Domingo Buesa: “El Museo va a ser símbolo de la identidad aragonesa”

“La devolución de 111 obras de 44 parroquias aragonesas ha sido una batalla muy dura desde el año 1997 cuando se aprobó la primera declaración Bienes de Interés Cultural para las obras y me llevaron al Tribunal Constitucional por esta decisión”, recuerda Domingo Buesa, que fue director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón en la etapa del presidente Santiago Lanzuela (1995-1999). Las primeras declaraciones BIC fueron en su época y la mayoría finalizaron en la etapa de María Victoria Broto con el presidente Marcelino Iglesias que fue un impulsor de esta figura jurídica de protección del patrimonio.

Buesa, catedrático, presidente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis y entre los mejores expertos aragoneses en el tema, ha colaborado en la devolución de los bienes por ejecución provisional de la sentencia del Juzgado de Instrucción de Barbastro. En el juicio celebrado el 16 de mayo de 2019 fue uno de los testigos que presentó el Obispado de Barbastro-Monzón, aportó su testimonio basado en la experiencia política, académica y de experto en historia aragonesa.

“Estoy contento, tranquilo y feliz por mi contribución al litigio”, señaló en declaraciones a DIARIO DEL ALTOARAGÓN, “las obras están en el Museo, como depósito provisional, gracias al esfuerzo de mucha gente y sobre todo al empeño del Obispado de Barbastro-Monzón. Creo que es motivo de alegría”.

Al mismo tiempo, se mostró crítico por la situación del archivo de Roda de Isábena. “Me duele en el corazón que siga en la Catedral de Lérida. No creo que sea justo que esté allí si tenemos en cuenta el archivo que hay en la sede del Obispado y los medios disponibles. En todo caso, si quieres diversificarlo se lleva a Monzón pero hay espacios suficientes para que no siga en la catedral de Lérida porque es una custodia en falso. Lo normal y correcto es que lo devuelvan a sus dueños originales que somos nosotros”, señaló Buesa.

En cuanto a las pinturas murales de la sala capitular del monasterio de Villanueva de Sijena que siguen en el Museo Nacional de Arte de Cataluña a pesar de la sentencia que ordenó la devolución, en su opinión, “la situación de las pinturas es un robo con la complicidad del Estado, los ministros de cultura que miran hacia otro lado. Estas personas deberían ser procesadas por permitir que se robe así el patrimonio. Nunca se llevó a Cataluña para quedarse allí y además, está contra ley”.

Por lo tanto, “habrá que plantearse que si la ley se cumple sea para todos. Si en el Estado que se rige por la Constitución, Cataluña va a tener más privilegios que Aragón, habrá que pensar a qué jugamos todos”.

A pesar de las críticas “legales” sobre las pinturas murales de Sijena, tiene ganas de ver las obras depositadas en el Museo Diocesano. “Me han enseñado algunas y las que he visto están en muy buenas condiciones. El discurso nuevo convertirá al Museo en símbolo auténtico de la identidad aragonesa. Creo que debemos reivindicarnos porque ya vale del buenismo absurdo que imponen quienes van contra la ley, por ejemplo nuestros vecinos catalanes. No hay que ser buenos sino justos”.

En esta línea, “exigir que devuelvan las obras de arte es nuestro derecho y el Estado tiene la obligación de que se cumpla”.

Domingo Buesa prefiere que las 111 obras estén en el Museo de Barbastro-Monzón mientras siguen los recursos en la Audiencia Provincial, consciente de que terminarán en el Tribunal Supremo. “Entiendo que las obras deben estar aquí, entre la sociedad donde se crearon y de donde salieron. Además, es justo. Ya es bastante doloroso que si quiero ver documentos medievales de Roda, fundamentales para entender nuestra historia y los orígenes como Reino, tengamos que ir a Lérida. Los documentos tienen que volver a Barbastro-Monzón a sus legítimos propietarios. Nosotros somos quienes debemos poseer esa memoria”. 

“La vía civil es más aconsejable para que el Obispado de Huesca reclame las obras”

Respecto a la posibilidad de que el Obispado de Huesca reclame al de Lérida la devolución del frontal de Berbegal, tablas góticas de Peralta de Alcofea y la portada románica de El Tormillo, el catedrático Domingo Buesa señaló que “debe hacerlo porque el Derecho Canónico es muy claro, la Iglesia ha sido siempre protectora y propietaria de la obras. El obispo lo único que hace es seguir con el mandato evangélico y una larga tradición, desde el siglo XVI, de que el patrimonio se proteja y se custodie en los lugares de origen”.

En su opinión, “la vía civil es la más aconsejable para reclamar las obras porque en la canónica ya hemos visto por el litigio de Barbastro-Monzón que el obispo de Lérida no la ha cumplido. Reza a diario pero incumple las normas y por otra parte, la Santa Sede ya lo dijo con claridad cuando ordenó la devolución y los obispos de Lérida no hicieron caso. Hay que dejarse de la canónica para ir, directamente, a la civil para que sean los jueces y en última instancia la Guardia Civil quien devuelva las obras a sus legítimos propietarios”.