no hubiera podido desarrollarse la experiencia piloto de "Rooral" de llevar a habitantes ocasionales a teletrabajar unas semanas desde allí.

Para esa u otras preguntas, Artieda ha buscado respuestas. A través del programa Empenta Artieda, inició un proceso de participación a finales del año 2016 para detectar carencias y encontrar soluciones. De ahí surgió el espacio "coworking", el centro de ocio juvenil o el programa "Envejece en tu pueblo" para dar apoyo a los mayores y que puedan vivir más tiempo en sus casas y en su pueblo. La localidad ha tejido una red social, y no hablamos de la "guifi", sino que ha creado comunidad. Jóvenes y mayores compartían, hasta la pandemia, comidas semanales para fomentar la relación intergeneracional, por ejemplo.

Ahora, según explica el alcalde, Luis Solana, el proyecto Empenta Artieda se encuentra en un compás de espera debido a la situación sanitaria, pero se sigue trabajando para favorecer el asentamiento. Tras casi 15 años con una curva descendente en cifras de población, se ha llegado un punto de inflexión, y ya son 81 vecinos. Desde 2017, se han instalado 12 personas a vivir, según explica Víctor Iguácel, que ha trabajado como técnico del proyecto Empenta Artieda. Él mismo, después de estudiar y trabajar fuera, tomó la decisión de volver al pueblo en el que se crió. "Empenta Artieda fue un momento de ilusión para la gente de aquí, que quiso volver al ver que se había empezado a trabajar de forma participativa", comenta el alcalde.

Adrián Solana, de 29 años, nació y creció en Artieda y, como muchos jóvenes, salió a estudiar fuera. Hizo Periodismo en Barcelona y de ahí a Oriente Medio, el Norte de África... "Estaba en Chile cuando llegó a mis oídos el programa Empenta Artieda, y fue la ilusión de muchos jóvenes de mi generación de poder volver. Pero quería trabajar de lo que me gustaba y además que fuera sostenible", indica. Así nació "Cima Norte", una revista digital de montaña y naturaleza, que ha recibido el premio Félix de Azara 2020, que concede la Diputación Provincial de Huesca. "Sin internet de calidad, esto no sería posible. Se trata de que podamos competir en igualdad de oportunidades", indica. Su experiencia quiere que sirva para animar a jóvenes a impulsar proyectos desde su pueblo.

"Artieda guifi" ha sido "clave" para resolver un problema, porque internet es ahora "imprescindible", comenta el alcalde. Situado en la provincia de Zaragoza, no entraba en el Plan de Extensión de la Banda Ancha de la DPH. Esta era una de las condiciones que necesitaba el proyecto "Rooral" para echar raíces y despegar. Su objetivo: dar la oportunidad de teletrabajar desde el medio rural durante tres semanas. "Queremos ayudar a estos habitantes temporales para que vean si es un modo de vida que puede conectar con ellos, porque hay gente que fantasea con esa idea; y quizá encontrar el equilibrio entre lo urbano y lo rural", explica el bilbaíno Juan Barbed, que impulsa, junto a la malagueña de origen suizo Ana Amrein, este proyecto que quiere "tender puentes entre ambos mundos".

La experiencia piloto se llevó a cabo en octubre en Artieda, con nueve participantes de Galicia, Sevilla, Barcelona, Lisboa, Thailandia, El Salvador... Se va a repetir en Artieda y probarán también en La Rioja. "Para que fuera exitoso, buscábamos un pueblo que tuviera buen internet, espacio de trabajo, alojamientos y una actitud para acoger a estas personas y compartir su cultura", indica. Y en el ranking destacó Artieda.

"Vivimos el momento de la historia con más ruido y distracción y hay gente que quiere ir más despacio", apunta Barbed. "Si te enamoras de algo, lo acabas cuidando. Queremos una narrativa mucho más positiva del medio rural. Creemos que tiene muchos de los ingredientes para llevar una vida saludable", comenta. Incluso apuesta por que la gente no tenga que decidirse por pueblo o ciudad, sino que pueda alternar y haber "un equilibrio más sano".

"Fue una experiencia piloto que puede acercarnos a gente que podría quedarse y, además, genera economía en el albergue, casas de turismo rural...; se refuerza la vida de la comunidad y se intercambian ideas", valora el alcalde. "Todos estos proyectos son una forma de hacer comunidad. Es cierto que por la reivindicación de Yesa ya existía ese espíritu muy fuerte", indica. Ahora, el reto está en resolver el problema de la falta de vivienda.

"No podemos esperar grandes soluciones para los pueblos, porque no hay milagros. Queremos adaptarnos a los recursos de la zona y darles valor", indica Solana, en un momento en el que están trabajando para poner en valor un yacimiento romano.

"Tienen que ser modelos de comunidad que aporten calidad de vida, esa sensación de pertenencia que es complicada en el medio urbano, y hacer atractivo un modelo de vida participativo y más próximo al entorno", resume. "Nadie nos va a venir con una varita mágica. Tenemos que pensar en los problemas e intentar dar una respuesta", concluye.

VIVIENDAS DE "USO" Y OTRAS IDEAS

Jóvenes de Artieda que dieron el paso de volver buscan ahora la manera de asentarse con la creación de una cooperativa de viviendas de "uso" para resolver el problema de la falta de mercado inmobiliario. Es algo así como una fórmula innovadora, que tendrán que acabar de definir, a medio camino entre la compra y el alquiler, explica Víctor Iguácel, uno de los jóvenes que impulsan la idea.

Son ya 5 o 6, pero cuando trabajen más la idea, la presentarán al pueblo para conocer cuántas personas más estarían interesadas. Además, no solo se podrán quedar ellos -algunos viven ahora con sus padres- sino que incluso podrá haber más viviendas disponibles para acoger a nuevos vecinos.

"Hay gente que le gustaría quedarse pero, aunque hay muchas casas vacías, no hay cultura del alquiler. Y tampoco podemos pretender que llegue la gente y compre. Tendrá que haber opciones flexibles que permiten conocer el pueblo y quedarse", comenta Luis Solana. De hecho, Artieda cuenta ya con dos apartamentos y tres viviendas en alquiler y además ha mediado con dos propietarios para que alquilaran. Pero hace falta más.

Mientras tanto, Víctor Iguácel y otros jóvenes de Artieda están desarrollando proyectos, que pronto se darán a conocer, que les permitan vivir allí. Mientras todo esto se gesta, Iguácel trabaja en verano como vigilante de incendios en Sarga. El objetivo es poder vivir en Artieda, un lugar para teletrabajar y envejecer, que sigue en la búsqueda de respuestas para lograr la repoblación.