Apuesta por el turismo en la Litera Alta para desarrollarse y ganar población

Baells mira al turismo como una vía para generar futuro e ilusión con el objetivo de asentar jóvenes. La población literana ha bajado de la temida barrera de los 100 habitantes, que afecta a la financiación e incluso al número de concejales, pero tiene un valioso patrimonio por explotar con su castillo-palacio, la iglesia o los pozos de hielo de Zurita. Esta última es una de las tres localidades del municipio en la que viven siete vecinos, menos de 20 en Nachá y unos 60 en Baells, según detalla el alcalde, Antonio Solano. Defiende la puesta en valor de la Litera Alta para frenar la sangría demográfica en localidades como Alcampell, Camporrells, Baldellou o Castillonroy.

Solano muestra absoluta confianza en los recursos de la zona, pero la realidad que describe no es tan esperanzadora. “La gente joven no tiene porvenir y los mayores se están marchando”, dice apesadumbrado, mientras detalla que dos matrimonios casi octogenarios se han ido a la ciudad con sus hijos. “Es un problema de hace muchos años. Hablamos de la despoblación y ya casi no hace falta porque no hay gente”, comenta. Ahora, denuncia que se han quedado casi sin médico presencial y esta falta de servicios la acusan los vecinos.

Pero tras estas palabras, su voz recobra ilusión cuando habla de las ideas que se pueden desarrollar. Plantean ahora un proyecto para crear un Parque Geológico y Minero de La Litera y La Ribagorza, para aprovechar el patrimonio y los recursos naturales de una zona por descubrir, que abarcaría los municipios de Benabarre, Estopiñán del Castillo, Tolva y Viacamp-Litera, en Ribagorza; y Peralta de la Sal, Azanuy-Alins, Albelda, Baldellou, Camporrells y Baells, en La Litera. Ya están trabajando en ello.

En Baells existen además tres grandes pozos de hielo de planta circular en buen estado de conservación: los pozos de hielo de Zurita, destacados por el Gobierno de Aragón entre los más relevantes de la provincia.

En su localidad, destaca especialmente el castillo-palacio, fundado en el siglo XII. Allí resalta la torre de 22 metros de altura, que está completamente restaurada y se puede visitar para divisar desde allí las vistas sobre el núcleo, el resto de la comarca de La Litera y hasta Cataluña. A este edificio, ahora vacío y de grandes dimensiones, se quiere trasladar el ayuntamiento. Se trata de un inmueble de unos 28 metros de largo por 15 de ancho. La iglesia barroca de la Virgen de la Asunción data de los siglos XVI y XVII y cuenta con varios retablos de gran valor. Antonio Solano resalta el apoyo que los pequeños pueblos reciben de la Diputación Provincial de Huesca, pero lamenta la falta de respaldo del Gobierno de Aragón.

Con todo, también apunta que hay gente interesada en instalarse en estos pueblos, pero lamenta la falta de vivienda o de terrenos para que se puedan construir una casa. En su caso, no quiere arriesgarse a pedir un crédito a devolver en 30 años con el Plan de Vivienda de la Diputación Provincial, para no dejar una deuda en el Ayuntamiento. Ahora, “tenemos cuatro viviendas del Ayuntamiento alquiladas y más que hubiera”, asegura. Solano se debate entre la llamada urgente a adoptar medidas y la ilusión de plantear soluciones con el turismo. Cree en la zona.