Aragón

INFORME

Cáritas atendió en 2022 a 3.292 personas en iniciativas de empleo en Aragón, un 15 % más

Logró la inserción laboral de 571 tras invertir una cuantía récord, casi 4,7 millones de euros en programas sociolaborales y de economía social 

Cáritas destinó a programas de inserción 4.677.344 euros, de ellos, 2.743.022 euros a iniciativas de economía social.
Cáritas destinó a programas de inserción 4.677.344 euros, de ellos, 2.743.022 euros a iniciativas de economía social.
S.E.

Cáritas atendió el año pasado en Aragón a 3.292 personas en sus iniciativas de empleo, cerca de un 15 por ciento más que un año antes, y logró la inserción laboral de 571 tras invertir una cuantía récord, casi 4,7 millones de euros, en programas de inserción sociolaboral y economía social.

Una labor, destaca Cáritas, desarrollada en un contexto marcado por la inestabilidad y la precariedad del mercado laboral y en un año en el que la inflación y las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania comenzaron a debilitar el crecimiento del empleo, por lo que destinó a programas de inserción 4.677.344 euros, de ellos, 2.743.022 euros a iniciativas de economía social.

El perfil de los participantes en los programas de empleo se mantiene similar a años anteriores, ya que la mayoría son mujeres con estudios básicos, pero con multitud de situaciones aisladas o que se suman, como falta de competencias digitales, dificultades de aprendizaje, escasa experiencia laboral o muchos problemas de conciliación familiar, además de graves carencias socioeconómicas y baja autoestima que les lleva a la desmotivación.

Con el objetivo de contribuir a la construcción de la económica solidaria y de atender las necesidades de las personas en situación de desventaja social, Cáritas en Aragón además genera empleo protegido a través de sus iniciativas de economía social (empresas de inserción y centros especiales de empleo) con la generación de 105 puestos con contrato de inserción, a través de los cuales mejoran su empleabilidad en un entorno real de producción, desarrollando sus competencias laborales y personales.

En su Informe de empleo y economía solidaria 2022, Cáritas destaca la necesidad de poner en práctica una economía que priorice lo esencial y liderar un nuevo modelo económico centrado en las personas y el cuidado de la vida. "Una economía que cuida, que se ocupa de las personas y sus condiciones de trabajo, al tiempo que cuida el medio ambiente, que suma, porque es la economía del bien común y la cooperación" y que "es transformadora tanto en lo personal, como en lo colectivo", resume la entidad.

Las mayores tasas de pobreza y exclusión se concentran en el colectivo de personas desempleadas, por cuanto, no contar con un empleo multiplica por dos el riesgo de caer en situación de exclusión o pobreza severa. Pero la ausencia de empleo no es la única que empuja a situaciones de exclusión y pobreza, ya que la vulnerabilidad se da cada vez más entre aquellas personas y hogares que están trabajando, por lo que podemos decir que contar con un empleo ha dejado de ser sinónimo de integración y bienestar.

En todo caso, Cáritas advierte de que el empleo no es la vía de integración social para todas las personas, ya que algunas sufren situaciones de exclusión social más graves y la inserción laboral no es una realidad posible en el corto plazo y, en consecuencia, necesitarán de programas de apoyo y acompañamiento.

"No hablamos de gasto, sino de inversión. Y no lo hacemos en términos metafóricos o poéticos, sino porque para nosotros, cada recurso invertido supone un retorno en el medio-largo plazo desde el punto de vista social y también económico", subraya el presiente de la entidad, Pedro A.Melero.

En este contexto, Cáritas proporciona a las personas más vulnerables los recursos necesarios para mejorar su empleabilidad, de manera que puedan colocarse en igualdad de condiciones ante un mercado laboral cada vez más competitivo y con peores condiciones.