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DÍA DE ARAGÓN

Un viaje a Marruecos por el Alto del Pino y sin salir del territorio

Abizanda apuesta por los senderos y ofrece vistas de 360º al Pirineo y al Somontano

Ángel Chéliz, de Zona Zero, con la cruz en la mochila para colocarla en la Trinidad, desde donde hay una vista de 360º
Ángel Chéliz, de Zona Zero, con la cruz en la mochila para colocarla en la Trinidad, desde donde hay una vista de 360º
S.E.

Ruta 86 de BTT Zona Zero: un viaje que atraviesa las desconocidas salinas viejas, que nos transporta por sus suelos áridos hasta Marruecos y que de pronto nos lleva a 1.018 metros de altitud, al verdadero Alto del Pino. Estamos “de vuelta” en el Alto Aragón. “Es una sensación extraña, porque es como un viaje a Marruecos sin salir de Sobrarbe”, asegura Ángel Chéliz, uno de los fundadores de Zona Zero, una red de caminos tradicionales de Sobrarbe recuperados para la práctica de la bici y para el senderismo.

La Ruta 86, que se puede iniciar desde Naval (Somontano) o Abizanda (22 kilómetros), es una de las tres que se ha abierto en la Sierra de Arbe, donde siguen trabajando para recuperar en torno a una docena.

Motosierra en mano. Era la única vía de acceso a estos caminos intransitables, cuya limpieza ha abierto infinitas posibilidades. Ángel Chéliz y Maia Plessis, de Zona Zero; Nacho Orús, de Naval; y el propio alcalde de Abizanda, Javier Labat, limpian los caminos. Desde Abizanda, Escanilla o Lamata, se puede tomar la ruta 87 de ermitas y castillos, ya que pasa por San Juan y la Virgen del Monte, San Benito, San Victorián, el desconocido castillo de Escanilla, la ermita de San Juan Bautista y el castillo de Abizanda.

La tercera ruta es ‘La integral de la Sierra de Arbe’ (número 88), que se puede tomar en Abizanda u Olsón, y conduce hasta San Benito. Después, se llega al valle del río Susía, ciclable por su cauce, y la subida por la antigua cabañera para hacer una bajada final por Telleto. Es “un festival” de terrenos cambiantes con conglomerados de bolos de glera que hablan del nivel de los ríos en otro tiempo, explica Chéliz, fascinado por estos espacios por descubrir. Y, entre tanto, han repuesto la cruz de la Trinidad que había desaparecido en la Guerra Civil.

Además, se han empezado a adaptar estas rutas al senderismo, con trayectos más cortos y circulares, explica el alcalde de Abizanda, Javier Labat. De esta zona, destaca las buenas temperaturas para aprovechar estos senderos en invierno, mientras que en verano la Sierra de Arbe es más dura para ir en bicicleta. Con todo, “nos permite desestacionalizar”, porque en verano ya nos llega mucha gente por la Casa de los Títeres, el Museo de Creencias y Religiosidad popular y otras razones para visitar Abizanda.