Aragón

PATRIMONIO ARTÍSTICO ALTOARAGONÉS

El Museo de Barbastro-Monzón tiene listo el protocolo para recibir los bienes del litigio

El próximo 15 de febrero finaliza el plazo dado por el juez para la devolución de las obras

BARBASTRO.- El Museo Diocesano de Barbastro-Monzón tiene previsto todo el protocolo necesario para recibir la colección de 111 obras de arte procedentes del Museo de Lérida, que tiene de plazo hasta el próximo 15 de febrero para devolverlas. La fecha está marcada en rojo en el calendario del Obispado de Barbastro-Monzón porque finaliza el plazo dado por el juez Carlos Lobón para la ejecución provisional de la sentencia que ordena la devolución, y que ha sido solicitada por el Obispado y el Gobierno de Aragón como parte coadyuvante.

En el largo proceso del litigio iniciado por vía canónica (junio 1998-abril 2007) y continuado por vía civil (20 septiembre 2017), es la primera vez que un juez dicta sentencia (19 de diciembre de 2019) "con devolución inmediata" y fija una fecha para la ejecución provisional. En la historia reciente han pasado 23 años del litigio entre diócesis.

El Obispado tiene previsto el plan de transporte, si fuera necesario. "Hemos contactado con dos empresas especializadas que dan facilidades y no ponen ninguna dificultad. Si el juez decide que se cumpla la fecha del 15 de febrero, habrá que ir a buscarlas y, en todo caso, las medidas de protección las pedirá el juez", informa Ángel Noguero, vicario general, delegado diocesano de patrimonio y director del Museo de Barbastro-Monzón.

Acerca del protocolo a partir de que la colección llegue a Barbastro, explica que "no se desembalan durante unos días porque es necesario mantenerlas en las mismas condiciones que lleguen. A partir de entonces, se iniciará el proceso de adaptación estimado entre quince a veinte días. En el momento que se abre cada embalaje hay que revisar el estado de las obras y piezas para redactar un informe de cada una y dejar constancia de las condiciones en que se han recibido".

En cuanto al traslado desde el Museo de Lérida al de Barbastro-Monzón, señala: "No creo que se estropeen porque son transportes especializados y existen precedentes desde el Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona, y desde el Museo de Lérida hasta el Monasterio de Sijena". Respecto a las condiciones de conservación que cuestionan desde Lérida, apunta que "un Museo como el nuestro, que solo tiene 10 años, se construyó con todas las medidas de seguridad, mantenimiento y protección necesarias para obras artísticas. Las tareas de prevención se realizan con objeto de comprobar la evolución de las piezas".

La colección no se verá completa en salas, "habrá obras que se expondrán durante un tiempo y otras de forma permanente como los frontales de San Hilario (Buira) y de Tresserra, entre otras importantes. Toda la colección a la vez será muy difícil porque de las 111 obras, solo 26 se exponen en el Museo de Lérida y las restantes se guardan en almacenes. La selección se realizará tras el análisis y el estudio individual de cada una de ellas. Tal vez alguna necesite de tareas de restauración y consolidación".

Respecto a la fecha de inicio de exposición al público en el Museo, dice que "a partir de la recepción no se sabe porque dependerá del estado de las obras. No es cuestión de llegar y exponer sino de estudiar cada una porque son obras únicas. Las restauradoras María Puértolas y Sheila Ayerbe solo han visto las obras expuestas en el Museo de Lérida".

Y señala, respecto a cesiones o exposiciones temporales en lugares de origen, que "en algunas iglesias parroquiales no hay seguridad suficiente y es muy difícil que la haya porque supondrían fuertes inversiones. En otras son localidades casi despobladas. Una posibilidad razonable sería que se hicieran réplicas fotográficas a escala, similares a la que se hizo en la iglesia de Vio cuyo ábside original está en la catedral. De todas maneras, aún es pronto para aventurar nada", comenta Ángel Noguero.

LAS 111 PIEZAS PROCEDEN DE LAS PARROQUIAS DE 49 LOCALIDADES OSCENSES

La procedencia de las 111 obras y piezas de arte es de 49 localidades de parroquias que con antelación pertenecieron al Obispado de Lérida, afectadas por el Decreto de la Congregación para los Obispos, de 8 de septiembre de 2005. La colección completa se distribuye entre pintura (29), orfebrería (15), metalistería (21), muebles (4), libros (3), carpintería (1), escultura (11) y textil (27). De ellas, 28 se catalogan como Bienes de Interés Cultural (BIC) y 89 son Bienes Inventariados en el Patrimonio Cultural Aragonés.

Las obras catalogadas BIC son las más importantes, como los frontales de San Hilario de Buira (s. XII) y de San Vicente (s. XIII) de Treserra. Además están la pintura sobre tabla de San Blas de Algayón (s. XV), predelas sobre tabla de Santa Lucía y San Bernardino (s. XV) de Zaidín y de Monzón (s. XVV), pintura sobre tabla de San Martín (s. XV) de Lascuarre y el retablo incompleto de San Antonio Abad (s. XV) de Monzón.

También el retablo de la Virgen, el Niño, San Fabián y San Sebastián (s. XV) de Portaspana, tablas del Nacimiento, Epifanía, Ascensión y Pentecostés (s. XV) de Binaced, retablo de San Cristóbal (s. XV) de Santaliestra, y las pinturas sobre tabla del Calvario (s. XV) de Tamarite y de San Juan Bautista (s. XV) de Zaidín. En muebles, la arqueta de Buira (s. XIV) y sagrario (s. XV) de Benavente de Aragón. En escultura, la talla de la Virgen María (s. XIV) de Zaidín; la imagen de madera tallada y policromada de Santa Ana con la Virgen y el Niño (s. XIV) de Capella y la talla en madera policromada de La Piedad (s. XV-XVI) de Ardanué.

En metalistería, bol (s. XIV) de Benavente de Aragón (Graus). En textil, casullas del árbol de Jesé (s. XV, XVI y XVII), de San Ramón (s XV y XVIII), de San Vicente (XIV, XVI y XIX) y capa pluvial de San Pedro (s. XVI y XVII) procedentes de Roda de Isábena.

Los bienes inventariados pertenecen a las parroquias de Abenozas (Graus), Azanuy, Bafaluy (Graus), Buira (Bonansa), Capella, El Soler (Graus), Erdao (Graus), Gabarret (Bonansa), Güel (Graus), La Puebla de Mon (Graus), Montanuy, Portaspana (Graus), Tolva, Torrente de Cinca, Ballobar, Roda de Isábena, Binaced, Caserras del Castillo (Estopiñán), Castillonroy, Centenera (Graus), Chalamera y Cirés (Bonansa). Se completa con Egea (Valle de Lierp), Antenza (Benabarre), Fraga, Iscles (Arén), Laguarres (Capella), San Pedro de Merli (Isábena), Nachá (Baells), Portaspana (Graus), La Puebla de Fantova (Graus), Pueyo de Santa Cruz, Sopeira, Torruella de Aragón (Graus), San Pedro de Valcarca (Binaced), Villacarli (Torre La Ribera), Zaidín, Castigaleu, Lascuarre y Morillo de Liena (Foradada del Toscar).

La catalogación de piezas comenzó en la etapa de Santiago Lanzuela como presidente de Aragón, con Domingo Buesa como director general de Cultura y Patrimonio (1996-1999). El proceso de la mayoría de las obras reclamadas se finalizó con Marcelino Iglesias y la consejera María Victoria Broto, antes de que la Generalitat las incluyera en la colección de 1.810 piezas del Museo de Lérida y en el Catálogo del Patrimonio Cultural Catalán. El Supremo priorizó la catalogación del Aragón.