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RESCATES EN MONTAÑA

La Guardia Civil rescata a tres personas en dos complicadas operaciones en Panticosa y Benasque

El mal tiempo obligó a los socorristas a emplearse a fondo y una de las operaciones se realizó de noche durante más de diez horas

Rescate nocturno en el Pico del Alba, en Benasque

La Guardia Civil de montaña tuvo que emplearse a fondo este fin de semana para rescatar a tres personas, un vecino de Barcelona de 56 años y un joven de 26 años y una mujer de 46, ambos vecinos de Alicante, en dos complicadas operaciones de socorro, en Panticosa y Benasque.

El temporal que reinó en la jornada del domingo dificultó las intervenciones y una de ellas tuvo que realizarse de noche y duró más de diez horas.

Era la tarde del domingo, según ha informado la Benemérita, cuando se recibieron dos avisos, el primero informaba que un escalador, un vecino de Barcelona de 56 años que se encontraba realizando un rapel en la vía del Pastor del Pico Forato  (Panticosa), se había caído al vacío unos 60 metros, tras desprenderse una piedra a la que estaba asegurado. Sus compañeros le habían perdido de vista, pero podían escuchar que pedía ayuda.

Un equipo integrado por el Ereim de Panticosa, el helicóptero de la Guardia Civil y la médico del 061 se dirigieron a la zona y, tras localizar al herido, decidieron que lo más rápido para acceder hasta él era mediante ciclos de grúa para dejar a los especialistas y la médico, algo que entrañaba gran dificultad debido a lo descompuesto de la roca, la inclinación del terreno y el viento reinante en el lugar.

El herido, según relatan las mismas fuentes, se encontraba en una pequeña repisa inclinada, por lo que los especialistas tuvieron que montar una reunión a la que asegurarle, al igual que a la médico, a ellos mismos y el material, para poder trabajar con seguridad, todo ello bajo una incesante caída de piedras debido a lo descompuesto de la pared. 

En cuanto la médico estabilizó al herido, le inmovilizó un brazo y una pierna, el hombre empezó a perder la conciencia por lo que se determinó emplear la camilla para su evacuación.

No fue sencillo, porque los socorristas debían moverse en un espacio reducido e inclinado, así que tuvieron que descolgarse unos 10 metros a un lugar más seguro para su evacuación. 

Por si fuera poco, tras conseguir descender la camilla se desencadenó una fuerte tormenta en el lugar de viento, granizo y rayos, y los especialistas cubrieron al herido para evitar que le dañasen las piedras que constantemente caían arrastradas por el viento.

Una vez que cesó la tormenta, sobre las 21:15, el helicóptero pudo acudir a la zona y los pilotos, con gran pericia, consiguieron extraer la camilla con la gría, a pesar del fuerte viento racheado que había en el lugar.

Dada la peligrosidad de la maniobra el helicóptero evacuó al herido y la médico hasta Panticosa, donde esperaba una ambulancia y los especialistas de montaña descendieron unos 150 metros hasta una zona más segura donde finalmente fueron recogidos por el helicóptero. El herido fue evacuado en ambulancia al Hospital Miguel Servet de Zaragoza,

Rescate nocturno en Benasque

El domingo también, el GREIM de Benasque, a última hora de la tarde, indicando que unos montañeros que transitaban por la zona del Pico del Alba, habían escuchado a dos personas, un joven de 26 años y una mujer de 46, ambos vecinos de Alicante, que les habían pedido ayuda ya que se encontraban enriscadas en la Cresta de los trece gendarmes, y les era completamente imposible moverse de ese lugar.

Dadas las malas condiciones meteorológicas y la proximidad del ocaso y al no poder hacer uso del helicóptero,  efectivos del GREIM de Benasque salieron hacía la zona en vehículo oficial, ya que tras una fuerte tormenta la situación de los enriscados podría ser muy precaria.

Después de llegar hasta los Baños de Benasque, continuaron a pie durante más de tres horas hasta la base de la pared. Una vez allí, pudieron establecer contacto visual con las luces frontales de los enriscados, y se comunicaron a voces con ellos, lo que les permitió confirmar que se encontraban ilesos aunque con hipotermia

Tras ascender escalando unos 200 metros, por la pared mojada en un terreno descompuesto y abrupto, al llegar a la parte alta de la arista se desplazaron por ella  hasta la vertical de los enriscados, y rapelaron para acceder a su posición.

Una vez asegurados, y tras asegurarse de que se encontraban en buenas condiciones, iniciaron el descenso mediante rápeles, bien asegurados por los especialistas.

Una vez en la base de la pared continuaron el descenso caminando hasta enlazar con la ruta normal del Pico del Alba. Eran ya las 6 de la mañana, y dadas las fuertes rachas de viento existentes en la zona se decidió descender todo lo posible, hasta un lugar donde el helicóptero pudiera recogerlos con seguridad, en las proximidades del Ibón del Alba.

Después de tres intentos de aproximación de la aeronave, dificultadas por las rachas de viento, los pilotos consiguieron por fin realizar un apoyo parcial y rápidamente se introdujo a los rescatados en la aeronave, para evacuarlos a la helisuperficie de Benasque a las 08:30 horas del lunes.