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PLAN HIDROLÓGICO

El Plan del Ebro no prevé nuevos embalses y solo regadíos comprometidos

La CHE saca a información pública, por un periodo de seis meses, el documento, que busca alcanzar un “río sostenible”

Herramientas telemáticas para revisar el Plan Hidrológico del Ebro
Sede de la Confederación hidrográfica del Ebro
S.E.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha sacado a información pública, por un periodo de seis meses, el borrador del nuevo Plan Hidrológico de la Demarcación del Ebro, con vigencia hasta 2027 y que tiene como objetivo alcanzar un “río sostenible” y conseguir en ese horizonte los retos ambientales. Así lo aseguraron este martes desde la Confederación en una nota de prensa, en la que explican que el Plan contempla 884 medidas con una inversión de 3.100 millones de euros. Además, se incluye la financiación procedente del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

El Plan no incluye nuevas actuaciones de regulación y se prevén solo aquellos proyectos de transformación en regadío procedentes, en su mayoría, de planes anteriores que cuentan con recurso garantizado y financiación comprometida.

Las mismas fuentes indican que el Plan del tercer ciclo se desarrolla en el contexto de nuevas estrategias europeas (Green Deal o Pacto Verde Europeo, De la Granja a la Mesa, estrategia Biodiverdidad 2030) y nacionales (Estrategia Estatal de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas, Plan DSEAR, España Circular 2030, Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030, Ley de Cambio Climático y Transición Energética).

Las novedades principales respecto a los ciclos anteriores son que por primera vez se fijarán caudales ecológicos mínimos en todas las masas de agua superficiales, lo que supone pasar de las 69 con estos caudales ecológicos fijados en el plan vigente a 687 en éste. Respecto al Delta del Ebro, el nuevo plan se alinea con el Plan de Protección del Delta del Ebro del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el que participan varios organismos que están trabajando en distintas acciones que permitan paliar o gestionar los problemas derivados de la gestión del delta en la actualidad y ante los previsibles efectos del cambio climático.

También aparece la Estrategia Ebro Resilience para reducir el riesgo de inundación en el tramo medio del Ebro; y se plantean nuevos criterios de aguas subterráneas, ampliando el número de zonas con limitaciones. Entre las medidas para reducir la contaminación difusa, aumenta el número de masas de agua subterránea en riesgo por motivos cualitativos, que pasan a 33, y se recoge la nueva propuesta de zonas vulnerables realizada por las comunidades autónomas.