Aragón

TRIBUNALES

“Son los autores del asesinato y actuaron en nombre de ETA”

La fiscal dice que se ha acreditado que Ata y Sahatsa mataron a Giménez Abad

Juicio a los terroristas Mikel Carrera Sarobe, alias 'Ata' y Miren Itxaso Zaldúa.
Juicio a los terroristas Mikel Carrera Sarobe, alias 'Ata' y Miren Itxaso Zaldúa.
EFE/Fernando Villar

La fiscal de la Audiencia Nacional Ángela Gómez-Rodulfo ha sostenido que en el juicio por el asesinato del senador y presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad en 2001 ha quedado acreditada “sin lugar a dudas” la autoría de los etarras Mikel Garikoitz Carrera Sarobe, Ata, y Miren Itxaso Zaldúa, Sahatsa. “Son los autores y actuaron en nombre de ETA”, defendió la fiscal en la exposición de sus conclusiones definitivas, tras haber mantenido su petición de 30 años de cárcel para ambos acusados por un delito de asesinato terrorista.

Sus defensas, por el contrario, pidieron la absolución por falta de pruebas, y el abogado de Zaldúa, poco antes de que el juicio quedara visto para sentencia, pidió incluso a la Sala su “inmediata” puesta en libertad porque lleva dos años en prisión preventiva sin que se haya podido demostrar su participación en este asesinato. El letrado criticó también que se haya decretado la “imprescriptibilidad” de los crímenes de ETA y advirtió que esa no es la mejor forma de “avanzar”.

Para la fiscal sí ha quedado constatada la autoría de ambos como acreditan los reconocimientos fotográficos de diversos testigos, entre ellos el hijo de la víctima, Borja Giménez Larraz, que acompañaba a su padre ese día al estadio de La Romareda (Zaragoza) y presenció su asesinato.

Contaba entonces con 17 años, y según él mismo narró, y recordó la fiscal, llegó a cruzar su mirada con el asesino tras “rematar” a su padre con un tercer disparo en la cabeza cuando cayó al suelo, momento en el que aseguró: “Nos vimos perfectamente las caras”. En el juicio identificó a Carrera Sarobe como el autor de los disparos sin “ninguna duda”.

El hijo de la víctima dio además tras el atentado una descripción del asesino que “nunca ha variado”, destacó la representante del Ministerio Público, que apuntó que le ha identificado principalmente por “la mirada” aunque el acusado tenga ahora la cabeza rapada y no el pelo largo como él le describió.

Al respecto destacó el “asombroso” parecido del retrato robot con la foto de Ata cuando llevaba el pelo largo y que ayudó a elaborar otro de los testigos protegidos que han identificado a Carrera Sarobe.

Si bien admitió que los reconocimientos fotográficos por parte de los testigos no son suficientes para “enervar” la presunción de inocencia, defendió la validez de estas pruebas porque han sido corroboradas por los informes policiales de carácter pericial, elaborados en base a “datos objetivos” como son los documentos intervenidos a ETA en Francia y que se conocen como “sellos”.

Esa documentación, entre ellas una carta manuscrita de Zaldúa, cuya letra ella misma ha reconocido y que firma como Sahatsa, sitúa a los dos acusados al frente del comando Basajaun al que se atribuye este atentado e ilustra cómo ambos huyeron a Francia y allí se integraron “en la estructura militar de ETA con responsabilidades”

Respecto a su tardía identificación como autores del asesinato, la fiscal explicó que en 2001, “pese a la cantidad de testigos” presenciales, la causa tuvo que ser archivada porque las Fuerzas de Seguridad desconocían entonces la existencia de Ata y Sahatsa y del comando Basajaun.

Llevó años detectarles, durante los cuáles hubo varias reaperturas y archivos de la causa y se llegó incluso a investigar sin resultado la presunta responsabilidad de otros etarras como David Pla.