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DÍA DE ARAGÓN

"No pensábamos que estaríamos dos años sin Fiesta de la Faldeta"

Inma Tiell es la dinamizadora del grupo de les Dones de Faldetes de Fraga

Inma Tiell vestida con el traje típico de les dones de faldetes
Inma Tiell vestida con el traje típico de les dones de faldetes
S.E.

“El año pasado lo tomamos con tristeza y con resignación, pero pensando que sería solo un año y que después volvería la normalidad. No pensamos que estaríamos dos años sin Fiesta de la Faldeta. Es muy triste pero no queda otra que aceptarlo, cumplir con las medidas sanitarias y volver el año que viene con más ganas”.

Quien se expresa así es Inma Tiell, una “dona de faldetes” moderna, una digna heredera de aquellas “jaies” fragatinas que lucieron en vida el traje tradicional, el de faldetes, y a las que toda Fraga rinde homenaje cada mes de abril en el Día de la Faldeta, jornada declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Cuando se les hizo el primer homenaje en los años setenta, quedaban todavía más de doscientas. Poco a poco fueron falleciendo (la última fue la So Arnona) y su vacío lo han llenado un grupo de unas treinta mujeres que cada fiesta lucen el mismo traje negro de faldetes que portaban las abuelas en vida.

Un grupo del que, por ejemplo, forma parte la actual alcaldesa de Fraga, Carmen Costa, y del que hace las veces de dinamizadora y animadora Inma Tiell. Un grupo que intenta repetir los mismos dichos, frases hechas, gestos de aquellas abuelas entrañables. “No estamos hablando de algo que hemos leído o nos han contado. Las hemos visto en vida, hemos vivido con ellas y nos han dejado un ejemplo de vivir con naturalidad, siempre con alegría, aceptando lo que viene por trágico que pueda ser, como una guerra. Ah, si nos oyeran ahora quejarnos tanto de la pandemia. Les dones de faldetes eran fundamentales en las casas, en las familias, en una sociedad rural matriarcal. Ellas representaban el valor, el empoderamiento de la mujer”, asegura Inma Tiell, para quien el mejor homenaje que se les puede hacer es transmitir ese legado a las nuevas generaciones; “algo hemos hecho bien cuando los jóvenes participan tanto de la fiesta”.

Les dones de faldetes impactaban sobre todo a los visitantes cuando se cruzaban con ellas por primera vez. “A mi padre le pasó, la primera vez que vino a Fraga desde Lleida, se quedó impactado. Y cuando me vio la primera vez vestida me dijo: ‘ara si que es una dona fragatina’”. Cuando faltó la última, poco a poco algunas mujeres se fueron vistiendo como ellas y gustó, “porque es lo que la gente recordaba, verlas por la calle o en sus casas. Así que se creó un grupo abierto, y ya somos más de treinta mujeres las que salimos”. Un grupo que este año, no podrá salir por la pandemia que ha obligado a suspender por segundo año seguido la fiesta. “El confinamiento perimetral nos ha cogido en frío. Habíamos pensado vestirnos y hacernos alguna foto, pero nada, quietas en casa”. Eso sí, les dones de faldetes no saldrán a la calle, pero sí estarán en Instagram, en el grupo “Les Dones de Faldetes”, “iremos colgando fotos de las componentes, con el traje, de pequeñas y bueno… habrá faldeta en las redes sociales”, concluye Inma Tiell, con ese optimismo vital que la caracteriza.

Pero, y si el domingo se vuelve gris y te puede la tristeza de no poder celebrar la Faldeta y (si Fraga no estuviera confinada), ¿adónde escapar fuera de Fraga, del recuerdo? “Pues mira, un lugar que no he visitado, pero me gustaría en la comarca, serían las Ripas de Ballobar. Siempre me han llamado la atención cuando pasas y las ves desde abajo, tan altivas, tan duras pero tan acogedoras. Son un poco como les dones de faldetes. Es un lugar que pienso visitar en cuanto pase todo, porque es un paisaje agreste y duro, que contrasta con el verde del valle y del río. Me gustará recorrerlas desde arriba”.