El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra (PSOE) describió este martes en Zaragoza la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña como “un fingimiento”, y recalcó que él no acudiría a esas reuniones y vaticinó que de esa negociación no saldrá nada.

Y será improductiva porque más allá de que “probablemente” se ceda “en una cuestión de recursos económicos”, los nacionalistas saben que, en cuanto a autodeterminación y amnistía, el Gobierno de España “no puede de ninguna de las maneras concederlas”, dijo.

Guerra realizó estas declaraciones a los medios de comunicación después de participar en el Foro de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (Adea), al que acudieron personalidades como el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, al que manifestó su cariño.

El exvicepresidente auguró que “el bipartidismo volverá porque era mejor que esto”, en referencia a la actual situación política del pluripartidismo en España, y defendió la Constitución ante los ataques que observa en el panorama político actual.

Sobre una reforma de la Carta Magna admitió que serían “muy convenientes” algunos cambios, pero “en ningún caso” aboga por “una revisión total”.

Guerra también se refirió al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, y al jefe de la oposición, el popular Pablo Casado. Al primero le aconsejó “que no haga caso de ningún consejo” y “de nada de lo que le digan” quienes calificó como “todos esos gurús que se dedican a la imagen”. Sobre Casado, afirmó que “no parece que sea una persona de relevancia”, a la vez que evaluó que “lo tiene complicado” con los “colmillos” que hay en los partidos, “en el PP, en especial”.

Por último se refirió a la situación de Juan Carlos I e indicó que resulta “decepcionante” que un rey “que ha tenido una trayectoria extraordinaria se vea ahora mezclado en un asunto económico”, aunque añadió que, aun suponiendo “que sea verdad todo eso”, no podría “eclipsar” sus méritos como jefe del Estado.