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DÍA DE ARAGÓN

Redescubriendo los caminos naturales del entorno de Huesca debido a la pandemia

“Es un placer tener esta oferta de senderos tan próximos a la ciudad”

La Alberca de Loreto, helada, durante el pasado invierno
La Alberca de Loreto, helada, durante el pasado invierno
M.S.

Si algo nos ha cambiado la pandemia del coronavirus ha sido en los hábitos, no sólo en lo que afecta a la higiene de manos, a la distancia, o a las reuniones con un elevado número de personas, sino que han sido muchas las personas que a raíz del confinamiento domiciliario se han dado cuenta de que una de las cosas que más echaban de menos (más de lo que habían podido imaginar) no eran los bares ni las tiendas ni las reuniones sociales, sino que era disfrutar de la naturaleza, prácticamente, cada día de la semana.

Algo así le ha sucedido a la protagonista del artículo, Charo Marina, quien aunque lleva toda una vida en Huesca, “he redescubierto” ahora los caminos naturales de la Alberca de Loreto. A pesar de que en “la vieja normalidad”, ya lo frecuentaba “muy de vez en cuando”, ahora ha llegado a la situación de “tener mono de ir a caminar”, y es que, según indica, “es un placer realizar estos caminos tan próximos a la ciudad de Huesca”.

“Lo que más me gusta es poder observar la Sierra de Guara, el Salto del Roldán o Gratal, -entre otros nombres propios- cuando el cielo está despejado”, confiesa, “es algo que siempre ha estado allí, pero que hasta que no nos lo han prohibido, no he valorado lo suficiente”.

Si recorremos estos caminos naturales con frecuencia, nos encontramos con más personas que están en la misma situación que Marina, quien indica que “cada día coincide con más paseantes que les ha pasado lo mismo”.