Cuando se encontraba en Lyon (Francia) de Erasmus, Jorge Terreu Serrano (Zaragoza, 1998) tenía dificultades para comunicarse con su abuela Maximiliana, así que decidió crear el regalo perfecto para ella.

“Aprovechando mis estudios de Ingeniería Informática, desarrollé un dispositivo para hablar con ella sin que tuviera que tocar nada. Me costó más de lo que imaginaba, pero finalmente se lo pude regalar a mi abuela”, recuerda este joven aragonés.

Lo que empezó siendo un proyecto familiar ha terminado convirtiéndose en una herramienta que cuenta con un centenar de clientes, por lo que ahora mismo Terreu es un gran emprendedor y aliado de las personas mayores.

La característica principal de este dispositivo “es que funciona solo y el usuario no necesita tocar nada”, explica.

“Las llamadas y videollamadas suenan cinco segundos y se contestan solas con el altavoz. Cuando el que llama cuelga, el teléfono también y se bloquea automáticamente. Para facilitarles al máximo poder hacer llamadas -prosigue-, aparecen las caras de sus contactos en la pantalla y simplemente con tocarlas, se inicia la llamada”.

El teléfono también tiene un “botón socorro para pedir ayuda” y permite a los familiares consultar “la ubicación y la batería móvil desde la página web”, señala.

“El cargador es magnético y está adaptado para personas con psicomotricidad reducida”, añade el creador, que está trabajando en una funcionalidad que le han pedido mucho: “Poder ver la misa online”.

Gracias a esta herramienta y la fama que está adquiriendo en los medios de comunicación, su abuela “está viviendo su segunda juventud”, valora.

“Desde el principio hemos sido muy conscientes del potencial de ayuda que tenía el teléfono Maximiliana pero, aún así, la recepción que hemos tenido ha sobrepasado todas nuestras expectativas”, confiesa.

De hecho, su propia abuela se ha sorprendiendo al verse junto a su nieto en las revistas. “El ejemplo más claro fue cuando apareció en el Pronto en papel, al lado de Miguel Bosé”, recuerda Terreu.

El invento de este joven zaragozano está disponible desde hace un año y cada vez tiene más adeptos.

“Cualquier persona puede informarse más en detalle y comprarlo desde maximiliana.es. La cuota es de 19,90 euros al mes, sin ningún cobro inicial ni permanencia, para que cada uno lo pueda usar el tiempo que necesite”, especifica.

La tecnología que utilizan está desarrollada “al 100 %” por sus creadores “y es internacional”, por lo que “funciona igual de bien aquí que en Japón”, dice.

“Actualmente tenemos clientes por toda España y están comenzando a comprar algunos extranjeros, en países como Alemania o Francia”, celebra. No obstante, el foco principal de expansión y crecimiento se encuentra en Aragón, una tierra de la que están “enamorados”, confirma.

“Nos sentimos unos privilegiados por poder ayudar a un colectivo tan agradecido y devolverle un poquito de todo lo que nos ha dado”, termina Jorge Terreu, un gran inventor y un nieto excelente.