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PROYECTO TRANSFRONTERIZO

Trampoline, una oportunidad de empleo juvenil a ambos lados de los Pirineos

Busca mejorar la movilidad transfronteriza y promover el trabajo en torno al ocio y al tiempo libre

Jornada formativa dentro del proyecto poctefa Trampoline
Jornada formativa dentro del proyecto poctefa Trampoline
EFE

El Proyecto Poctefa Trampoline, financiado con fondos FEDER, busca mejorar la movilidad transfronteriza y la empleabilidad de los jóvenes a ambos lados de los Pirineos en torno al ocio y al tiempo libre.

Trampoline está liderado por el Centre Régional Information Jeunesse (CRIJ) Occitanie de Toulouse (Francia) y tiene como socios al Centro de Información Juvenil de Zaragoza (Cipaj), el Consell Comarcal de l'Alt Urgell-Oficina Jove Urgell, la Agencia Catalana de la Juventud, los Bureau d'Information Jeneusse de Foix y Perpignan (Francia) y el Departement de Joventut i Voluntariat del Gobierno andorrano.

Se ha elegido el ámbito del tiempo libre porque es uno de los más accesibles de cara a encontrar un primer empleo, especialmente en una zona como la pirenaica, que gira en buena medida en torno al turismo y a la naturaleza, apunta Silvia Arcega, técnico del Cipaj.

Entre las acciones, se ha elaborado la primera base de datos de empleo específica de esta zona transfronteriza, así como una página web con recursos para encontrar trabajo.

En ella destaca una guía de acceso al empleo y a la movilidad juvenil transfronteriza, que aporta las claves a aquellos jóvenes que desean buscar un trabajo en el Pirineo aragonés, catalán, occitano o andorrano.

Además, Arcega subraya que entre todas las oficinas de información juvenil de Trampoline están en permanente contacto y han creado una red de interlocutores que puede servir a los chavales como intermediarios.

El proyecto empezó en 2018 y debía haberse concluido en 2020, pero debió de ser prorrogado un año más debido a la pandemia.

Lo que quedó pendiente es el curso de monitor de tiempo libre, programado en un primer momento para abril del año pasado y que se ha retomado este mes de marzo.

Arcega destaca la "ardua" labor para compaginar los contenidos de los programas aragonés, catalán y francés, pero finalmente los cursos han comenzado con 15 jóvenes inscritos de entre 18 y 30 años -15 en Aragón, 15 en Cataluña y 15 en Occitania-.

En un primer momento, la formación ha sido online, aunque se ha buscado la máxima interacción posible, y la intención es que las prácticas que siempre se exigen para obtener la titulación sí que sean presenciales, en concreto en un campamento en la zona de Toulouse durante el mes de julio.

Por último, a estos jóvenes solo les quedarán unos pocos días de especialización teórica en sus lugares de origen.

La técnico del Cipaj asegura que la formación es exigente, dado que aglutina tres cursos en uno -el aragonés, el catalán y el francés- y que los participantes lo ven como algo importante en su formación.

En este sentido, resalta que el título de monitor de tiempo libre no solamente sirve para trabajar en un campamento en verano, sino también para ludotecas o centros de tiempo libre, con lo que se puede tener también una carrera más estable.

Una de las participantes de este "trampolín" transpirenaico es Ester Villalta, filóloga hispánica de 24 años, natural de la localidad turolense de Calamocha y que ahora estudia el máster de profesorado.

En su caso, llevaba mucho tiempo queriendo hacer el curso para descubrir si le gusta o no el ámbito del tiempo libre, si se le da bien y, sobre todo, para que le aporte otra visión del mundo de la educación, algo que comparte con varios de sus compañeros.

Asegura a EFE que quiere "probar un poco de todo" en el sector del tiempo libre, que no descarta para su futuro laboral, y, de paso, mejorar su francés.

Ella ha estudiado, además, para ser profesora de español para extranjeros, por lo que el ámbito de los centros de tiempo libre sería un buen complemento para su formación.

Este no es el único proyecto transfronterizo en el que viene participando el Ayuntamiento de Zaragoza, que mantiene una intensa relación con Toulouse y, hasta la irrupción de la covid-19, ambas ciudades solían hacer un intercambio en el que seis jóvenes cambiaban una ciudad por otra en verano para trabajar en organismos municipales.