Luz verde a nueva ley del juego que compatibiliza salud y actividad empresas

Tras tres años de trabajo, el pleno del parlamento autonómico ha dado este jueves luz verde a la modificación parcial de la Ley del Juego de Aragón, vigente desde el año 2000, con la que se trata de compatibilizar la actividad empresarial, la prevención y la protección a la salud, especialmente de aquella ciudadanía más vulnerable.

Durante el proceso de trámite, la modificación ha recibido 153 enmiendas, de las que cuatro fueron retiradas y 63 fueron aceptadas y transaccionadas, lo que, según ha puesto de manifiesto el portavoz del grupo parlamentario socialista, Darío Villagrasa, demuestra el alto grado de consenso y de pactos que ha logrado.

Un trámite que para el diputado del PP José Antonio Lagüens ha sido "complejo, espinoso y altamente participativo" en el que, ha dicho, su grupo ha estado "a la altura del cometido" como era el de ponderar las distintas sensibilidades de los participantes en la ponencia, aunque se ha mostrado crítico con distintos aspectos de la norma y ha decidido mantener el voto particular en el control de uso de la tarjeta bancaria porque a su juicio genera "dudas, incoherencia e inseguridad jurídica".

Por Vox, Santiago Arranz, "sin coincidir con la totalidad de todo lo aprobado", ha justificado su apoyo a la ley "como ejercicio de responsabilidad, velar por el bienestar común y proteger a menores, jóvenes y familias", ha rechazado la postura de "quienes criminalizan a todo el sector" al recordar que "muchas empresas y familias precisan de la actividad para salir adelante", ha reconocido que tampoco "soluciona la adición al juego" y tiene "una repercusión limitada sobre los efectos que se quieren limitar por la falta de competencias".

Beatriz García, de Cs, se ha mostrado "satisfecha por el trabajo, pero no tanto por el resultado. Veremos si satisface, cumple los objetivos, previene, protege al vulnerable y facilita la actividad económica de las casas de juego", ha apuntado la diputada, según quien, las iniciativas de la formación naranja han sido tendentes a garantizar la libertad de empresa y su desarrollo y proteger al vulnerable frente al juego, pero "se sigue quedando corta en la prevención y se siguen poniendo trabas a la actividad".

Desde IU, Álvaro Sanz ha mostrado su satisfacción por el apoyo que han recibido parte de las 78 enmiendas que ha presentado y cuyo objetivo era "transversalizar y que la salud formase parte del objetivo de esta ley", que, a su juicio, era necesario abordar con un "enfoque integral que contemplase la prevención, sensibilización y atender el juego problemático".

Por los grupos que sustentan al gobierno, el socialista Darío Villagrasa ha agradecido la participación y aportaciones desde los grupos parlamentarios para sacar adelante una ley que busca compaginar actividad empresarial con la correcta seguridad jurídica y su adecuación a los actuales cánones normativos junto a la protección de los colectivos más vulnerables y salud pública.

Para Itxaso Cabrera (Podemos-Equo), es una ley "valiente, vanguardista y pionera para todo el estado que contempla la materia de prevención, control, inspección y el tratamiento desde los espacios públicos contra un trastorno que afecta a un millón de personas y pone en riesgo a otro millón" y del que ha culpado a los locales de apuestas que "quieren arrasar con nuestros barrios, exprimiendo a su gente y llenándose los bolsillos".

Desde CHA, Carmen Martínez también se ha mostrado satisfecha por el resultado que permite "equiparar y poner en plano de igualdad", la actividad comercial, lícita, y la prevención y el derecho y a la salud pública, crear por tanto espacios de juego más seguros y "mirar cara a cara" el juego patológico.

Jesús Guerrero, del PAR, ha apuntado que se ha sacado "la mejor ley posible en defensa de quienes sufren el trastorno del juego y las obligaciones y derechos de las empresas que se dedican al sector" y que "pretende sensibilizar, concienciar y garantizar un juego responsable".

La nueva ley del juego, además de prohibir la instalación de los locales de apuestas a menos de 500 metros de lugares frecuentados por menores, se centra en la prevención multidisciplinar, incorpora más elementos de control, restricciones e inspecciones, así como ayudas y tratamientos para las personas que sufren trastornos del juego.