EN EL SANTUARIO
Una pareja japonesa viaja a Teruel para casarse junto a Los Amantes
Los jóvenes han elegido la ‘Ciudad del Amor’ porque el abuelo de él, de Aragón, le trasmitió la leyenda

Cuando Julius y Cathalina, una pareja residente en la ciudad japonesa de Yokohama, decidieron casarse, tenían algo muy claro: lo harían en la ciudad de Teruel, adonde han viajado ex profeso para contraer matrimonio cerca del Mausoleo de Diego e Isabel, los Amantes de Teruel.
Pese a que la Diócesis de Yokohama tiene 89 parroquias y cuenta con un total de 55.251 fieles bautizados, Julius y Cathalina decidieron que recorrerían junto a sus dos hijas los casi 11.000 kilómetros que unen ambas ciudades para darse el “Sí, quiero”.
¿Pero qué hace que dos japoneses decidan cruzar medio mundo para casarse? Una pista la da el apellido del novio: ‘Aragón’. Y es que los abuelos de Julius por parte paterna eran originarios de esa Comunidad Autónoma y le transmitieron a su nieto que en su tierra natal hay un lugar conocido como “La ciudad del Amor”.
En la familia Aragón siempre ha estado presente la Leyenda de los Amantes de Teruel, que narra la historia de amor entre dos jóvenes de esta ciudad, Isabel de Segura y Diego de Marcilla, que no pudieron amarse en vida pero descansan juntos eternamente tras su muerte.
Una leyenda que otorga a Teruel el título de Ciudad del Amor, por lo que la pareja no dudó en elegirla turolense para su enlace.
Los ya esposos habían contraído matrimonio civil en Japón pero tras 15 años de relación llevaban tiempo buscando el momento para celebrar la ceremonia religiosa en esta ciudad aragonesa.
Este viernes, la iglesia de San Pedro de Teruel ha sido el escenario de la ceremonia que ha unido a Julius y Cathalina Aragón (Natsuki de soltera), y que ha sido oficiada en inglés por el sacerdote Elvis Njong, párroco de la localidad turolense de Cantavieja, ante la mirada de varios turistas que visitaban en ese momento el templo y que se han encontrado con esta curiosa situación.
La elección de la iglesia tampoco es casual, pues es en este templo donde se custodian los restos de los Amantes de Teruel. “Hemos decidido hacerlo aquí porque nosotros también estamos enamorados, como Isabel y Diego”, han explicado a los periodistas momentos antes de contraer matrimonio.
Tanto Julius como Cathalina han expresado su alegría por verse casados en lo que consideran “el corazón de Aragón”, junto a sus hijas, Juille y Gizelle, de 11 y 12 años, que han participado en el rito del matrimonio portando las arras.