Aragón

Rescatan a un perro del interior de una balsa de riego, en Épila

Los agentes alimentaron e hidrataron al animal, que presentaba síntomas de hipotermia

La Guardia Civil inició la investigación tras un control rutinario en el local de Garrapinillos.
Los agentes lograron salvar la vida del animal..
E.P.

La Guardia Civil ha rescatado a un perro del interior de una balsa de riego en el término municipal zaragozano de Épila, en riesgo de fallecer ahogado. Tras intentar extraer al animal del agua mediante unas cuerdas y ser imposible, uno de los agentes se ha introducido en la balsa para proceder a su rescate.

Los hechos han tenido lugar el pasado jueves, 23 de marzo. Sobre las 10.00 horas, la propietaria de una balsa de riego, en Épila, dio aviso a la Guardia Civil de la presencia de dos perros que se encontraban atrapados en el interior del agua, no pudiendo salir por sus propios medios.

Tras llegar una patrulla de seguridad ciudadana de la localidad observaron a dos canes dentro del agua, uno de ellos ya fallecido, y el segundo con síntomas de fatiga que intentaba salir de la balsa, ha informado la Benemérita en una nota de prensa.

Ante estos hechos, se trató de rescatar al animal mediante un sistema de cuerdas de seguridad del que disponía la propia balsa, siendo imposible debido a la pendiente del talud, de unos cinco metros de altura y la poca adherencia del material aislante de dicho depósito de agua. CAN FATIGADO

Ante la situación en la que se hallaba el can y el riesgo que corría su vida, ya que estaba fatigado, llegando a hundirse en varios momentos, uno de los agentes se quitó el uniforme y se introdujo en el agua para proceder a su rescate.

Tras nadar hasta el lugar donde se hallaba el animal, lo sujetó y trasladó hasta la orilla, donde esperaba el otro componente de la patrulla, procediendo a su extracción de la balsa poniéndolo a salvo.

Los agentes alimentaron e hidrataron al animal, que presentaba síntomas de hipotermia, y lo trasladaron al Cuartel de la Guardia Civil de la población donde pudo determinarse que no portaba microchip y se trataba de una hembra de raza Pointer cruzado, con un peso de casi 30 kilogramos.

Ante esta situación, se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Épila, el cual facilitó un lugar habilitado para su cuidado, hasta que fuera recogido por una entidades de protección de animales.