El Ayuntamiento ha adquirido la colección de 20 documentos manuscritos del antiguo Obispado de Barbastro, protegidos por Ley Aragonesa 3/99 del Patrimonio Cultural Aragonés que desaparecieron del Archivo Municipal con antelación al año 1938. La falta de documentos no se detectó hasta 2012 por el archivero Jesús Paraíso tras comprobar que hay constancia en el Inventario del 3 de septiembre de 1938 que realizó el Servicio de Defensa de Patrimonio Artístico Nacional.

Se recupera 83 años más tarde tras culminar las negociaciones iniciadas con la Librería Margarita de Dios, en Madrid, propietaria de la colección adquirida en 2006. Consta de bulas pontificias que afectan a 28 obispos, pergaminos y manuscritos de la segunda época de la Diócesis, entre los siglos XVI al XVIII.

Los documentos se entregarán esta semana en el Ayuntamiento casi un mes después de las 111 obras y piezas de arte, propiedad de 44 parroquias aragonesas devueltas al Obispado de Barbastro Monzón, procedentes del Museo de Lérida. En el plazo de un mes se recuperan dos colecciones diferentes entre obras, piezas de arte y documentos que han estado fuera de la Diócesis desde hace 448 años en el caso de los pergaminos y bulas más antiguos.

La adquisición ha sido posible por la modificación de crédito aprobada en Pleno celebrado en septiembre de 2020 que permitió la posibilidad de llegar al pre-acuerdo con la Librería pendiente de cerrar la operación según informó, entonces, Blanca Galindo, presidenta del Área de Cultura, que impulsó la iniciativa. El precio estimado fue de 16.000 € más IVA, la colección ha estado en situación de reserva. Las gestiones llevaron a cabo con asesoramiento de expertos.

El Ayuntamiento, hace cuatro años, consignó una partida de 14.520 € en los Presupuestos de 2016 pero hubo falta de acuerdo y no se realizó la operación, retomada por la Corporación Municipal actual. En su momento, la Librería la ofreció a las Cortes de Aragón que trasladó la propuesta al Obispado de Barbastro-Monzón que la desestimó por falta de recursos. A partir de entonces, el Ayuntamiento se interesó por recuperarla porque se trata de “un conjunto excepcional para el conocimiento de la historia del Obispado de Barbastro desde sus inicios” según la descripción avalada por el ISAD (Norma Internacional general de Descripción Archivística de Madrid).