Aragón

40 ANIVERSARIO DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA DE ARAGÓN

Del consenso en política hidráulica a la prioridad del desarrollo sostenible

Preservar la salud del planeta se ha convertido en la principal apuesta de gobiernos, empresas y ciudadanos, también en aragón

Manifestación por la autonomía plena de Aragón y contra el trasvase del Ebro el 23 de abril de 1993.
Manifestación por la autonomía plena de Aragón y contra el trasvase del Ebro el 23 de abril de 1993.
H. A.

En el año 1982, cuando Aragón pasaba a constituirse como autonomía, hablar de medioambiente era hacerlo de la gestión del agua, de ese preciado recurso que se consideraba clave para el desarrollo económico de la Comunidad. De hecho, en el primer texto estatutario se contemplaba que eran competencias del recién estrenado Gobierno autonómico «los proyectos, la construcción y la explotación de los aprovechamientos hidraúlicos, canales y regadíos de interés».

A esto hay que sumar la movilización ciudadana que generó la amenaza del trasvase a la zona del Levante, que se intensificó en la década de los noventa y obligó a alcanzar un consenso político en materia hidraúlica, que se plasmó en el Pacto del Agua de 1992. Tras diversas actualizaciones, divergencias y obras pendientes, el acuerdo sigue siendo una de las referencias normativas de la Comunidad para afrontar los principales desafíos del cambio climático en colaboración con el Gobierno de España.

La entrada en la Comunidad Económica Europea en 1986 amplió el concepto del medioambiente, más allá de la construcción de embalses, la promoción del regadío y la preservación del modo de vida en el medio rural. Las nuevas directivas aludían a la calidad del aire y del agua, al control de la eliminación de los residuos, a la regulación de los riesgos de las industria y a la protección de la naturaleza. Con la firma del Tratado de Maastricht, en 1992, el desarrollo sostenible pasó a ser una cuestión central en la política europea.

Contenedores en el centro de Huesca.
Contenedores en el centro de Huesca.
H. A.

Entre los grandes retos del nuevo siglo XXI para la protección del entorno, cabe destacar la apuesta por el uso de las energías renovables, donde Aragón siempre ha desempeñado un papel líder a nivel nacional. A modo de ejemplo, y según datos publicados en HERALDO DE ARAGÓN, si en 2009, el 15% de la energía generada en Aragón procedía de fuentes limpias, un índice superior al de la media española, que se situaba en el 7%; en 2021 aumentó hasta el 79,7%, según los datos oficiales de Red Eléctrica de España. La aportación de la energía eólica ha resultado decisiva, con 7,9 millones de megavatios/hora verdes, seguida de la hidráulica (2,2) y la solar fotovoltaica (1,7). A nivel nacional, la generación verde es un tercio inferior a la de la Comunidad,

Cierto carácter pionero envuelve la apuesta por las renovables desde el Gobierno de Aragón, tal y como lo demuestra el hecho de que el aerogenerador de Candasnos fuera el primero de toda España que se conectó a la red eléctrica en 1983.

El sol, el viento y el extenso territorio aragonés son capitales también para la producción de hidrógeno verde mediante sus parques de energía renovable. Bajo este empeño, se ha creado recientemente el Corredor del Hidrógeno del Ebro, en alianza con Cataluña, Navarra y País Vasco, que tiene como objetivo llegar a producir hidrógeno renovable de 400 megavatios en 2025, y para 2030 se pretende alcanzar los 1,5 gigawatios.

Noticia recogida en La Nueva España el 28 de julio de 1983.
Noticia recogida en La Nueva España el 28 de julio de 1983.
H. A.

En el ámbito del reciclaje, Aragón también mantiene una posición destacada a nivel nacional. Según datos de Ecoembes, los aragoneses enviaron 1.570.513 toneladas de envases a instalaciones recicladoras, de las cuales 677.096 toneladas eran envases de plástico; 637.823 se correspondían con papel y cartón, a la cabeza en España; 247.157 eran de acero y aluminio; y las 8.436 restantes fueron envases de madera.

Desde Ecodes, organización no gubernamental que cumple treinta años de trayectoria, apuntan la “celeridad” con que el asunto medioambiental se ha convertido en prioridad. Afirman que “ha aumentado mucho la preocupación climática, pero no la ocupación climática”, incidiendo en la necesidad de reacción. En Ecodes destacan el factor de la esperanza, pues “nunca ha habido tanta gente en cualquier escenario convencida de que hay que dar un giro a nuestra civilización a través de cambios disruptivos”.