JMJ 2023
Cerca de 800 aragoneses, en la Jornada de la Juventud en Lisboa
Jóvenes de diferentes puntos de Aragón acuden a la cita mundial, del 1 al 6 de agosto

Casi 800 jóvenes de Aragón acudirán a la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa (JMJ), que reunirá del 1 al 6 de agosto a 600.000 peregrinos de todo el mundo en torno al papa. Se trata de un evento organizado por la Iglesia Católica con el fin de reunir periódicamente a los jóvenes cristianos de todo el mundo.
El contingente más numeroso partirá de Zaragoza, donde se han inscrito 488 personas a través de la Delegación de Pastoral Juvenil. Su responsable, Raquel Lucea, ha manifestado que llevan casi un año disponiéndolo todo, “con muchísimo esmero” cada uno de los detalles. Y es que, además de la expedición, “son muchos los elementos que hay que preparar, como reuniones, encuentros previos, oraciones, entre otros, que esperamos que den como resultado una experiencia maravillosa”. Según ha incidido, “lo estamos haciendo con mucha ilusión y la respuesta está resultando muy positiva”.
Desde Huesca, donde se han inscrito 103 personas, el viaje a Lisboa se realiza en dos tandas. “Algunos intrépidos nos marchamos antes a la diócesis de Coimbra con familias y nos uniremos después al resto de la expedición a partir del 31 de julio para participar esa semana en la JMJ. Nos iremos en autobús y buscaremos un alojamiento en un pabellón o colegio”, ha indicado la delegada de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Huesca, Isabel Ramos, quien ha subrayado que “lo estamos preparando con mucha ilusión y la respuesta está resultando muy positiva”. Asimismo, la diócesis de Barbastro-Monzón participará con 85 inscritos.
En la Diócesis de Teruel y Albarracín, pese a su reducido número de habitantes, se han apuntado 90 chicas y chicos como Marta Ortín, que ha considerado que es “una gozada” ver la respuesta de la juventud turolense a la llamada de la JMJ. “Es increíble comprobar cómo ha resurgido la Pastoral Juvenil gracias a este evento en el que hemos puesto todo el esfuerzo, las ganas y la ilusión”. Esas mismas sensaciones las comparte Samuel Armas, que ha definido la JMJ como “un punto y aparte en el día a día, que supone desconectar un poco de la vida cotidiana gracias a un encuentro con gente de diferentes países y culturas; todos cristianos, pero con diferentes pensamientos y vivencias”.