Aragón

CUENTAS 2022

El presupuesto para Agricultura en Aragón crece por los fondos europeos

El titular del área, Joaquín Olona, presenta un proyecto para su área al que se destinarán 863 millones de euros

Agricultura cuenta con un presupuesto de 825 millones en Aragón
Joaquín Olona presentó en las Cortes las cuentas del proyecto de presupuestos para su área.
G.A.

El presupuesto del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón crecerá un 5,8 % este 2022 gracias a los fondos europeos Next Generation y al “refuerzo de financiación” del Gobierno de España.

El titular del área, Joaquín Olona, presentó en las Cortes las cuentas del proyecto de presupuestos para su área, a la que se destinan 863 millones de euros, con un aumento de 47,6 millones con respecto al de este año.

De esta forma, representa un 11,6 % del presupuesto total de la comunidad, solo superado por Sanidad y Educación, teniendo en cuenta que 454 millones de este montante se destina a los pagos directos de agricultores y ganaderos en el marco de la Política Agraria Común (PAC).

De estos 863 millones que abarcará el presupuesto, el consejero ha garantizado que unos 700 irán “directamente al sector”, es decir, a la creación de riqueza, mientras que el resto estarán destinados a la gestión.

De esos 700 millones de euros, 450 serán ayudas directas a la renta por distintas vías o, como ha denominado, “inyección en vena”. El resto, 250 millones, serán para inversión directa o ayudas a la inversión, por lo que “estamos ante una cifras que prometen un importante impacto”.

En palabras de Olona, las inversiones inciden directamente en el sistema productivo, fundamentalmente en el sector agroalimentario, que supone más del 10 % del PIB y más del 12 % del empleo total de la Comunidad Autónoma.

Pero las cuentas se detienen igualmente en la innovación y el conocimiento, en los servicios públicos esenciales -como son el saneamiento y la depuración o la extinción de incendios forestales-, en la sanidad de fauna y flora o en la seguridad alimentaria.

En la vertiente más social, apoyan la lucha contra el cambio climático y contra la pérdida de biodiversidad, y tratan de paliar la despoblación, la desigualdad de renta que sufren los agricultores, la desigualdad de oportunidades en el mundo rural o la brecha de género, “especialmente acusada en la actividad agraria”, matizó.